Convenios y buenas intenciones para que los toros sigan en v¨ªa muerta

?Lo que emociona a un pol¨ªtico la firma de un convenio¡­! Y a dos, el doble. Coinciden en un c¨®ctel, cruzan cuatro palabras y, sin duda, a uno de ellos se le ocurre la genial idea: ?por qu¨¦ no firmamos un protocolo?

Ambos saben que el papel lo aguanta todo y a nada compromete la firma debajo de unas palabras tan sonoras como huecas. Y no lo hacen con mala intenci¨®n. Pero, por encima de todo, les subyuga protagonizar un acto p¨²blico, con periodistas y fot¨®grafos, y un hueco posterior en la liviana posteridad de la fugaz presencia en un medio de comunicaci¨®n.

No importa, incluso, que las Administraciones a las que representan estamparan en su d¨ªa un compromiso sobre el mismo asunto; es muy probable que lo desconozcan. A fin de cuentas, la memoria es flaca para todos. Lo m¨¢s serio es que la realidad demuestra que el convenio, el protocolo, la alianza, o como quieran llamar al papel, sirve para poco.

El pasado 17 de julio, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, y el alcalde de la capital, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, firmaron un acuerdo para la defensa y promoci¨®n de la fiesta de los toros.

Al parecer, nadie quiere aceptar que Madrid y Sevilla son la referencia mundial del toreo

La primera dijo que ¡°la tauromaquia es una demostraci¨®n de libertad, una prueba inequ¨ªvoca de que una sociedad es libre y madura, y que no admite tutelas morales ni pol¨ªticas¡±; y el alcalde a?adi¨® que las instituciones madrile?as vuelven a comprometerse en la conservaci¨®n y defensa de una de las facetas de la mejor cultura espa?ola. "Ante las inquietudes, los recelos y las dudas de algunos, solo tengo que decir que vivimos en una sociedad libre de la que no podemos excluir esta se?a de identidad que es la tauromaquia", subray¨®.

Es verdad que el citado convenio incluye la vuelta de la Escuela Taurina de Madrid a las instalaciones de la Venta del Bat¨¢n, y que el Consistorio madrile?o tenga presencia institucional en la plaza de Las Ventas. Pero hasta ah¨ª se puede leer. El resto no son m¨¢s que buenas intenciones.

Adem¨¢s, el convenio es innecesario: el Gobierno madrile?o aprob¨® el 7 de abril de 2011 un decreto por el que la fiesta de los toros era declarada Bien de Inter¨¦s Cultural, en la categor¨ªa de Hecho Cultural, y, por tanto, como ¡°patrimonio inmaterial de la Comunidad de Madrid¡±.

Sobran, pues, las declaraciones de amor a los toros.

Y no se entiendan estas l¨ªneas como una cr¨ªtica ¨¢cida a estos pol¨ªticos del Partido Popular. No. ?Estos son los amigos de la tauromaquia¡­! Y seguro, seguro, que les gu¨ªa un buen prop¨®sito, y no como a otros que sue?an con la erradicaci¨®n de los toros de la faz de la tierra.

El ejemplo solo es v¨¢lido para concluir el estado de soledad que padece la tauromaquia.

La Comunidad de Madrid es la propietaria de la plaza de Las Ventas, y la m¨¢xima responsable, junto a Plaza1, la empresa adjudicataria, de que sus puertas est¨¦n herm¨¦ticamente cerradas, a pesar de que ya se pueden celebrar festejos taurinos con el 75% del aforo. Todo hace pensar, adem¨¢s, que no habr¨¢ pase¨ªllo en 2020, y as¨ª lo corroboraba el pasado martes la propia plaza al anunciar la pr¨®rroga de la suspensi¨®n de los festejos ¡°hasta que se den las condiciones necesarias sanitarias que garanticen totalmente la seguridad de los espectadores¡±.

?Pero es que nadie quiere entender que Madrid es la referencia mundial del toreo y es imprescindible que suenen clarines y timbales para anunciar que la fiesta sigue viva y trasladar un mensaje de esperanza en momentos de tan creciente tribulaci¨®n?

Hay vida m¨¢s all¨¢ del beneficio econ¨®mico: la pervivencia de la tauromaquia

?Cu¨¢l es el problema? ?Econ¨®mico, tal vez? (Si se abre la plaza una tarde, ?deber¨¢ pagar Plaza1 el canon anual de 2.800.000 euros?) ?Pol¨ªtico? (?Teme D¨ªaz Ayuso una ofensiva sin cuartel de la oposici¨®n si se produjera un eventual rebrote del virus en la plaza?)

Sea como fuere, parece que el cerrojo de Las Ventas criar¨¢ ¨®xido antes de volver a la vida.

Por cierto, la presidenta madrile?a dijo en la firma del citado convenio que "dar la espalda a la primera plaza del mundo es de una gran ceguera pol¨ªtica¡±. A falta de mayor transparencia, es l¨ªcito pensar que D¨ªaz Ayuso ha olvidado pronto sus principios. O es que tiene otros¡­

Un detalle m¨¢s: el Ayuntamiento madrile?o aprob¨® el pasado d¨ªa 9 una ayuda directa de 4,4 millones de euros para apoyar el tejido cultural de la ciudad que se ha visto afectado por la? covid-19. Estas ayudas se unen a los dos millones de euros asignados por la Comunidad al mismo fin. Y en ning¨²n caso se cita la tauromaquia como sector afectado.

Este caso se repite en otras ciudades taurinas. En Sevilla, por ejemplo.

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El Ayuntamiento de la capital andaluza declar¨® en 2004 la tauromaquia como "fiesta mayor de la ciudad". Desde entonces, han cambiado el alcalde y los concejales, pero no la actitud: cari?o, s¨ª; pero pan, poquito.

Hace unos d¨ªas, Sevilla apart¨® la cantidad de 650.000 euros para el sector cultural, y tampoco aparece la fiesta de los toros entre los sectores beneficiados.

Y la propia empresa Pag¨¦s, que dirige la plaza de La Maestranza, ha errado gravemente al hacer p¨²blico en Twitter un mensaje buenista y poco afortunado que, como era de esperar, se ha vuelto contra ella.

¡°Todos los jueves de este mes de julio ¡ªdec¨ªa¡ª nos hemos acordado de nuestras entra?ables novilladas de promoci¨®n, un ciclo en el que apoyamos el futuro de la tauromaquia. La pandemia nos ha privado de ellas #VolveremosAlaMaestranza¡±.

Y le han llovido las cr¨ªticas con toda la raz¨®n. Han sido muchos los aficionados que han censurado la decisi¨®n de la empresa, incomprensible a todas las luces. ?Por qu¨¦ no se han celebrado esos festejos?

Otro faro, en la de la plaza sevillana, que permanece apagado; por cierto, con el benepl¨¢cito de la propietaria, la Real Maestranza de Caballer¨ªa, que guarda, como otros, un imperdonable silencio.

Madrid y Sevilla, Las Ventas y La Maestranza, las dos plazas de toros m¨¢s significativas del mundo¡­ Y las dos est¨¢n cerradas con el benepl¨¢cito (o el silencio c¨®mplice) de los profesionales, los pol¨ªticos taurinos, los dos Gobiernos auton¨®micos y los dos Ayuntamientos.

Y no se olvide: Isabel D¨ªaz Ayuso, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, Juanma Moreno, (presidente andaluz) y Juan Espada (alcalde sevillano) son los amigos.

Pero todos parecen olvidar que hay vida m¨¢s all¨¢ del beneficio econ¨®mico: la pervivencia de la tauromaquia. Y si se trata de un insalvable problema sanitario, ?por qu¨¦ se permite la celebraci¨®n de espect¨¢culos taurinos con un determinado aforo?

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