Libros bajo la hierba
Los lectores de Nueva York se opusieron a un plan de remodelaci¨®n de la biblioteca de la ciudad y los pol¨ªticos dieron marcha atr¨¢s
UNA DE LAS COSAS que m¨¢s me sorprendieron cuando llegu¨¦ a la Biblioteca de Nueva York fue saber que debajo del parque que hay detr¨¢s de ella, llamado Bryant Park, se encuentran los dep¨®sitos. Tres millones de libros almacenados debajo de la hierba. ¡°Es el ¨²nico parque en el mundo donde crecen las flores encima de los libros¡±, pens¨¦. Qu¨¦ imagen m¨¢s bella. La segunda, que la sala de lectura es una de las m¨¢s grandes construida sin pilares de Estados Unidos. Y la tercera, que esa gran sala de lectura, hecha de m¨¢rmol, se sostiene sobre las estanter¨ªas de libros que tiene debajo. Y es que bajo la lujosa sala tampoco hay columnas. Son las estanter¨ªas las que sujetan todo el edificio, pisos y pisos de baldas hechas de acero de Carnegie. Un incre¨ªble hallazgo de los arquitectos que idearon el edificio en 1911, Carr¨¨re y Hastings.
Nueva York es una ciudad muy lectora. Ser¨¢ por los largos inviernos y por sus habitantes, tan ¨¢vidos de conocimientos. Se cuenta que en el Upper West Side la gente apila los libros en los armarios de cocina (el ¨²nico espacio que queda libre despu¨¦s de cubrir las paredes de las habitaciones y del sal¨®n) e incluso almacena libros en el horno. No es de extra?ar que muchos se opusieran al plan de renovaci¨®n del edificio ?central de la Biblioteca P¨²blica de Nueva York. La renovaci¨®n del Stephen A. Schwarzman Building era necesaria, entre otras razones, porque la gran sala de lectura se sit¨²a en el tercer piso del edificio, algo muy extra?o para cualquier biblioteca, y la idea era vaciar las estanter¨ªas que hay debajo de la sala de lectura para ganar metros cuadrados y crear as¨ª un gran punto de encuentro y de ocio. Por consiguiente, muchos de los millones de libros que all¨ª se almacenan ser¨ªan enviados a unos contenedores en Nueva Jersey y la gente podr¨ªa consultar los fondos en formato electr¨®nico. En teor¨ªa todo muy moderno y limpio, y de factura bella, ya que el dise?o ser¨ªa ideado por la firma Foster & Partners, que ya hab¨ªan realizado exitosas intervenciones en el Reichtag de Berl¨ªn o en el Museo Brit¨¢nico.
Sin embargo, el proyecto enseguida concit¨® muchas dudas por parte de intelectuales y escritores de la ciudad. Mario Vargas Llosa, Junot D¨ªaz o Lydia Davies se opusieron. Tambi¨¦n el actual alcalde, Bill de Blasio. ?Aduc¨ªan que el edificio central de la Biblioteca P¨²blica de Nueva York es sobre todo un centro de investigaci¨®n, y que para ello era necesario que los libros permaneciesen en su lugar original. Tambi¨¦n hab¨ªa una pega legal: la mayor¨ªa de los ejemplares de la Biblioteca hab¨ªan sido editados despu¨¦s de 1923 y su conversi¨®n en formato electr¨®nico se antojaba bastante problem¨¢tico por temas de derechos de autor.
Tras el revuelo suscitado en la ciudad, en 2014 se abandon¨® el proyecto de renovaci¨®n. Aunque parezca extra?o en pol¨ªtica, cabe la opci¨®n de dar marcha atr¨¢s, de rectificar. Ahora han aprobado otro plan de renovaci¨®n que acaba en 2020 y que trata de respetar el esp¨ªritu original de la Biblioteca como lugar de lectura e investigaci¨®n renovando sus salas y haci¨¦ndolas m¨¢s acogedoras. Poco a poco los camiones volver¨¢n a traer los fondos que en parte ya ?hab¨ªan sido exiliados a Nueva Jersey. Los lectores podr¨¢n leer en papel y el milagro de las flores que crecen sobre los libros del parque Bryant ?seguir¨¢ produci¨¦ndose, como cada primavera.
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