El Supremo anula la venta de las 97 obras de Sijena a Catalu?a

El largo litigio por la propiedad de las 97 obras del monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca), que ha enfrentado durante a?os a las comunidades de Arag¨®n y Catalu?a, ha llegado a su fin. El Pleno de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo hizo p¨²blica ayer la sentencia en la que determina que las obras son propiedad de las monjas de la Orden Sanjuanista del Monasterio de Sijena y que se quedan en este monasterio oscense, ordenando la p¨¦rdida de los dep¨®sitos constituidos en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) y el Museo de Lleida. La resoluci¨®n, que termina con el recorrido legal de esta disputa, corrobora las sentencias de primera instancia de 2015 y de la Audiencia Provincial de 2017 que declararon nulas las operaciones de venta entre las monjas de Sijena ¡ªinstaladas en Catalu?a desde 1970¡ª y la Generalitat y el MNAC. Ante esta sentencia solo cabr¨ªa un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional si una de las partes considera vulnerado alguno de sus derechos fundamentales.

Los magistrados del Supremo se reunieron el 25 de noviembre para decidir sobre los recursos presentados por Generalitat, MNAC y Museo de Lleida tras la sentencia de 2017 que oblig¨® al regreso a Huesca de las 97 obras, repartidas entre el MNAC (53) y el Museo de Lleida (44). Entre ellas figuran objetos de la vida cotidiana de las monjas, como ropa, menaje, ajuar lit¨²rgico y libros; pero tambi¨¦n piezas de gran valor, como tres cajas funerarias de madera pintada de algunas de las prioras y monjas del siglo XV, elementos arquitect¨®nicos como puertas policromadas o esculturas de alabastro del escultor Gabriel Joly.

Sijena: un tesoro entre monjas y pol¨ªticos

El alto tribunal, que realiza en 130 folios un recorrido por este largo proceso, desde junio de 1995, cuando se modificaron los l¨ªmites de la di¨®cesis de Barbastro y de Lleida, aportando fechas, nombres y documentos b¨¢sicos, considera ¡°probado que los bienes formaban parte del tesoro art¨ªstico del monasterio de Sijena en la fecha que fue declarado Monumento Nacional [1923], por lo que la protecci¨®n de tal declaraci¨®n debe extenderse tambi¨¦n a ese tesoro art¨ªstico¡±. Sin embargo, la Sala no comparte la causa de la nulidad que esgrimi¨® la Audiencia de que estas obras al estar protegidas puedan calificarse como ¡°bienes fuera de comercio¡±.

No obstante, para el Supremo, ¡°aunque los contratos de compraventa litigiosos cumplieron los requisitos de la legislaci¨®n can¨®nica, no se cumplieron los requisitos adicionales de la legislaci¨®n civil. En concreto, la Orden del Monasterio de Valldoreix no ten¨ªa facultad para disponer de esos bienes, ya que la Orden de Sijena, con personalidad jur¨ªdica can¨®nica y civil propia y patrimonio independiente, era quien ostentaba civilmente la propiedad de los bienes vendidos¡±.

Seg¨²n los magistrados, ¡°no consta ninguna documentaci¨®n formal del que resulte la fusi¨®n o integraci¨®n en una ¨²nica persona jur¨ªdica de los Monasterios de Sijena y de Valldoreix¡±. Por eso, ¡°aunque los contratos impugnados no sean radicalmente nulos hemos concluido que carecieron de todo efecto traslativo, pues los compradores no devinieron propietarios, porque no lo era el transmitente¡±, afirman.

El Supremo, que llama la atenci¨®n a los demandantes por la extensi¨®n, superior a los 25 folios, de sus recursos, que ¡°complican la administraci¨®n de la justicia¡±, se?ala que estos museos ¡°no ten¨ªan el bien en disputa a t¨ªtulo de due?o, sino en concepto de dep¨®sito¡±. Tras la sentencia de 2015 las obras fueron devueltas a Sijena en dos tandas. En julio de 2016, los 51 objetos del MNAC de Barcelona (dos se extraviaron). Las 44 restantes salieron del museo de Lleida en diciembre de 2017, cuando, en plena aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n en Catalu?a, el juez mand¨® a la Guardia Civil a por las obras, tras negarse la Generalitat a entregarlas.

Tras la sentencia de 2015 las obras fueron devueltas en dos tandas: en julio de 2016 los 51 objetos del MNAC de Barcelona (dos se extraviaron), entregadas tras la petici¨®n del juez de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Huesca. Y las 44 restantes solo salieron del museo de Lleida en diciembre de 2017, cuando, en plena aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n en Catalu?a, el juez mand¨® a la Guardia Civil a por las obras, despu¨¦s de que la Generalitat asegurara que no las entregar¨ªa hasta que no hubiera sentencia firme.

Desde Arag¨®n se ha defendido siempre que la venta de las piezas no se pod¨ªa realizar por estar protegidas por la declaraci¨®n de indivisibilidad del monasterio tras ser declarado Monumento Nacional desde 1923, y por el hecho, afirmaban, de que las ventas no eran reales, al no dar por v¨¢lidos los documentos presentados por la parte catalana y que el intercambio de las piezas no se hab¨ªan hecho con la autorizaci¨®n de las administraciones: el Ministerio de Cultura para las compras de 1983 y el Gobierno de Arag¨®n para las de 1992 y 1994, adem¨¢s de no contar con el respaldo del Vaticano.

Desde Catalu?a siempre se ha alegado que la sentencia de 2012 del Constitucional le hab¨ªa dado la raz¨®n sobre la legalidad de las ventas realizadas en 1983, 1992 y 1994, y negaba a Arag¨®n el poder ejercer sus competencias sobre las obras. Tambi¨¦n se argumentaba que la declaraci¨®n de 1923 como Monumento del monasterio no inclu¨ªa sus bienes muebles y que no hab¨ªa que comunicar ni pedir autorizaci¨®n al Ministerio ni al Gobierno de Arag¨®n porque en 1983 Catalu?a ya ten¨ªa competencia en cultura. Unos argumentos que la sentencia del Supremo ha desestimado uno a uno.

El consejero de Cultura de Arag¨®n, Felipe Faci, mostr¨® su satisfacci¨®n ante ¡°una sentencia esperada¡±, mientras que desde la Generalitat se asegur¨® que ¡°una vez acabe su an¨¢lisis jur¨ªdico se decidir¨¢n las acciones a emprender¡±. En un comunicado emitido una par de horas despu¨¦s de conocerse el fallo aseguraron que les ¡°preocupaba el precedente que representaba¡± y ¡°el alud de reclamaciones similares que puede generar en todo el mundo una sentencia as¨ª¡± que acabe ¡°desestabilizando el mapa muse¨ªstico¡±. Tambi¨¦n, que desconoc¨ªan ¡°porque el Gobierno de Arag¨®n solo ha reclamado las obras a instituciones catalanas y no las que hay en otros museos, como en Madrid¡±; mientras que recordaban que les preocupaba las condiciones de conservaci¨®n que las obras tienen desde que est¨¢n en el monasterio, un lugar con acceso restringido. De hecho, el monasterio est¨¢ cerrado a las visitas desde marzo, por la pandemia y porque las monjas que lo habitaban en alquiler desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas lo abandonaron, por el malestar que representaban para su vida de oraci¨®n las visitas.

Los otros pleitos por patrimonio eclesi¨¢stico

Los 97 bienes de Sijena no es el ¨²nico frente abierto entre Catalu?a y Arag¨®n desde hace a?os por patrimonio eclesi¨¢stico. Las dos comunidades vecinas se enfrentan tambi¨¦n por las pinturas de la sala capitular del monasterio de Sijena y por 111 obras de 43 parroquias oscenses que se segregaron hace 25 a?os de la di¨®cesis de Lleida para incorporarse a la nueva de Barbastro-Monz¨®n.

En el caso de las pinturas, que se exponen en la ¨²ltima sala de rom¨¢nico del MNAC en una estancia que reproduce el mismo espacio del monasterio, la jueza ha impedido que se ejecute la sentencia provisional que obliga a devolverlas, atendiendo a los efectos que podr¨ªan causar moverlas dada su fragilidad tras sufrir un incendio durante la Guerra Civil. Sin embargo, en el caso de las 111 obras depositadas en el Museo de Lleida, el pasado 18 de diciembre, en el pen¨²ltimo rev¨¦s que ha sufrido la Generalitat en estos asuntos, el juez pidi¨® la ejecuci¨®n de la sentencia ¡°tras acreditar la parte aragonesa la propiedad de las piezas¡±. Fij¨® el 15 de febrero como fecha tope para devolverlas y estableci¨® multas econ¨®micas y responsabilidad penal en caso de incumplimiento. Pese a que de estas 111 piezas se exponen solo en el Museo de Lleida una veintena, desde el centro han asegurado que su salida representar¨ªa el desmantelamiento museogr¨¢fico de este centro.