Infortunio, una comedia bufa y alguna alegr¨ªa de un ins¨®lito a?o taurino

Todo estaba preparado para el feliz inicio de la temporada, cuando el suelo se abri¨®, y el asombro, el miedo y la incertidumbre se apoder¨® de un sector cogido por alfileres y una afici¨®n acostumbrada a las decepciones pero no a un terremoto de las proporciones de la pandemia.

Eran los primeros meses de 2020.

Se hab¨ªa anunciado que Joselito El Gallo ser¨ªa el protagonista de la programaci¨®n cultural de la Feria de San Isidro; estaban en la calle los carteles de la Feria de Abril; la Magdalena y Las Fallas engrasaban el cerrojo de la puerta de cuadrillas; Sim¨®n Casas anunci¨® que hab¨ªa contratado a Jos¨¦ Tom¨¢s para Nimes, y los carteles de San Isidro se estaban cocinando.

Y, de pronto, la oscuridad lo cubri¨® todo, y la incredulidad inicial dio paso a la resignaci¨®n. El a?o 2020 se presentaba como el m¨¢s dram¨¢tico de la historia de la tauromaquia. Y as¨ª fue.

Los ministros de Cultura y Trabajo, protagonistas de la temporada taurina

Se suspendieron las ferias, las combinaciones isidriles no llegaron a conocerse, se cerraron las plazas, los toreros colgaron los trajes de oro y plata, los toros se dispusieron a sestear en las dehesas entre la desesperaci¨®n de los ganaderos, y el miedo se expandi¨® como la p¨®lvora por todo el mundo taurino.

En el mes de abril ya se hab¨ªan cancelado 90 espect¨¢culos, y se dijo que las cuadrillas hab¨ªan perdido 2 millones de euros. Picadores y banderilleros remitieron una carta a las Secretar¨ªas de Empleo y Seguridad Social en la que expon¨ªan su desamparo laboral al no poder acogerse a las medidas de protecci¨®n aprobadas por el Gobierno como consecuencia del estado de alarma.

D¨ªas m¨¢s tarde, los toreros acusaban al Gobierno de discriminaci¨®n al no reconocerles su condici¨®n de artistas de espect¨¢culos p¨²blicos, de acuerdo con un decreto ley de 1985.

Comenzaron las protestas. Los paseos taurinos de los toreros en distintas ciudades desembocaron, primero, en una concentraci¨®n ante la sede del Ministerio de Trabajo y, despu¨¦s, en un escrache violento a la ministra Yolanda D¨ªaz en Toledo.

Mientras tanto, camiones y camiones de toros bravos acabaron en el matadero, a 350/400 euros por ejemplar, ante la insostenible situaci¨®n econ¨®mica de sus criadores.

En fin, que no hab¨ªa llegado el verano y el sector taurino estaba hundido, noqueado y sin capacidad de movimiento.

Este fue el infortunio.

Ambos, con la colaboraci¨®n especial de Podemos, en la persona de Pablo Iglesias, han encabezado la mayor y m¨¢s grave ofensiva pol¨ªtica contra la fiesta de los toros.

Rodr¨ªguez Uribes se ha movido en el filo de la navaja, entre la educaci¨®n y la atenci¨®n debida a un gran colectivo con problemas y la firme decisi¨®n de no aportar un grano de arena a la recuperaci¨®n de la tauromaquia. Se ha reunido varias veces con Victorino Mart¨ªn, presidente de la Fundaci¨®n Toro de Lidia, ha repartido cordiales codazos, buenas palabras y deseos fraternales, pero nulo ha sido su apoyo. Un hombre atento y educado, convencido en el fondo, quiz¨¢, de que la fiesta de los toros no merece m¨¢s atenci¨®n que la que aconseja la cortes¨ªa.

Lo de la ministra de Trabajo ha sido m¨¢s grave. No solo no se ha reunido con el sector, sino que su departamento ha negado sistem¨¢ticamente a los toreros cualquier tipo de ayudas de las que aprob¨® el ejecutivo para los trabajadores afectados por la pandemia.

La pandemia ha permitido la uni¨®n del sector por vez primera en la historia

El Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE) deneg¨® la inmensa mayor¨ªa de las solicitudes de prestaciones presentadas (algunas delegaciones provinciales aprobaron no m¨¢s de diez antes de las directrices en contra emitidas por el ministerio), lo que ha dado lugar a reclamaciones y querellas judiciales a¨²n pendientes de resoluci¨®n.

Como la ministra no se ha dignado explicar los motivos de su decisi¨®n, hay que colegir que lo ha hecho por razones ideol¨®gicas: no le gustan los toros y punto.

Bien es cierto, no obstante, que el pasado 3 de noviembre el consejo de ministros aprob¨® ¡°una prestaci¨®n extraordinaria por desempleo para los trabajadores m¨¢s vulnerables del sector taurino¡±, que incluir¨ªa tres pagos: noviembre, diciembre y enero.

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Seg¨²n cuenta Antonio Jos¨¦ Mart¨ªnez Marcos, asesor jur¨ªdico de la Uni¨®n Nacional de Picadores y Banderilleros (UNPBE), ninguno de los solicitantes ha cobrado mensualidad alguna todav¨ªa; y lo que es peor: a estas alturas del a?o, el Gobierno sigue sin reconocer a los toreros su condici¨®n de ¡°artistas en espect¨¢culos p¨²blicos¡±, como recoge expresamente el decreto ley 1435/1985 de 1 de agosto.

Pero como todo no iban a ser penas, el a?o 2020 proporcion¨® una alegr¨ªa: hubo toros; pocos, pero hubo, lo que supuso un logro importante porque el convencimiento general en primavera es que no se abrir¨ªa una sola plaza de toros.

El sector taurino se uni¨® por vez primera en la historia, hizo de tripas coraz¨®n y alumbr¨® la llamada Gira de Reconstrucci¨®n, -manifiestamente mejorable-, 21 festejos en plazas de segunda y tercera, de los que se han celebrado (en familia, eso s¨ª) 19, y ha servido para mostrar que la fiesta est¨¢ viva, y para reconstruir el canal Toros de Movistar ante sus abonados. Es verdad, no obstante, que sin el patrocinio televisivo no hubiera sido posible la celebraci¨®n de esos espect¨¢culos.

Algo es algo, pero poco.

Despu¨¦s del parto de la Gira, nada, cuando se esperaba que toreros, ganaderos y empresarios se sentaran en torno a una mesa y no se levantaran hasta dise?ar una nueva tauromaquia para el siglo XXI, y una estrategia para exigir al Gobierno un trato justo, de acuerdo con lo que determina la ley y la Constituci¨®n.

Y una nota final: la comedia patrocinada por el Gobierno ha contado con unos secundarios de lujo: las Comunidades Aut¨®nomas (las supuestamente taurinas, se entiende). Al igual que Rodr¨ªguez Uribes, presidentes socialistas y populares han repartido codazos, pero poco pan. Muchas sonrisas, pero migajas presupuestarias para el mundo del toro.

A la temporada 2020 la acaban de arrastrar las mulillas. Lo que no est¨¢ claro es si en los corrales permanecen el infortunio y la comedia, o si las alegr¨ªas continuar¨¢n en el siguiente toro¡­