La ajedrecista Ana Matnadze comparte los entresijos de su profesi¨®n con los lectores de EL PA?S
La georgiana, Gran Maestra Femenina, coment¨® la exitosa serie ¡®Gambito de dama¡¯
Hace a?os, la ajedrecista georgiana Ana Matnadze (37 a?os, Telavi) estaba disputando una partida de las espinosas. Por si fuera poco, su contrincante llevaba puesta una prenda a rayas que desconcertaba y desconcentraba a la Gran Maestra Femenina. ¡°Te parte los ojos, no puedes pensar, es como si tuvieras dos tableros¡±, explic¨® la semana pasada en un encuentro con los lectores del diario, moderado por el periodista Leontxo Garc¨ªa e integrado en las actividades exclusivas de EL PA?S +. Se sosten¨ªa la cabeza con ambas manos, en ese gesto tan reconocible de los ajedrecistas. Sab¨ªa que para librarse de esa imagen necesitaba fijar la vista en algo verde, un color que relaja. Lo ¨²nico que encontr¨® en la sala fue el pantal¨®n de un espectador. ¡°Me qued¨¦ mirando. No s¨¦ qu¨¦ pensar¨ªa, pero al cabo de un rato se levant¨® y se fue. Fue un mal trago¡±, rio.
Matnadze es consciente de que la serie de Netflix Gambito de dama, estrenada en octubre, ha dado un gran impulso al ajedrez. En un mes la hab¨ªan visto 62 millones de hogares. La pandemia tambi¨¦n ha ayudado, como record¨® Garc¨ªa, debido a la posibilidad de jugar por Internet. Una ficci¨®n que permiti¨® a Matnadze desgranar algunas de las curiosidades del juego que practica y de su biograf¨ªa, tan apasionante como la de la protagonista de la serie, Beth Harmon, pero por suerte menos tr¨¢gica.
¡°La gente se asombra de que podamos ver y calcular posiciones, incluso de repasar partidas enteras de memoria, pero no tiene ning¨²n misterio, es gracias al entreno¡±, explic¨® rest¨¢ndole m¨¦ritos a esta capacidad que en la serie se expresa a trav¨¦s de piezas gigantes que Harmon proyecta mentalmente en el techo. ¡°Las podemos ver en cualquier rinc¨®n, incluso en una pared o en el espacio directamente¡±, aclar¨®.
Tambi¨¦n con humildad evit¨® mencionar los m¨²ltiples t¨ªtulos que posee. Ha conseguido convertirse en Gran Maestra Femenina y Maestro Internacional, adem¨¢s de haber obtenido varias medallas ol¨ªmpicas compitiendo por Espa?a, pa¨ªs que la enamor¨® muy joven, lo que le llev¨® a solicitar la nacionalidad.
Con solo 10 a?os disputaba un Mundial cuando recibi¨® una llamada del entonces presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze. Com¨ªa un helado junto a otros ni?os cuando le acercaron un tel¨¦fono fijo. ¡°Lo primero que pregunt¨® es si est¨¢bamos bien, contest¨¦ que s¨ª y dijo: ¡®Est¨¢is haciendo algo muy importante, t¨², tranquila, haced¡¯, no haz, ¡®haced lo que mejor sab¨¦is hacer¡±. En su mente infantil no sinti¨® la m¨¢s m¨ªnima presi¨®n. Gan¨® el Mundial y solo despu¨¦s comprendi¨® el significado de aquella llamada, en medio de la guerra civil que sufr¨ªa su pa¨ªs.
En Georgia las ajedrecistas son hero¨ªnas, no en vano el juego lleva promocion¨¢ndose siglos y no solo entre los hombres. Ya desde la Edad Media se inclu¨ªa un tablero en la dote, record¨® Garc¨ªa. A pesar de ello, Matnadze ha sido la ¨²nica mujer en numerosos campeonatos. Matiz¨® que ella no ha vivido discriminaciones machistas y que el ajedrez es un espacio mucho m¨¢s respetuoso que otros ¨¢mbitos de la vida, pero se?al¨® las dificultades que tienen las j¨®venes para continuar con una preparaci¨®n de alto nivel, como la falta de pol¨ªticas que ayuden a la conciliaci¨®n con los estudios o los pocos referentes. No obstante, considera que el ajedrez se halla en ¡°un momento de transici¨®n¡± que deber¨ªa dar sus frutos en pocas d¨¦cadas. As¨ª, aunque entiende que hoy en d¨ªa un premio exclusivo femenino es ¡°un incentivo¡± para ella, espera que en el futuro no exista distinci¨®n de sexos en las competiciones ni en la federaci¨®n.
La serie Gambito de dama presenta una circunstancia que para los que desconocen el ajedrez es llamativa. Harmon, interpretada por la actriz de origen argentino Anya Taylor-Joy, es ayudada a preparar un enfrentamiento por un equipo de ajedrecistas que anteriormente han sido sus adversarios. ¡°El ajedrez ha sido siempre un deporte individual, hay mucha rivalidad, pero tambi¨¦n mucho compa?erismo. Dos o tres rivales pueden intercambiar ideas¡±, explic¨® Matnadze. La clave reside en su ¡°c¨®digo interno¡±, por el cual toda la informaci¨®n compartida durante ese periodo se tratar¨¢ con discreci¨®n y respeto.
Matnadze se?al¨® una sola pega sobre la serie: la vida ca¨®tica que lleva la protagonista. ¡°La competici¨®n es agotadora, tienes que quitarte de la cabeza todo lo que te desconcentre, desde las cosas familiares hasta hacer la compra¡±, describi¨®. En su caso, junto al duro entrenamiento, mantiene una alimentaci¨®n cuidada y pr¨¢ctica deporte regularmente, en su caso zumba. Y concluye que tomar unas simples pastillas para dormir contravendr¨ªa su c¨®digo ¨¦tico, adem¨¢s de que, como cualquier otro deporte, los jugadores se someten a controles contra el dopaje.
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