Analizamos la PlayStation 5: Sony se apunta al carro de la potencia con una gran consola
La m¨¢quina de sobremesa de la marca nipona llega para revolucionar el mundo del videojuego y plantar cara en la guerra por el ocio interactivo
Dec¨ªa el escritor chileno Roberto Bola?o, en una entrevista inusualmente personal, que lo que ¨¦l sent¨ªa por los libros era ya una obsesi¨®n: ¡°compro libros y ni siquiera los leo¡±, dec¨ªa el escritor chileno. ¡°Los acaricio¡±. Ese ritual de mimo y respeto del autor de 2666 rubricaba un hecho fundamental: que, para ¨¦l, los libros no eran un complemento, sino el elemento vertebrador de su vida.
Los amantes de los videojuegos sentimos algo parecido cuando llegan las nuevas generaciones de consolas. Un evento circular que, como si fuera un cometa recurrente, viene cada seis o siete a?os a alterar el ecosistema del ocio digital. No hace falta jugar para saber que estamos ante algo especial. Basta con mirar la caja, sacar la consola de su envoltorio, encenderla y ver c¨®mo suena el motor para so?ar con todo lo que tiene dentro. Esta vez no podr¨ªa haber tra¨ªdo mayor alegr¨ªas. Ayer se levantaban los embargos de las consolas de Microsoft. Hoy pasa lo propio con la m¨¢quina de Sony: la Play Station 5. La guerra de las consolas tiene una nueva batalla, que dirimir¨¢ qui¨¦n es el rey del ocio interactivo durante los cinco, seis, siete a?os que durar¨¢ esta generaci¨®n.
Lo primero es lo primero. En cuanto al dise?o, hay que reconocer que la nueva apuesta de Sony es una marcianada: la PlayStation 5 se aleja de los tonos apagados de sus predecesoras, y entre la sobriedad de la PlayStation 4 y las zonas brillantes de la 3, opta por esta ¨²ltima opci¨®n. Se puede pensar que lo excesivamente moderno acaba volvi¨¦ndose viejo, pero lo que no se puede negar es que esta apuesta de dise?o epata al principio pero acaba sufriendo con el tiempo. Hablamos de cinco, seis o siete a?os de ara?azos, de polvo acumulado en los pliegues de pl¨¢stico, de problemas con la peana circular, que es un elemento aparte y sostiene el aparato si queremos mantenerlo tumbado.
En lo que el dise?o, adem¨¢s de ser rompedor, s¨ª da en el clavo, es en el mando. Cuando se miran los mandos de la PlayStation 4 y de la 5, no hay duda de cu¨¢l es m¨¢s moderno; pero cuando se cogen y se sienten, entonces no hay duda de cu¨¢l es mejor. La vibraci¨®n de este nuevo dual sense es exquisita, se vertebra por toda la superficie del control y acompa?a con una casi infinita escala de matices todo el movimiento que los juegos nos quieren trasladar. No solo es un acierto, es la sublimaci¨®n de muchas mec¨¢nicas: la pantalla t¨¢ctil (el gigantesco bot¨®n plano en medio del mando) es mayor y m¨¢s eficaz; el traslado de movimientos al girarlo o inclinarlo es lo que una vez so?¨® con ser el control de la Wii; la firmeza de los brazos y la precisi¨®n de los gatillos y botones es inigualable. La m¨¢quina de Sony costar¨¢ 499 euros (la versi¨®n facilitada por Sony a EL PA?S) y, aunque no tendr¨¢ versiones menos potentes, s¨ª habr¨¢ una opci¨®n m¨¢s barata que carece de lector de disco (solo se podr¨¢ jugar con juegos descargados digitalmente) y que costar¨¢ 399.
En el plano meramente t¨¦cnico, la consola japonesa tiene 825 GB de memoria interna y una arquitectura AMD RDNA 2 personalizada con una memoria RAM de 16 GB. Es decir, como dec¨ªamos ayer con la Xbox Series X, es una consola t¨¦cnicamente soberbia. Hace un a?o nadie sab¨ªa qu¨¦ eran los Teraflops, pero parece que hoy son lo que mide el progreso t¨¦cnico. Pues bien, la PS5 tiene 10,28. Aunque a muchos no le digan nada (los Teraflops son b¨¢sicamente el n¨²mero de operaciones matem¨¢ticas por segundo que son capaces de realizar), se puede contextualizar compar¨¢ndolos con los 1,8 que alcanzaba la PS4 y los 4,2 que llegaba a tener en su versi¨®n PRO. Es un salto cualitativo importante, que en el plano jugable se resume en mejores texturas, menos tiempos de cargas y una experiencia muy fluida.
Entrando en el terreno de los juegos, si dec¨ªamos ayer que Microsoft hab¨ªa optado por un ecosistema de juegos integrados, Sony es m¨¢s conservadora en ese sentido, y sus apuestas son los juegos exclusivos. Los vendeconsolas. Aldabonazos en el mundo virtual en torno a los cuales pivotan las conversaciones el mundo de los videojuegos. Es la estrategia que llevan siguiendo a?os y la que les ha aupado como consola m¨¢s vendida. En ese sentido, es muy valiente la apuesta de la compa?¨ªa de estrenar esta consola con el Spiderman protagonizado por Miles Morales. Es valiente porque el anterior juego de Spiderman, del que este es secuela directa, sali¨® al mercado hace a?o y medio, con lo que es f¨¢cil comparar, casi en tiempo real, el apartado visual de un juego que exprim¨ªa toda la potencia de la PS4 con un juego que solo rasca la superficie de la PS5. La diferencia, evidentemente, no es abismal, pero las iluminaciones, las texturas, el propio mundo que la nueva m¨¢quina puede mover dan una visi¨®n muy esperanzadora de lo que la PS5 puede conseguir durante esta generaci¨®n que ahora arranca. Y ese Spiderman solo es un aperitivo. Cuando la consola llegue al mercado, el pr¨®ximo d¨ªa 19, lo har¨¢ adem¨¢s acompa?ada del remake del Demon's Souls, uno de los juegos m¨¢s esperados por la comunidad gamer. Artiller¨ªa pesada para el lanzamiento.
Nosotros, como Bola?o, acariciamos la consola, la olemos, la o¨ªmos, la sentimos. Pero tambi¨¦n la jugamos, y entonces comprobamos que Sony ha presentado una consola magn¨ªfica, intuitiva, c¨®moda, extravagante pero muy potente y con un cat¨¢logo de juegos que promete ser insuperable. Sony ha dado un paso adelante en cuanto a la potencia de su m¨¢quina. Y los jugadores nos alegramos mientras nos balanceamos entre los rascacielos de Nueva York jugando como Spiderman.
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