Amor barroco para tiempos de distancia obligatoria
En su nuevo libro, la escritora colombiana Carolina San¨ªn defiende una concepci¨®n del sentimiento propia del siglo XVII como remedio a los romances a distancia de la actualidad
El amor rom¨¢ntico y sus l¨ªmites es una las fuentes de preocupaci¨®n m¨¢s importantes del nuevo feminismo. Para este, la relaci¨®n entre amante y amada reproduce, aunque sea solo a nivel sentimental, las leyes de m¨¢s secretas de la opresi¨®n patriarcal. Da lo mismo cuantas flores o suspiros lo encubran. Pero ?c¨®mo dejar de sentir lo que se siente cuando se ha sido educado en el amor rom¨¢ntico? O, m¨¢s bien, ?c¨®mo emprender ese viaje hacia el otro en que consiste el amor, sin ese juego de dominaci¨®n y de entrega que todo amor rom¨¢ntico implica?
La colombiana Carolina San¨ªn, una de las pensadoras m¨¢s sagaces y m¨¢s inc¨®modas del feminismo actual, encuentra una respuesta que es tambi¨¦n un enjambre de nuevas preguntas. Ante la crisis del amor rom¨¢ntico, ella apuesta por el amor barroco. Lo hace en los hechos y no en la teor¨ªa. Su nuevo libro, Tu cruz en el cielo desierto (Laguna Libros), es una historia de un amor en que los cuerpos no se tocan porque viven siempre en dos continentes diferentes. Los amantes no se conocen, sino que se adivinan, entre poemas y mensajes en distintas redes sociales. Aunque muy luego la mente de la amada busca s¨ªmbolos en sus lecturas, en su pasado, en sus sue?os, en sus viajes, en todo lo que emprende y la rodea mientras esta enamorada. As¨ª, este amor es siempre el s¨ªmbolo de otro amor, de todas los amores, y la ocasi¨®n de encontrarse con la cruz y el cielo desierto del titulo, s¨ªmbolo del dolor e infertilidad que esta relaci¨®n sentimental m¨¢s que imposible, deja tras de si en el alma de los que la vivieron.
La cruz y el desierto del titulo no es un azar. Esta historia, terriblemente contempor¨¢nea, no pocas veces nos recuerda los delirios m¨ªsticos de Teresa de ?vila y San Juan de la Cruz. No en vano, la protagonista ense?a a Shakespeare y busca tambi¨¦n, en las obras del dramaturgo ingl¨¦s, restos del amado. Lo hace tambi¨¦n en las espl¨¦ndidas iglesias y monasterios coloniales de Oaxaca. As¨ª como en los sonetos del tambi¨¦n barroco Quevedo, en Tu cruz en el cielo desierto importa poco la realidad de la amada o del amado, porque es justo su distancia la que garantiza el texto. El amante es solo una justificaci¨®n para escribir este libro. Un invitado m¨¢s al juego santo y perverso de amar en puras palabras. As¨ª, el amor es una sucesi¨®n de s¨ªmbolos y de signos que consiguen la temperatura con que se logra la fusi¨®n de los elementos dispares y contrarios que componen el libro.
En muchos sentidos ,esta novela ¨Cresign¨¦monos a llamarla as¨ª, a falta de un nombre mejor¨C vuelve al siglo XVII. Siglo de refinamiento y de peste tan distinto y parecido al que estamos viviendo. Quiz¨¢s no es del todo ocioso recordar que fue en este siglo que naci¨® la novela psicol¨®gica. La primera de ellas la escribi¨® una mujer, Madame de Lafayette, y nos cuenta un amor en qu¨¦ los cuerpos tampoco se tocan. En La princesa de Cl¨¨ves nadie se acuesta con nadie, pero esa ausencia de cuerpo obliga paradojalmente a los personajes a enfrentarse con sus verdades m¨¢s ocultas, hasta llevar a su protagonista al convento primero y a la muerte al final.
Hay en La princesa de Cl¨¨ves un reflejo en que el texto de Carolina Sanin, obsesionado por los espejos, se puede mirar. Ambos libros nos recuerdan que el amor, y m¨¢s a¨²n el sexo, es algo que sucede dentro del cuerpo de la mujer. Ese mismo amor y sexo que sucede fuera del cuerpo del hombre. Esa radical diferencia, no s¨®lo anat¨®mica, hace que el amor heterosexual sea a la vez tan excitante como imposible. Cuando para el hombre no ha sucedido nada a¨²n, para la mujer puede haber sucedido ya todo. Mientras que para el hombre el amor y el sexo es algo que se hace, para mujer resulta algo que ¡°es¡±. As¨ª la protagonista de este libro se dedica a incubar al interior un amor que es un filtro a trav¨¦s del cual vive el mundo. Un amor que no es un acto sino una intensidad, un cautiverio elegido, una condena pactada consigo mismo.
Los tiempos de distanciamiento social ver¨¢n el nacimiento de muchos amores como este, protagonizados por amantes que no se tocan y que lo tocan todo por eso mismo. Este libro, muy lejos de ser un arte de amar en la era de la distancia social, plantea los profundos quiebres, angustias y paradojas que esta distancia nos obliga a enfrentar. Tu cruz en el cielo desierto no nos ahorra ninguno de los asombros y dolores que este nuevo tipo de amores distantes, pero en nada fr¨ªos, nos esta deparando. Constituye as¨ª una visi¨®n escalofriante y al mismo tiempo entra?able de un futuro m¨¢s que cercano.
Tu cruz en el cielo desierto. Carolina San¨ªn. Laguna Libros. 118 p¨¢ginas. Disponible en edici¨®n impresa y digital.
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