Fernando Roble?o, un torero heroico, ambicioso, triste, feliz... (y de otro tiempo)
El bravo diestro madrile?o cumple 20 de a?os de su alternativa en Torrej¨®n de Ardoz
Los toreros son personajes admirables al margen de su calidad humana; porque lo son quienes salen a morir cada tarde para alcanzar un sue?o.
Uno de ellos, quiz¨¢ de los m¨¢s meritorios, ha pedido un refresco de naranja en una cafeter¨ªa cercana a Las Ventas, y aparece embutido en un cuerpo menudo y aparentemente fr¨¢gil, pero con facciones de hombre grande, surcadas por las cicatrices que deja el esfuerzo en la piel.
Parece, quiz¨¢ es que lo es, un torero del XIX; al menos, su curr¨ªculo no es de este tiempo: 33 corridas de Adolfo Mart¨ªn; 30, de Escolar; 25, de Victorino; 14, de Miura; 12, de Dolores Aguirre; 11, de Cebada Gago; otras 11, de Cuadri¡ Y solo una de Juan Pedro Domecq. Y acaba de cumplir 20 a?os de alternativa.
Cuenta con el respeto y la admiraci¨®n de la afici¨®n de Las Ventas, donde ha hecho el pase¨ªllo 49 tardes ante toros que llevan ¡°dos cementerios en los pitones¡±, en palabras que un d¨ªa le refiri¨® el taurino Bojilla, ha cortado 11 orejas y ha salido dos veces por la puerta grande; es un ¨ªdolo en Ceret, el santuario franc¨¦s del toro ¨ªntegro.
Ha toreado 49 tardes en Madrid, ante toros que ¡°llevan dos cementerios en los pitones¡±
?Y es considerado un torero modesto¡! Una incomprensible paradoja m¨¢s de la moderna fiesta de los toros.
Fernando Roble?o (Madrid, 1979), casado y con dos hijos, de ocho y cuatro a?os, es un torrente de sinceridad y un h¨¦roe en permanente estado de ebullici¨®n que se define a s¨ª mismo como un hombre ambicioso, ilusionado, agradecido, feliz¡ y triste.
¡°S¨ª, estoy triste, porque esta era una temporada especial para m¨ª; el pasado 20 de junio se cumplieron 20 a?os de mi alternativa en Torrej¨®n de Ardoz, con Morante de padrino (no he vuelto a torear con ¨¦l) y El Juli. Para m¨ª, es un hecho importante haber llegado hasta aqu¨ª. Pero el virus lo ha fastidiado todo¡¡±.
Atr¨¢s ha quedado la celebraci¨®n, y en su agenda solo figura la fecha del 13 de septiembre, en Arles, en la que participar¨¢ en un desaf¨ªo ganadero, con toros de Escolar y Palha.
Ha cumplido 40 a?os, confiesa que ha sufrido, pero tiene claro que le queda carrera por delante.
¡°Bueno, no lo s¨¦, porque no es lo que yo quiera, sino c¨®mo venga la vida. S¨ª, he sufrido much¨ªsimo, y he vivido momentos muy duros que no deseo a nadie. He alcanzado metas importantes, pero creo que mi carrera no debe terminar aqu¨ª. Merece otro colof¨®n. Quiero m¨¢s, mucho m¨¢s¡±.
Se extiende Roble?o en una larga y sentida reflexi¨®n sobre el sufrimiento torero, y lo cuenta con conocimiento de causa.
¡°Cuando tienes que enfrentarte cada tarde a una dif¨ªcil papeleta, se sufre realmente. Cuando termino de comer y me tumbo un rato antes de vestirme para lidiar dos toros de Miura o Escolar, me atrapa la angustia. No s¨¦ lo que suceder¨¢. Paso miedo; y cuanta m¨¢s experiencia adquiero, m¨¢s miedo, porque ya has vivido situaciones comprometidas y sabes lo que puede ocurrir¡±.
¡°Las corridas que yo lidio¡±, contin¨²a, ¡°exigen una preparaci¨®n f¨ªsica y mental especial; cuando vuelves al hotel, te sientes vac¨ªo y sin fuerzas. Es el desgaste, la tensi¨®n¡¡±.
El curr¨ªculo de este torero hay que escribirlo con letras may¨²sculas. Su p¨¢gina web (fernandorobleno.com) es una pel¨ªcula de terror protagonizada por las ganader¨ªas m¨¢s duras del campo bravo; solo en Madrid se ha enfrentado a ocho? corridas de Jos¨¦ Escolar; cinco de Victorino; cuatro de Adolfo; otras cuatro de Cuadri, tres de Palha y dos de Valdell¨¢n, Baltasar Ib¨¢n y Dolores Aguirre. Casi nada.
¡°Mire, lo m¨¢s importante es haber llegado hasta aqu¨ª, y con el convencimiento de que si un toro embiste 20 veces, soy capaz de poner la plaza patas arriba. Eso es lo que tiene m¨¦rito: el camino recorrido y el conocimiento adquirido¡±.
¡°He sufrido, pero estoy feliz; en gran parte, soy el torero que so?¨¦ de peque?o¡±
¡°En este mundo del toro te estampan un sello y lo llevas a cuestas toda la vida¡±, afirma Roble?o para explicar su situaci¨®n taurina.
Recuerda que sus comienzos fueron duros, y califica como ¡®significativa¡¯ su trayectoria como novillero. De hecho, sali¨® a hombros en Madrid, pero, tras su alternativa, ¡°ten¨ªa nombre, pero un solo festejo¡± y era una corrida de El Cura de Valverde en la localidad francesa de Ceret.
¡°Era el a?o 2000, ten¨ªa solo 20 a?os, pero sal¨ª a jugarme la vida, dispuesto a que aquellos aficionados me adoptaran como torero. Cort¨¦ dos o tres orejas, no recuerdo, pero alcanc¨¦ el objetivo. Al a?o siguiente, confirm¨¦ en Madrid con la misma ganader¨ªa, y yo cre¨ªa que merec¨ªa otro tratamiento, pero era lo que hab¨ªa. El remate fue que en 2002 cort¨¦ dos orejas a un victorino en la Feria de Oto?o y qued¨¦ encasillado¡±.
No obstante, el torero est¨¢ convencido de que har¨ªa un buen papel ante una corrida del muy comercial hierro de Juan Pedro Domecq.
¡°Solo he lidiado una en Santa Olalla de Cala, pero no estoy de sobra en un festejo con esos toros. Al rev¨¦s; quiz¨¢, sorprender¨ªa a m¨¢s de uno. Lo digo alto y claro. Lo que sucede es que la necesidad obliga. Tienes un sitio en esta corrida, te dicen, y si no lo quieres, hay una lista de espera de treinta compa?eros¡±.
Pero asegura Roble?o que no es un hombre resentido con su destino. Por el contrario, dice sentirse ¡°muy agradecido¡±. ¡°Claro que s¨ª; mi carrera est¨¢ viva gracias a esas corridas y al p¨²blico que acude a ella¡±.
Reconoce, sin embargo, que hab¨ªa imaginado una carrera diferente.
¡°Es verdad, pero, con la mano en el coraz¨®n, debo decir que, a d¨ªa de hoy soy, en gran parte, el torero que so?aba de peque?o. Y eso es muy importante¡±.
- ?Est¨¢ valorado el esfuerzo que un torero hace en estas corridas?
- ¡°Muchas tardes sales andando de la plaza o recoges una ovaci¨®n o das una vuelta al ruedo y equivale a cortar tres o cuatro orejas en otro tipo de corridas. Pero a los diez d¨ªas se ha olvidado, y el esfuerzo no tiene el premio que debiera¡±.
- ?Y se gana dinero?
- ¡°Depende a lo que llamemos ganar dinero. Puedo decir que toda la energ¨ªa que he desarrollado ante el toro no ha sido remunerada con justicia. Reconozco, sin embargo, que si ma?ana dejo de torear no tendr¨ªa necesidad de buscar un trabajo fuera del toro¡±.
¡°Soy un hombre feliz porque he conseguido hacer realidad el sue?o de mi infancia. Asunto distinto es que mi sacrificio hubiera merecido otro trato, pero no por ello estoy resentido; al contrario, al toro le debo todo lo que soy¡±.
Y no quiere acabar el refresco de naranja, que a¨²n no ha probado, sin hablar de Madrid y Ceret, las dos plazas que cimentan su carrera.
¡°Soy un torero querido y respetado por la afici¨®n de Las Ventas, y ese es un orgullo que me ha regalado esta profesi¨®n. Pesa mucho torear en ese ruedo, pero no hay mejor sitio para hacer el pase¨ªllo¡±.
Y Ceret. All¨ª triunf¨® con seis toros de Escolar en 2012 y, desde entonces, es un ¨ªdolo de la exigente afici¨®n local.
¡°Fue una propuesta m¨ªa a la comisi¨®n organizadora. Les dije que ellos eligieran los toros. Me prepar¨¦ a conciencia, incluso particip¨¦ en la marat¨®n de Madrid, y llegu¨¦ al patio de cuadrillas absolutamente concienciado de mi alta responsabilidad. Cuando vi la plaza llena, crec¨ª dos palmos. Cort¨¦ cuatro orejas, y se me abrieron las puertas de Francia¡±.
Sobre la mesa queda intacto el refresco. Han sido m¨¢s fuertes la ilusi¨®n y el sentimiento de un personaje admirable.
¡°No s¨¦ mentir como torero, y creo que la verdad te conduce al ¨¦xito. Para m¨ª es un honor que un aficionado me pare en la calle y me hable con respeto y admiraci¨®n. Eso¡ eso no tiene precio¡±.
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