Salvar la vida
La maravilla de este libro de Rafael Reig, un doloroso drama familiar articulado como novela de aprendizaje con capacidad terap¨¦utica, est¨¢ en la ausencia de v¨ªctimismo
Los lectores de su blog personal, trabajado hace m¨¢s de 10 a?os, sab¨ªan que Rafael Reig (Cangas de On¨ªs, 1963) ten¨ªa una habilidad poco frecuente para convertir su vida cotidiana en literatura de primera: aquellas entradas de blog de apariencia modesta, escritas mientras la cara m¨¢s visible del autor se entregaba a la pol¨¦mica (como jefe de opini¨®n de un peri¨®dico y, poco antes, como sarc¨¢stico moralista del mundo literario en un suplemento cultural), entrelazaban humor¨ªsticos juicios literarios con celebraciones de vida familiar junto a su hija, convertida en personaje. Tambi¨¦n demostraban una pulsi¨®n biogr¨¢fica profunda: una salvaci¨®n de lo cotidiano en la escritura y un sutil pacto entre las expectativas y la realidad, un ego puesto en cuarentena.
As¨ª que, en cierto sentido, un libro como Amor intempestivo, primer proyecto estrictamente autobiogr¨¢fico de Rafael Reig, era algo previsible: casi una consecuencia l¨®gica de su escritura, aunque se haya hecho esperar. Y el resultado es tan satisfactorio, tan decantado en las dosis exactas de iron¨ªa, humor, tristeza, amargura y empat¨ªa, que uno siente que ha jugado a su favor el paso del tiempo.
Articulado como una novela de aprendizaje (aquellas en las que la b¨²squeda del sentido de la vida, de la ¡°experiencia¡± cuajada en ¡°moraleja¡±, termina por ser m¨¢s bien la aceptaci¨®n del sinsentido de la vida), Amor intempestivo gira en torno a tres motivos principales: la formaci¨®n del escritor, con una desencantada lectura generacional; los proyectos de vida, laborales y sentimentales, y la asimilaci¨®n de la desgracia dentro de la familia: ¡°La sensaci¨®n de fatalidad y fealdad (¡) que intentaba tomar asiento en nuestra casa¡±, los paulatinos da?os de unos padres de naturaleza feliz, y tr¨¢gico final.
Respecto a los a?os de formaci¨®n del escritor, Reig se enfrenta a su parodia: ¡°Quer¨ªa resolver una duda, ?me gustaba s¨®lo ser escritor o en realidad tambi¨¦n me gustaba escribir?¡±. Una vindicaci¨®n m¨¢s sutil de lo que parece, incluso algo heroica e idealista (e ingenua) de la literatura en un tiempo en el que ¡°los plum¨ªferos nos hab¨ªamos convertido en mamarrachos¡±. Reig entona el sempiterno canto a la generaci¨®n perdida, a sus amigos los novelistas Antonio Orejudo y Chavi Azpeitia y el catedr¨¢tico de Literatura Eduardo Becerra. Visto en perspectiva, es evidente que este grupo sustituy¨®, en cierto momento, la figura social del novelista de ¨¦xito (y actualidad) por una labor geneal¨®gica, una lectura tan culta como pol¨ªtica y popular, tan bienhumorada como seria, de la tradici¨®n literaria. No obstante, esta es una opini¨®n de este cr¨ªtico, porque Reig no aprovecha las p¨¢ginas de Amor intempestivo para ejercicios disimulados de promoci¨®n. Sus amigos y ¨¦l son ¡°los tontos de la clase¡± y el libro mantiene un tono caricaturesco, de desencanto salvado por una iron¨ªa emp¨¢tica: ¡°Durante d¨¦cadas la prensa se acostumbr¨® a hablar a menudo de m¨ª¡±, escribe, ¡°aunque siempre con el desconcertante seud¨®nimo de: y otros escritores¡±.
La misma cualidad geneal¨®gica puede aplicarse al estilo de Reig. Incluso en los momentos m¨¢s apurados, en los que el proyecto autobiogr¨¢fico corre ese riesgo propio del g¨¦nero de desembocar en un inventario, Reig lo salva con la fortuna de un estilo ingenioso, tierno y ¡°conceptista¡±. Perm¨ªtaseme este anacronismo, pero la prosa de Reig toma su fuerza de una relectura inactual de la prosa castellana, cargada de dobles sentidos y sutiles dardos que modulan (desplazan y extra?an) la emotividad. Pero si hay algo que teme esta escritura culta es parecer pedante: es m¨¢s fina y sutil cuanto m¨¢s popular. Y esto se hace evidente en lo que he llamado ¡°proyectos de vida laborales y sentimentales¡±, y a?ado: sexuales. La aventuras en universidades de Estados Unidos, con sus extra?os compa?eros de alcohol y bibliotecas, y los abundantes cap¨ªtulos er¨®ticos (con algo de pulsi¨®n gimn¨¢stica) son a la vez una defensa plebeya de la literatura y de la vida (ni la carne es triste, ni lo he le¨ªdo todo), adem¨¢s de un eficaz contrapeso r¨ªtmico al coraz¨®n de Amor intempestivo, su drama esencial: la desgracia de los padres del autor.
El retrato de esta pareja at¨ªpica que vivi¨® sus mejores a?os en Colombia (donde el padre era ingeniero) y que no encontr¨®, de vuelta a Espa?a, una realidad adecuada a su optimismo es una fe de vida: ¡°As¨ª nos hab¨ªan educado: para ser felices¡±. Tambi¨¦n, por su renuencia al melodrama, el retrato familiar se vuelve, sin duda, m¨¢s doloroso: ¡°Aquel noviazgo tard¨ªo, amor intempestivo, en un pasillo de hospital¡±, cuando la madre ha perdido dos dedos en un accidente dom¨¦stico y el padre, que supera con lentitud un ictus, ha tenido un infarto. Pocos a?os m¨¢s tarde, los padres morir¨¢n en un incendio en casa.
Pero la maravilla de este libro, de indudable capacidad terap¨¦utica, est¨¢ en la ausencia de victimismo. Reig ha encontrado, dir¨¢ ir¨®nicamente, ¡°un sitio donde esconderme. Estas p¨¢ginas tal vez. Un escondite perfecto. No hay mejor sitio para esconderse que una confesi¨®n¡±. Pero m¨¢s bien ha encontrado un lugar en el que vivir: ¡°Escribir es para m¨ª la mejor y m¨¢s afilada manera de pensar¡±, escribe. Y si hay una lecci¨®n en las p¨¢ginas de Amor intempestivo es que el amor por la vida y el amor por la literatura no se distinguen, pues ambos son la misma cosa. La literatura es una sobrevida. Escribiendo, Reig se ha perdonado por sobrevivir a los suyos; por haberse sobrevivido a s¨ª mismo. No se me ocurre mejor ejemplo de salvaci¨®n tr¨¢gica por la literatura.
BUSCA ONLINE ¡®AMOR INTEMPESTIVO¡¯
Autor: Rafael Reig.
Editorial: Tusquets, 2020.
Formato: tapa blanda (256 p¨¢ginas, 19 euros) y e-book (8,99 euros).
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