Gozo y tortura de la subversi¨®n
Publicada en 1901, 'D¨¦d¨¦' impresiona en la segunda d¨¦cada del siglo XXI: una historia de amor entre dos escolares con los t¨®picos de una decadentista literatura homoer¨®tica
Achille Essebac, seud¨®nimo de Achille B¨¦casse, es autor de D¨¦d¨¦, obra publicada en 1901 que obtuvo un ¨¦xito inmediato y podr¨ªamos incluir en un tipo especial de novela de formaci¨®n: la de las amistades particulares. As¨ª lo indica Augusto F. Prieto en unas notas y un pr¨®logo bien documentados, que dibujan la ¨¦poca en que el texto fue escrito, as¨ª como su lugar en la l¨ªnea de la literatura de tem¨¢tica homosexual; ciertas vacilaciones ortotipogr¨¢ficas resultan menores en un proyecto voluntarista y necesario como el de la editorial Amistades Particulares. Dejando a un lado estos deslices, D¨¦d¨¦ impresiona en la segunda d¨¦cada del siglo XXI: en esta historia de amor entre dos escolares tropezamos con los t¨®picos de una decadentista literatura homoer¨®tica que, desde una acepci¨®n fuerte de pureza y belleza, desde una sacralizaci¨®n de lo bello intocado, expresa su car¨¢cter blasfemo, su mala conciencia y su vivencia perturbadora del pecado ven¨¦reo. El gozo radica en la subversi¨®n y la subversi¨®n tortura. La voz de Marcel, disculpada en ¡°su singularidad so?adora y enfermiza¡± por una carta que antecede al manuscrito, reconstruye la llegada de Andr¨¦ Dalio, D¨¦d¨¦, al internado; la delicadeza con que el mayor le arregla el cuello de la camisa al peque?o; la belleza detenida en un instante que, al ser traspasado, lleva a su descomposici¨®n. Hay una loa al cuerpo del efebo que pierde la hermosura en el tr¨¢nsito de la adolescencia hacia una masculinidad que no satisface el ansia de belleza del contemplador. La carne y sus corrupciones, el juego de Eros y T¨¢natos, se proyectan en una trama de amor imposible: el crecimiento de D¨¦d¨¦ resultar¨ªa tan frustrante como su muerte prematura (¡°¡ el peque?o D¨¦d¨¦, ?UN HOMBRE?¡ ?Ay!¡¡±). Desde esa premisa, el narrador rescata los destellos de esplendor sensorial formalizados a trav¨¦s de un lenguaje suntuoso e hiperb¨®lico que encaja como un guante con el concepto de literatura de quienes nos iniciamos en este mundo leyendo a Nerval, Huysmans o Proust: una literatura que ya no est¨¢ de moda y no se ajusta a un canon trepidante y minimalista. Una literatura sobrecargada y artificiosa que produce el deleite del exceso. Los efluvios del amor grecolatino se ensucian desde prejuicios cat¨®licos que estigmatizan el placer y se regodean malditamente en el sacrilegio y en una pederastia literariamente contemplativa. En la vida real, Essebac defendi¨® a Jacques d¡¯Adelsw?rd-Fersen, a quien se acus¨® de indecencia por organizar tableaux vivants con j¨®venes de liceos cercanos.
¡°El efebo ofrece su belleza m¨¢s duradera que la virgen; y basta esa esperanza de duraci¨®n para justificar su primac¨ªa¡±, son palabras de Paul Adam con las que se abre el libro. Un asunto interesante es la mirada del narrador, probable ¨¢lter ego de Essebac, sobre la sexualidad y las mujeres: el tacto es casi un sentido degradante, si no es solo caricia o lev¨ªsimo beso, y el sexo con la mujer adquiere su significado en una procreaci¨®n que Marcel mira con tanta repugnancia como las iniciaciones er¨®ticas con prostitutas. La sexualidad total es brutal, sucia y animalesca. La carne es triste. La perfecci¨®n es est¨¢tica y no se relaciona con el ciclo de la vida. Con lo escatol¨®gico. Con lo no-ideal. Mucho tendr¨ªamos que reflexionar sobre esa veta mis¨®gina ¡ªla mujer es depravada o madre ang¨¦lica¡ª que, como reacci¨®n defensiva, define alguna de las mejores muestras de la literatura homoer¨®tica.
BUSCA ON LINE 'D?D?'
Autor: Achille Essebac.
Traducci¨®n y pr¨®logo de Augusto F. Prieto
Editorial: Amistades Particulares, 2020.
Formato: 222 p¨¢ginas. 15 euros
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