El toro ¨ªntegro es el ¨²nico que puede salvar la fiesta (y los taurinos no se enteran)

Muchos creyeron que la nueva normalidad taurina ser¨ªa la floreciente consecuencia de una sesuda renovaci¨®n para el toreo, y resulta que, hasta ahora, es un aut¨¦ntico fiasco que amenaza seriamente su pervivencia en el tiempo.

Hace unos d¨ªas, aparec¨ªa en las redes sociales una pregunta que daba en la diana: ¡°?Se puede decir que a¨²n no ha habido en 2020 ni una corrida decente?¡±. Depende, claro est¨¢, de la concepci¨®n moral de cada cual, pero, decente o no, lo visto hasta ahora provoca una alarmante decepci¨®n. No es esto, no; no es esto lo que necesita la tauromaquia para andar con la cabeza alta en el siglo XXI.

Algunas perlas son tan evidentes como alarmantes.

- La figura m¨¢s veterana del escalaf¨®n, Enrique Ponce, con treinta a?os de alternativa a sus espaldas, es la gran novedad del momento (??).

No se sabe qu¨¦ es peor, si la pandemia o los taurinos

- Para la corrida inaugural de la temporada en Andaluc¨ªa, el pasado d¨ªa 1 de agosto, en Osuna, el mismo Ponce incluy¨® en el cartel a un amigo suyo, Javier Conde, un torero de vuelta, poseedor de antiguas musas ya marchitas, atenazado por una clamorosa ausencia de t¨¦cnica y un coraz¨®n encogido.

- Al d¨ªa siguiente, comenzaron las Colombinas de Huelva. Los toros del 2 de agosto fueron de N¨²?ez del Cuvillo, lidiados por Perera, Cayetano y Aguado. El cr¨ªtico de Huelva Informaci¨®n, Paco Guerrero, dec¨ªa en su cr¨®nica: ¡°Ah¨ª estuvo esa peque?ita corrida de Cuvillo que tanto le gusta a los toreros para lucir cualidades. Todo a la mitad: el aforo, los dineros y el toro. Tambi¨¦n el toro. Y otra vez Cuvillo. ?Es que no hab¨ªa otra corrida en el campo con la que dejar una imagen de feria m¨¢s digna?¡±.

- El d¨ªa 3, tambi¨¦n en Huelva, ocho toros, dos para el rejoneador Andr¨¦s Romero, y seis de Juan Pedro Domecq, para Ponce, Castella y David de Miranda. El periodista Carlos Crivell escrib¨ªa en su blog Sevillatoro.es lo siguiente: ¡°El futuro de la Fiesta no puede estar sustentado en corridas de toros tan bochornosas como la segunda de Colombinas. Cuando se pide una renovaci¨®n de las estructuras del entramado taurino, en momentos en los que se necesita una corrida atractiva en las que el toro sea el rey de verdad para que lo lidien toreros capaces, que son h¨¦roes, es un desastre ser testigos del juego de toros sin vida, casi muertos de salida, que dan m¨¢s l¨¢stima que miedo, que llegan a dar aut¨¦ntica pena, de manera que todo acaba en un bochorno continuado que no hay aficionado que aguante en una plaza. Con toros como los de Juan Pedro que se corrieron en Huelva, la fiesta no tiene futuro¡±.

- ¡°Lo que los taurinos llaman toritos, nobles y suaves¡±. As¨ª calificaba Francisco Orgambides, en Diario de C¨¢diz, los ejemplares de Juan Pedro Domecq, lidiados en El Puerto de Santa Mar¨ªa el pasado d¨ªa 6.

- Y despu¨¦s llegar¨ªa el festejo de la localidad segoviana de El Espinar. Ponce present¨® un parte m¨¦dico, y la empresa decidi¨® dejar el cartel en un mano a mano entre Ure?a y To?ete con la cantidad de buenos toreros que est¨¢n en el paro forzoso. Y los toros de Zalduendo han sido calificados como ¡°indignos y moribundos¡±, un fiasco de corrida. Por cierto, ?qu¨¦ hac¨ªa en ese cartel Paco Ure?a, el digno triunfador de la temporada pasada?

- Por si fuera poco, ha surgido una encendida pol¨¦mica sobre si las empresas cumplen o no las medidas sanitarias sobre el aforo permitido. Las fotos pueden enga?ar, pero la impresi¨®n es que en los festejos celebrados hab¨ªa m¨¢s p¨²blico del permitido. (Lo que faltaba¡­)

?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Esta es la nueva normalidad de la tauromaquia? ?D¨®nde est¨¢ la necesaria renovaci¨®n taurina, imprescindible para perdurar en el tiempo? ?Esta es la tauromaquia que necesita el siglo XXI?

?D¨®nde est¨¢n escondidos los grandes empresarios de ANOET? ?Y las llamadas figuras del toreo? ?Se ha reunido alguien desde Fallas hasta hoy para tratar de buscar soluciones a esta crisis taurina sin precedentes en la historia?

El toro es el gran fundamento de la tauromaquia

Ha llegado un momento en que no se sabe qu¨¦ es peor, si la pandemia o los taurinos.

No tiene explicaci¨®n racional posible que los festejos de la normalidad hayan incidido en el m¨¢s grave error de la fiesta moderna, cu¨¢l es el desprecio al toro.

El ambiente torerista reinante es la antesala de la desaparici¨®n de la fiesta. Morante de la Puebla (no es m¨¢s que un ejemplo) es necesario, pero no imprescindible, como no lo es ning¨²n torero. Morante pasar¨¢ y solo pervivir¨¢ el toro.

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Es el toro el fundamento de la tauromaquia; el ¨²nico elemento con capacidad para emocionar y enganchar a nuevos aficionados. Y hasta que este axioma no sea aprehendido por los taurinos no habr¨¢ soluci¨®n para la tauromaquia.

Todo lo dem¨¢s son frusler¨ªas que hoy vitorea el p¨²blico accidental y ma?ana las abandona con el mismo entusiasmo.

Los taurinos (incluidos muchos escribidores que creen err¨®neamente que el periodismo taurino consiste en proteger la fiesta y ocultar sus defectos) prefieren apostar por la est¨¦tica en perjuicio de la ¨¦pica, por el animal penoso y moribundo, por el torito antes que el toro ¨ªntegro, por el torero bailar¨ªn en lugar del lidiador heroico y poderoso, y as¨ª nos va.

Si esta es la normalidad que prefieren los taurinos y sus periodistas de cabecera, que sepan que el negocio taurino no les dar¨¢ para la jubilaci¨®n. Si esta es la nueva tauromaquia, a la fiesta le queda una ef¨ªmera vida.

El toro, solo el toro, salvar¨¢ la fiesta de una muerte segura. Solo el toro, el de verdad, y no la caricatura actual.

Ya lo dijo Ortega y Gasset: ¡°El d¨ªa que en el toreo se pierda la ¨¦pica y todo sea est¨¦tica, la Fiesta tendr¨¢ sus d¨ªas contados¡±.

El que avisa¡­