?D¨®nde vuela la gaviota?
?lex Rigola dirige en La Abad¨ªa una versi¨®n muy libre del cl¨¢sico de Ch¨¦jov, un tanto abreviada pero con un reparto poderoso
A mediados de marzo, en v¨ªsperas del estreno de La gaviota en la Villarroel barcelonesa, estall¨® la pandemia y se cerraron los teatros. Seis meses despu¨¦s, ?lex Rigola estren¨® en La Abad¨ªa de Madrid una versi¨®n libre de La gaviota, donde ahora est¨¢. Para mi gusto, megalib¨¦rrima. Ejemplo: que cada personaje sea chejoviano con mezcla de int¨¦rprete real (nombre incluido) y peripecia imaginaria, como en este montaje, me l¨ªa m¨¢s que otra cosa. Dir¨ªa que eso le suele pasar a Rigola con algunas de sus ¡°versiones libres¡± por razones que no siempre adivino. O todo lo contrario: el Vania en cajita (2017), por ejemplo, la clav¨®. A mi juicio, en cambio, la lectura loca de Un enemigo del pueblo, de Ibsen, en el Pav¨®n se le sali¨® por extra?as calles. Dicho de otra manera: que no hab¨ªa por d¨®nde cogerla.
Y a menudo pasa todo lo contrario: Rigola atrapa una historia real, la hace suya, la reinventa, y notas en el acto que te sale del coraz¨®n. Quiz¨¢s el caso m¨¢s pr¨®ximo sea Un pa¨ªs sin descubrir, que ahora est¨¢ en catal¨¢n en el Poliorama, y en noviembre llegar¨¢ tambi¨¦n a La Abad¨ªa, y no hay que perd¨¦rselo. En cambio, de su versi¨®n de La gaviota me gustan mucho los trabajos de los int¨¦rpretes, pero no del todo los papeles que les han repartido. Nao Albet e Irene Escolar son demasiado poderosos. Estupendos actores, pero creo que les falta texto, trayectoria. No acabo de ver sus dolores. Veo sacudidas de ansiedad, aunque no tengo claro de d¨®nde brotan. No son perdedores. Nina tiene ¨¦xito como actriz (en teatro, cine, televisi¨®n) y Tr¨¦plev como joven dramaturgo y artista. ¡°Estrenas una obra casi cada a?o¡±, creo que le dice Masha. Entre los diversos cambios de Rigola est¨¢ el rebautismo: Irene Escolar es Nina, Nao Albet es Tr¨¦plev, Masha es Roser Vilajosana, y as¨ª todos: tampoco contribuye a aclarar los nombres. Pero los aut¨¦nticos problemas de Tr¨¦plev parecen ser con Arkadina, su madre (M¨®nica L¨®pez), y Trigorin (Pau Mir¨®), el rival, escritor y dramaturgo. Por cierto, Trigorin (autor y director) tiene en dos frases un autoretrato estupendo: ¡°Intento compartir dudas y miedos, pero todo lo que escribo me suena a copia¡±.
No he escuchado t¨¦rminos tan bien cuajados en la boca de Nina ni en la de Tr¨¦plev. No veo perdida a Nina, ni sin amor. Me gustar¨ªa saber m¨¢s de ella. No la que cre¨® Chejov, sino la Nina rigoliana. No veo el desgarro que lleve a Tr¨¦plev al abismo. Escolar y Albet habr¨ªan bordado esos personajes, porque tienen talento sobrado. Todo el reparto lo tiene. Y me pregunto por qu¨¦ ha pegado Rigola tajos aqu¨ª y all¨¢. Masha tambien hubiera sido una Nina posible, del mismo modo que Escolar, puro poder¨ªo, fue una admirable Sonia en su emotiva creaci¨®n del Vania montado con ol¨¦ por Rigola. Aplaud¨ª tambi¨¦n el retorno har¨¢ unos meses de M¨®nica L¨®pez, que estuvo soberbia en sus Germanes de Wajdi Mouawad, mano a mano con Llu?sa Castells, en el Tantarantana, aunque tambi¨¦n me falta profundidad en su amor con Trigorin. Hablando de Trigorin, en este montaje, tanto ¨¦l como Tr¨¦plev parecen pasar a primer t¨¦rmino sus l¨ªos profesionales m¨¢s que sus anhelos amorosos. V¨¦ase a Tr¨¦plev clichando a su madre (fragmento): ¡°Ella es buena, pero se ha apalancado en un tipo de teatro que a m¨ª, la verdad, no me despierta ningun inter¨¦s. Hace un teatro infantil para adultos, disfrazados y poniendo vocecitas para darle al p¨²blico todo bien masticado, para que sepa d¨®nde tiene que re¨ªr o d¨®nde estar triste¡±.
Xavi S¨¢ez (Sorin), otro pedazo de actor, con un retrato de M¨®nica que da mucho de s¨ª: ¡°Lo que le pasa es que siente celos de que Irene haga de Nina¡±. Sorin se autorretrata como una mezcla muy veros¨ªmil de iron¨ªa y enfermedad. O cuando (esto es, obviamente, un golpe de gracia de Rigola) se describe como ¡°un neoyorquino de Malasa?a¡±. Masha empieza a ser narradora en la segunda parte. Prefiero ver las ideas a que me las cuenten, pero hay otro doble bravo para Rigola y Masha: cuando ella anticipa lo que ha sucedido (o puede suceder). Masha podr¨ªa contarnos al menos un momento de historia de amor.
Y una pregunta que puede ser banal pero me intriga: ?por qu¨¦ las frases microfonadas pasan de golpe a voces desnudas?
Creo que esta gaviota ganar¨¢ mucho poder¨ªo a medida que avancen las funciones. Y vuele el p¨¢jaro.
La gaviota. Texto: Ant¨®n Ch¨¦jov. Versi¨®n y direcci¨®n: ?lex Rigola. Teatro de la Abad¨ªa. Madrid. Hasta el 4 de octubre.
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