Puigdemont en el b¨²nker

Este libro es ¨²til: por las minutas notariales de sus di¨¢logos con el pasivo Rajoy y el comprensivo Felipe VI. Demoledor: por su v¨ªvida descripci¨®n de la miseria moral incrustada en los partidos secesionistas en el poder. Fascinante: por el descaro adolescente y la p¨ªcara habilidad t¨¢ctica del protagonista. Sobrecogedor: por su fr¨ªvolo empecinamiento partidista. Angustioso: al dividir a los catalanes en h¨¦roes, ¨¦l y ¡°la gente¡±; y un resto de desleales y traidores. Desalentador: por su relato de c¨®mo perpetra la intencionada destrucci¨®n de la institucionalidad catalana y la reduce a un ¡°b¨²nker¡± secreto que todo lo decide.

Supuesta la distancia ante toda autohagiograf¨ªa, la lectura de M¡¯explico, de Carles Puigdemont, resulta provechosa. Es un texto f¨¢cil y din¨¢mico, informal, brusco, dictado como dietario casi cotidiano durante todo su mandato como presidente de la Generalitat de Catalu?a al periodista afecto Xevi Xirgo: desde su investidura, el 10 enero de 2016, a su huida a Bruselas, tras la ef¨ªmera declaraci¨®n de independencia del 27 de octubre de 2017. Salpimentado de an¨¦cdotas, chismes y episodios donde aflora tambi¨¦n un atractivo personal, de factura populista: su propensi¨®n a tocar la guitarra en momentos clave, sus vacaciones en un camping, su facilidad trumpista para fabricar lemas.

Esta memoria del bienio corto de Puigdemont parte de su autorretrato al modo de h¨¦roe griego. Encadenado a un mandato trascendente (pero no de la mayor¨ªa social), ejerce su misi¨®n activista (volcar el autonomismo en secesi¨®n) por encima de cualquier rev¨¦s, riesgo o flaqueza ajena, incluso propia: ¡°Yo he venido a conseguir la independencia¡±, ¡°soy un instrumento¡±; ¡°he venido a romperme la cara o que me la rompan¡±; ¡°solo nos queda poner la directa¡±; ¡°vamos al Everest, vamos a por todas, y si no subimos, moriremos en el intento¡±.

A cualquier precio, aunque se sienta ¡°solo¡±, ¡°dolido¡± y ¡°abandonado¡± y tildado de ¡°radical¡± por los suyos, no en vano sacrifica el nacionalismo moderantista de la Converg¨¨ncia a la que pertenece con disimulo (es admirador de Jordi Pujol) en el altar sacrificial de la complicidad con la CUP, llave de su mandato. Aunque dice sorprenderse por la dureza del Estado al reprimir la insurgencia, es consciente, muy de antemano, de su coste social: ¡°Puede pasar cualquier cosa¡±, ¡°la gravedad de la situaci¨®n es palpable¡±; ¡°estamos poniendo en riesgo la vida de mucha gente¡± (como le advierte un informe amigo en secreto); ¡°si [desde el Gobierno] deciden seguir, ser¨¢ una carnicer¨ªa¡±, de la que se lava las manos (el d¨ªa del refer¨¦ndum). Y de su coste personal: se atisba a s¨ª mismo ¡°en la c¨¢rcel, insolvente y con fama de enajenado¡±.

Lo grandioso de este texto explicativo es que deja inexplicado el fundamento estrat¨¦gico pol¨ªtico y moral del gambito en que basa su mandato: la vuelta a la pantalla pasada del refer¨¦ndum, cuando el argumento indepe sosten¨ªa que ya se hab¨ªa celebrado con ¨¦xito (el 9-N de 2014), y de ello derivaba el ¡°mandato¡±, la legitimidad de la secesi¨®n. Solo se acoge al tacticismo de que su repetici¨®n ser¨ªa capaz de seducir a m¨¢s gente (aunque ignora las grandes manifestaciones de la oposici¨®n, y desprecia a sus l¨ªderes). Y lo emplea con resultado de enga?o.

A la CUP, como consulta unilateral, para que apoye sus presupuestos. A los comunes, como propuesta de refer¨¦ndum acordado con el Gobierno para que aunque ¡°nosotros ya sabemos que acabaremos haci¨¦ndolo as¨ª¡±, pues ¡°es evidente que no ser¨¢ pactado con Espa?a¡±, el objetivo es que luego, al fracasar, ¡°puedan asumir el proceso constituyente¡±. Al Gobierno: las 46 reclamaciones negociadoras que presenta (1-12-2016) a Mariano Rajoy ¡°no son para negociar¡± pues el refer¨¦ndum ¡°es innegociable¡±. A la sociedad civil catalana: porque la g¨¦nesis de ese memorial de agravios es aviesa: ¡°Se trata de ir con muchas propuestas concretas para demostrar que en Madrid no propondr¨¢n nada; hemos de acallar (?!) a los empresarios (¡­) que nos piden di¨¢logo demostrando que es Madrid quien no quiere ese di¨¢logo¡±.

C¨®nclaves de consejeros, parlamentarios, visitantes nocturnos, expertos y activistas de variado pelaje sustitu¨ªan a las instituciones de autogobierno

Pese a emplear esas t¨¢cticas de discutible lealtad, Puigdemont se queja de recibir deslealtades m¨²ltiples en forma de filtraciones period¨ªsticas y obst¨¢culos a la celeridad que pretende imprimir al proc¨¦s¡­ de aquellos a quienes preside. Sobre todo de Esquerra y su l¨ªder, Oriol Junqueras. Hasta en 41 pasajes le reprocha silencios, deslealtades y traiciones: es ¡°un vicepresident desleal¡±; ¡°no para de dinamitarlo todo¡±, ¡°quieren hacerlo saltar todo por los aires¡±; ¡°me acompa?an d¨¢ndome pu?aladas¡±. Pero tambi¨¦n a la CUP y a los (entonces) suyos, Marta Pascal y Santi Vila. As¨ª que la fractura en el bloque indepe no es de hoy, con su protegido Quim Torra, sino antigua y sist¨¦mica, como radiograf¨ªa su exjefe de campa?a Toni Aira en su interesante libro L¡¯altra guerra de successi¨® (Catarata, 2020). El president tambi¨¦n fomenta delaciones de fieles contra infieles. Y se empe?a en destruir a quienes han intentado mediar con Rajoy: el lendakari Urkullu, el arzobispo Omella y Jorge Moragas ¡°lo ten¨ªan todo planificado, han conseguido lo que quer¨ªan, era una farsa (¡­) solo quer¨ªan hacernos parar [la declaraci¨®n de independencia], pero a cambio de nada¡±.

El relato intenta cortinas de humo sobre su marcha atr¨¢s, el 26 de octubre, en la convocatoria de elecciones para impedir la aplicaci¨®n del 155, asegurando que Rajoy no le daba las garant¨ªas ¡°escritas¡± requeridas. Pero de hecho confirma que la apelaci¨®n a las garant¨ªas fue un invento paliativo posterior, como ya estableci¨® el mejor y m¨¢s madrugador relato de Santi Vila (De h¨¦roes y traidores, Pen¨ªnsula, 2018): se retranque¨® porque le acusaban de traici¨®n: ¡°Me har¨¢n pasar por el gran traidor¡±. Reconoce por escrito que ¡°el d¨ªa anterior¡± a la declaraci¨®n de independencia ¡°lo hab¨ªamos pactado¡± (convocar elecciones). Al punto que en la madrugada instru¨ªa a su jefe de gabinete, Josep Rius: ¡°2.33. Convocar¨¦ elecciones. Ma?ana [por hoy] a las ocho, todos all¨ª¡±.

Ese ¡°todos¡± equival¨ªa a los c¨®nclaves multiformes de consejeros, parlamentarios, visitantes nocturnos, expertos y activistas de variado pelaje que sustitu¨ªan en clave asamble¨ªsta a las instituciones de autogobierno. Deterioraban a la Generalitat, anulaban la rendici¨®n de cuentas, cercenaban las instituciones. En unos casos era un ¡°equipo de coordinaci¨®n que estar¨ªa al tanto de todo¡±; en otros un grupo secreto de ¡°cuatro personas de la m¨¢xima confianza¡± que elaboraba informes reservados; a veces el ¡°estado mayor del proc¨¦s¡± que nunca sal¨ªa bien; o una ¡°comisi¨®n de enlace secreta¡± con los comunes¡­ Y lo definitivo: el ¡°b¨²nker¡± de siete individuos inmune a las filtraciones, as¨ª bautizado desde el 15-4-2017 porque ¡°ha de ser como un b¨²nker¡±, en el que nada menos se ultimaba ¡°la preparaci¨®n de todas las acciones que se ir¨¢n llevando a cabo¡± hasta el refer¨¦ndum. Era el supremo ¨®rgano decisorio. Secretista, desconocido, de composici¨®n an¨®nima, jam¨¢s elegido. Esa democracia.

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Autores: Carles Puigdemont y Xevi Xirgo.

Traducci¨®n: Ignacio G¨®mez Calvo, Francisco Jos¨¦ Ramos Mena y Efr¨¦n del Valle Pe?amil.

Editorial: Plaza y Jan¨¦s, 2020 y e-book (9,99 euros).

Formato: tapa dura (712 p¨¢ginas, 21,90 euros).

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Autores: Carles Puigdemont y Xevi Xirgo.

Editorial: La Campana (en catal¨¢n), 2020.

Formato: tapa dura (680 p¨¢ginas, 21,90 euros) y e-book (9,99 euros).

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