Elogio de la biblioteca p¨²blica

No es casualidad que Ex libris, el documental de Frederick Wiseman sobre la Biblioteca P¨²blica de Nueva York, empiece con unas palabras de Richard Dawkins, uno de los grandes divulgadores del agnosticismo en el mundo anglosaj¨®n. La importancia del discurso puede pasar inadvertida: el director, que cumpli¨® 90 a?os en enero, arranca in medias res, como acostumbra, lo que confiere a esa decisi¨®n de montaje un aspecto casi aleatorio. En realidad, en el cine de Wiseman todo est¨¢ estudiado al mil¨ªmetro, pese a sus duraciones generosas y sus contornos naturalistas. Esta extraordinaria pel¨ªcula, que Filmin estrena el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, est¨¢ te?ida del ate¨ªsmo ilustrado de Diderot y de su traducci¨®n digerible en la Am¨¦rica puritana: la fe absoluta en el acceso al conocimiento que pregonaron tanto la Revoluci¨®n Francesa como su copia transatl¨¢ntica. ¡°La biblioteca es un templo secular donde se practica la religi¨®n del aprendizaje y la de la democracia, porque est¨¢ abierta a todo el mundo¡±, confirma al tel¨¦fono Wiseman, confinado en el suroeste franc¨¦s durante la cuarentena.

Los tesoros bibliogr¨¢ficos que pertenecieron a la Iglesia en el Antiguo R¨¦gimen fueron transferidos a las sociedades burguesas siglos atr¨¢s. ?Por qu¨¦, entonces, nos siguen yendo tan mal las cosas? Los voluntariosos funcionarios a los que Wiseman filma con su inagotable paciencia, como salidos de una vieja pel¨ªcula de Frank Capra o de un c¨®mic de Daniel Clowes, lo repiten como si fuera un mantra: es el acceso al conocimiento lo que nos har¨¢ iguales y libres, aunque los hechos demuestren que ese amuleto no sirve para todo. Se ha interpretado este documental como una apolog¨ªa de los grandes ideales que siguen sustentando a nuestras sociedades, pero tambi¨¦n funciona como una constataci¨®n de sus l¨ªmites. Ex libris es un elogio entusiasta de esos servicios p¨²blicos de los que ahora todo el mundo se acuerda, aunque sus tres horas y media tambi¨¦n contengan matices m¨¢s sombr¨ªos. Igual que otros proyectos recientes del director, como At Berkeley y National Gallery, este documental de 2017, rodado durante la campa?a que llev¨® a Donald Trump a la Casa Blanca mientras todo el mundo miraba a otro lado, tambi¨¦n habla de la dificultad de hacer funcionar una instituci¨®n p¨²blica sin recurrir al mundo corporativo. ¡°El 50% de los recursos de la Biblioteca de Nueva York son privados¡±, recuerda Wiseman al respecto. Pese a todo, su punto de vista no pasa por la denuncia incendiaria, sino por un pragmatismo cr¨ªtico: incluso en los estrechos m¨¢rgenes que deja el sistema econ¨®mico se puede seguir actuando con integridad y a la luz de esos valores encomiables sobre los que se erigieron las sociedades liberales de ambas orillas del Atl¨¢ntico.

Wiseman vuelve a hablar de la dificultad de hacer funcionar una instituci¨®n p¨²blica sin recurrir al dinero privado

El director acaba de terminar su nueva pel¨ªcula: un documental sobre el Ayuntamiento de Boston ¡ª¡°es de los cortos, solo 4 horas y 32 minutos¡±, dice con sorna¡ª que aspira a ser un recordatorio de la importancia de las instituciones en nuestras vidas, el foco de atenci¨®n permanente de Wiseman en su larga trayectoria. ¡°Si no hay un Gobierno, no tratamos suficientemente bien a los dem¨¢s. La instituci¨®n es un mecanismo de control que garantiza unos m¨ªnimos¡±, afirma. El cineasta recuerda perfectamente lo que sucedi¨® tras la crisis de 2008, cuando se proclam¨® que el capitalismo salvaje era historia y que un nuevo mundo estaba a la vuelta de la esquina, con los resultados conocidos cuando regres¨® una relativa bonanza. A Wiseman, esta cuarentena le est¨¢ pareciendo un remake a c¨¢mara r¨¢pida de la misma secuencia en el debate de ideas, que ¨¦l observa con ese l¨²cido escepticismo con el que la veteran¨ªa premia a determinadas mentes: ¡°No soy Nostradamus, pero no podemos decir que el comportamiento humano haya cambiado demasiado en los ¨²ltimos 20.000 a?os¡±.

Ex libris (2017). Frederick Wiseman. Estreno en Filmin el 8 de abril.