Cuando la canci¨®n devuelve el golpe
Las llamadas ¡®answer songs¡¯ han sido una buena manera de rendir culto, o destrozar, un tema previo. Existen desde principios del siglo pasado y a menudo han sido un arma del feminismo cantado para poner al ¡®songwriter¡¯ masculino en su sitio
Dijo en una ocasi¨®n la guionista de videojuegos Rhianna Pratchett, hija del celeb¨¦rrimo Terry Pratchett, autor del delirante Mundo Disco, que quiso dedicarse a los videojuegos nada m¨¢s darse cuenta de que era el ¨²nico universo en el que pod¨ªas fight back, es decir, devolver el golpe. Ten¨ªa apenas ocho a?os, y con quien jugaba era con su padre. Se dijo Rhianna, que no se llevaba nada bien con el resto de ni?as del colegio, que por fin hab¨ªa encontrado un sitio en el que, si alguien te hac¨ªa algo, te bastaba con apretar un bot¨®n para que ese alguien recibiese su merecido. Se dir¨ªa que el mundo hiperconectado e hiperrecreativo de hoy es una versi¨®n de ese concepto, que nunca fue exclusivo del mundo del videojuego. Hoy vamos a echarle un vistazo a las llamadas answer songs, esto es, las canciones respuesta, o tambi¨¦n, las canciones que devuelven el golpe, y que existen desde que el mundo es mundo. Si el mundo es mundo desde que existe la m¨²sica pop.
Aunque, como tal, la answer song se populariz¨® en la d¨¦cada de los 50 ¡ªen concreto, podr¨ªa decirse que naci¨® con las seis respuestas que recibi¨® la Hound Dog original, la que cant¨® Big Mama Thorton en 1953, siendo la m¨¢s famosa de todas ellas, Bear Cat, de Rufus Thomas¡ª, naci¨® mucho antes, en concreto, en 1902. Arthur Collins cant¨® la respuesta que William Jerome, a ritmo de un prehist¨®rico rockabilly, hab¨ªa escrito a Bill Bailey, Won't You Please Come Home, de Hughie Cannon, respondi¨¦ndose a s¨ª mismo, pues Collins hab¨ªa interpretado tambi¨¦n esa. La respuesta pod¨ªa entenderse como una especie de arrimar el hombro, no en vano llevaba por t¨ªtulo I Wonder Why Bill Bailey Don't Come Home. Aunque si hay una answer song famosa anterior a las m¨¢s fruct¨ªferas d¨¦cadas de los cincuenta y los sesenta es el This Land is Your Land de Woody Guthrie, concebida como una respuesta al himno de Estados Unidos, el God Bless America, de Irving Berlin. De hecho, el primer t¨ªtulo fue: God Blessed America for Me.
Lo que ocurri¨® en la d¨¦cada de los cincuenta, y especialmente despu¨¦s de las seis m¨¢s o menos juguetonas y rentables respuestas a Hound Dog ¡ªen ese caso fue el ¨¦xito del tema el que multiplic¨® los disparos¡ª fue que las solistas y a menudo, sobre todo, las letristas, femeninas, tomaron la canci¨®n respuesta como una especie de socarrona y aparentemente ingenua pero efectiva arma en su batalla contra la absoluta preponderancia de lo masculino. Carole King, que antes de lanzar su propia carrera, compuso buena parte de los cl¨¢sicos de la d¨¦cada ¡ªcomo el Will You Love Me Tomorrow de las Shirelles, o el He Hit Me (It Felt Like a Kiss)¡ª, se convirti¨® en toda una experta en la materia a finales de los cincuenta. Su Oh, Neil! es una respuesta al Oh, Carol! de su ex, Neil Sedaka, y el curioso Short Mort, al Tall Paul de Annette Funicello. Aunque fueron las cuatro respuestas al Get a Job de The Silhouettes, entre ellas, el Got a Job, de The Miracles, las que se llevaron la fama de finales de la d¨¦cada.
Aunque, como tal, la answer song se populariz¨® en la d¨¦cada de los 50, naci¨® mucho antes, en concreto, en 1902
Con el paso del tiempo, la fiebre answer song creci¨® y creci¨®. Especialmente en el ¨¢mbito m¨¢s narrativo. El mundo del country se llen¨® de historias dentro de historias que hac¨ªan referencia a otros peque?os mundos creados por un artista anterior. Un ejemplo para ilustrarlo: (I'm the Girl from) Wolverton Mountain, de Jo Ann Campbell plantaba cara al Wolverton Mountain de Claude King. Aunque donde realmente se populariz¨® su factura fue en el mundo del hit pop no necesariamente archifamoso. El Back in the U.S.S.R. de los The Beatles (1968) contestaba al Back in the U.S.A. de Chuck Berry (1959), o ya en los setenta, el famos¨ªsimo Sweet Home Alabama, de Lynyrd Skynyrd, se conceb¨ªa como un disparo contra el Alabama de Neil Young, y dicen, tambi¨¦n, su Southern Man. ?Un caso a¨²n m¨¢s famoso? En la d¨¦cada de los ochenta, el singular Love Will Tear Us Apart, de Joy Division, se confesaba, en parte, como contrapartida al Love Will Keep Us Together, de Neil Sedaka y Howard Greenfield.
De hecho, en la d¨¦cada de los ochenta hay artistas como Lydia Murdock que se hicieron famosos m¨¢s por haber contestado a una canci¨®n hiperconocida que por sus propios m¨¦ritos en tanto que artistas. Ella, en concreto, respondi¨® con Superstar al Billie Jean de Michael Jackson. En su misma liga jug¨® Peter Schilling, que se atrevi¨® a medirse al Space Oddity de David Bowie con su Major Tom (Coming Home). Y si en los ochenta todo era purpurina e intento de alcanzar alg¨²n tipo de fama coqueteando con los hits del momento, en los noventa, la cosa se puso algo m¨¢s seria, y las respuestas ten¨ªan siempre en mente alg¨²n tipo de cr¨ªtica. Por ejemplo, la maravillosa Semi Charmed Life de Third Eye Blind (1997) era la versi¨®n precaria del Walk on the Wild Side de Lou Reed, mientras The Offspring les dec¨ªa a los Who que los chavales no estaban bien: su The Kids Aren't Alright (1998) reescrib¨ªa el The Kids Are Alright (1965) de aquellos.
En los ochenta hay artistas como Lydia Murdock que se hicieron famosos m¨¢s por haber contestado a una canci¨®n hiperconocida que por sus propios m¨¦ritos en tanto que artistas
?Y qu¨¦ hay del asunto del g¨¦nero? Woman, de Neneh Cherry (1996) disparaba contra el It's a Man's Man's Man's World de James Brown (1966), y a?os m¨¢s tarde, la mism¨ªsima Amy Winehouse hac¨ªa lo propio con Me and Mrs. Jones de Billy Paul sin cambiarle ni siquiera el t¨ªtulo. Lady Gaga firmaba en 2008 un Boys, Boys, Boys que se presenta como la contrapartida femenina del testoster¨®nico Girls, Girls, Girls de M?tley Cr¨¹e (1987). Aunque tambi¨¦n hubo, en esa primera d¨¦cada de los 2000, declaraciones de amor como la de Travis Tritt a Sheryl Crow al responder a su Strong Enough con Strong Enough to Be Your Man; y la, hoy por hoy, m¨¢s encantadora canci¨®n respuesta del indie mundial, el Lloyd, I'm Ready to Be Heartbroken, que Tracyanne Campbell, la l¨ªder de Camera Obscura, compuso en respuesta al Are You Ready to Be Heartbroken?, de Lloyd Cole and the Commotions (1984).
Si bien en el mundo del rap es del todo habitual que una canci¨®n contenga partes de otra y responda de alguna manera a acusaciones o apuntes anteriores, entre aquellos que se han cruzado ciertos desmanes ¡ªy han pretendido re¨ªrse de lo absurdo de una posici¨®n herm¨¦tica¡ª destacan las answer songs que se dedicaron, entre ellos, Pet Shop Boys y Eminem. Los Pet Shop Boys compusieron The Night I Fell in Love como un intento de re¨ªrse de Stan, de Eminem, y de paso, de su supuesta homofobia, y el rapero escribi¨® algo de vuelta contra la pareja en Canibitch. ?Algo m¨¢s cercano? California Gurls es la respuesta de Katy Perry a Empire State of Mind de Jay-Z y la primera vez en que ambas canciones, el original y su respuesta, acaban siendo n¨²mero uno.
Y el mundo ha dado tantas vueltas en el siglo y algo m¨¢s que hace que existe el fen¨®meno que entre las ¨²ltimas answer songs hay incluso respuestas masculinas a temas femeninos, como la reescritura de Christine and the Queens del Sorry de Beyonc¨¦. ?Que qu¨¦ ha pasado mientras tanto en Espa?a? Poco, pero curiosamente hace no demasiado se puso de moda una particular canci¨®n respuesta que ten¨ªa mucho de disparo feminista: la que Travis Birds hizo del cl¨¢sico de Joaqu¨ªn Sabina 19 d¨ªas y 500 noches, titulada 19 d¨ªas y 500 noches despu¨¦s. La canci¨®n era la misma canci¨®n ¡ªutilizaba la misma melod¨ªa¡ª pero el punto de vista era el de Mar¨ªa, la chica a la que Sabina echaba de menos en su tema y que no sal¨ªa del todo bien parada. Es precisamente el tema de Birds el que cierra esta peque?a muestra de canciones que devolvieron, narrativamente, el golpe.
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