El camino a ninguna parte del puente abandonado en la selva amaz¨®nica
El documental 'Suspensi¨®n', del colombiano Sim¨®n Uribe, reflexiona sobre el conflicto entre el instinto depredador humano y la rotunda resistencia de la naturaleza
Para rodar la odisea de Fitzcarraldo (1982), en la que un irland¨¦s obsesionado con la ¨®pera se empe?a en construir un teatro en medio de la selva, el director Werner Herzog enfrent¨® en la Amazonia peruana tantas o m¨¢s vicisitudes que su protagonista. Algo similar le ocurri¨® a Sim¨®n Uribe, cineasta y ge¨®grafo colombiano, cuando comenz¨® a grabar en 2013 en las selvas del sur de su pa¨ªs, en el piedemonte amaz¨®nico, el documental Suspensi¨®n. En ¨¦l, observa las realidades en torno a un gigantesco puente de cemento abandonado y a medio construir.
La intenci¨®n original de esta ambiciosa infraestructura era la de contactar por carretera San Francisco y Mocoa, en el bajo Putumayo, para dar un impulso econ¨®mico a la regi¨®n y sustituir la precaria v¨ªa que recorre la zona. Durante generaciones, pol¨ªticos e ingenieros han intentado dominar un ¨¢rea de compleja orograf¨ªa y enorme biodiversidad. Tambi¨¦n ha sido el deseo de evangelizadores. Los frailes capuchinos de Barcelona impulsaron la creaci¨®n de las actuales y peligrosas carreteras de la zona, para promover ¡°la civilizacio?n de los salvajes¡±. As¨ª cita Uribe en la investigaci¨®n doctoral que escribi¨® sobre ¡°un paisaje pr¨¢cticamente vertical, dif¨ªcil de narrar en palabras¡±. Por eso decidi¨® convertirlo en su primer largometraje, contado esta vez desde el punto de vista de los que habitan en torno a esta paradoja de hierro y piedra.
El intento de puente sigue, a?os despu¨¦s, a medias, marcando el camino a ninguna parte y convertido en curiosidad para entretener a turistas. Hace tiempo que la financiaci¨®n p¨²blica se agot¨® ante la resistencia de la monta?a. En esa parte del mundo, la naturaleza se ha impuesto a la voluntad humana. Para registrar todas las met¨¢foras que despierta esa creaci¨®n inacabada, el equipo de la pel¨ªcula enfrent¨® la misma incertidumbre que los habitantes del lugar. ¡°Siempre hay algo de odisea en un rodaje. Y todav¨ªa m¨¢s cuando se trata del g¨¦nero documental, donde no hay un guion cerrado como en la ficci¨®n¡±, admite Uribe al otro lado de la pantalla en una conversaci¨®n de Zoom, mientras su pel¨ªcula se proyecta en el Open City Documentary Film Festival de Londres. La cinta, que tambi¨¦n compite a premio este 4 de octubre en el Festival de Cine de Biarritz Am¨¦rica Latina, comparte con el cl¨¢sico de Herzog parte de su tem¨¢tica. En concreto, ¡°esa obsesi¨®n humana por conquistar la selva¡± y, en menor medida, el fantasma del colonialismo.
Para abordar la versi¨®n audiovisual de su investigaci¨®n, el director se rode¨® de un vers¨¢til grupo de productores y t¨¦cnicos que, adem¨¢s de experiencia en el cine, cuentan con formaci¨®n en campos como la antropolog¨ªa, la sociolog¨ªa y la geograf¨ªa. Era una forma de asegurar po¨¦tica sin renunciar a la veracidad a lo que antes era un documento acad¨¦mico. ¡°Quer¨ªamos otorgar a la naturaleza un lugar distinto en la narrativa y transmitir otra forma de entenderla de la que habitualmente se ve en el cine, donde a menudo aparece de fondo, como mero aliciente est¨¦tico¡±, explica el colombiano. ¡°Es una de las zonas donde m¨¢s llueve en el mundo. Los vientos amaz¨®nicos chocan con las monta?as. Hay derrumbes constantes sobre las viejas carreteras y se genera una bruma muy especial. Los humanos quedan muy peque?os comparados con el paisaje; su presencia es ef¨ªmera ante la imponente naturaleza¡±.
Tanto es as¨ª que, a?os despu¨¦s de finalizar el rodaje, el puente empieza a ser engullido por la selva. ¡°En cierto modo, esa creaci¨®n humana regresar¨¢ a su estado natural, ya que el cemento no deja de ser piedra de los r¨ªos¡±, reflexiona el cineasta.
La violencia de la colonizaci¨®n y la usurpaci¨®n de las tierras que pertenec¨ªan a las comunidades ind¨ªgenas solo aparece como tema secundario en la pel¨ªcula. ¡°Es un asunto que es parte de la historia de Colombia y por eso mismo ha sido a menudo contado en el cine. Nos resultaba m¨¢s interesante centrarnos de esa parte de la violencia que es estructural y, por tanto, invisible. Hay un momento del documental en el que se dice que es m¨¢s agresiva para este lugar del mundo la presencia de esa carretera que la de las FARC¡±, cuenta en referencia a la guerrilla que ha controlado por la fuerza parte de la selva colombiana durante d¨¦cadas.
El posible reinicio de las obras que ha llegado a anunciar el Gobierno Colombiano preocupa a conservacionistas y l¨ªderes ind¨ªgenas. Los c¨¢lculos m¨¢s optimistas no ven el puente finalizado antes de 2030. Para el director de Suspensi¨®n, el futuro de la carretera sigue siendo muy incierto. ¡°Que este proyecto est¨¦ siempre en construcci¨®n favorece a los pol¨ªticos, porque lo convierten en una eterna promesa electoral. Lo ven como una oportunidad para hacer pol¨ªtica de la ilusi¨®n. Seguramente se haga otro tramo y vuelva a abandonarse¡±, opina.
Babelia
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