Nahuel P¨¦rez Biscayart: ¡°Actuar no es pol¨ªtico ni protocolario, es desaparecer¡±
El int¨¦rprete argentino, estrella del cine franc¨¦s tras ¡¯120 pulsaciones por minuto¡¯, da vida a un preso jud¨ªo que ense?a falso farsi a un oficial nazi en ¡®El profesor de persa¡¯
En el festival de Cannes de 2017 hubo una pel¨ªcula que hizo llorar a Pedro Almod¨®var, presidente del jurado de aquella edici¨®n: la francesa 120 pulsaciones por minuto, el retrato de Robin Campillo de la lucha contra el sida en Francia a inicios de los noventa. En el cartel, y como protagonista, ...
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En el festival de Cannes de 2017 hubo una pel¨ªcula que hizo llorar a Pedro Almod¨®var, presidente del jurado de aquella edici¨®n: la francesa 120 pulsaciones por minuto, el retrato de Robin Campillo de la lucha contra el sida en Francia a inicios de los noventa. En el cartel, y como protagonista, un actor argentino casi desconocido: Nahuel P¨¦rez Biscayart. Como en los mejores cuentos hollywoodienses, hab¨ªa nacido una estrella; como en la mejor tradici¨®n del cine europeo de autor, era estrella muy a su pesar.
Lunes por la ma?ana. P¨¦rez Biscayart responde al tel¨¦fono antes de irse a los ensayos de Un a?o, una noche, la pel¨ªcula de Isaki Lacuesta sobre el atentado a la sala parisiense Bataclan. Bonaerense de 34 a?os, habla como si no tuviese nada que perder. Y probablemente sea cierto. ¡°Es cierto que hago lo que quiero¡±, asegura. ¡°Soy barato, no tengo cargas¡±. As¨ª que, por ejemplo, est¨¢ en Barcelona con Lacuesta y su coguionista, Isa Campo, adem¨¢s de la actriz francesa No¨¦mie Merlant, para rodar desde el 8 de febrero la adaptaci¨®n de Paz, amor y death metal, el libro de Ram¨®n Gonz¨¢lez, superviviente del ataque yihadista del 13 de noviembre de 2015. ¡°Poner rostro a gente real representa una responsabilidad, cierto. Pero no puedes encarar ning¨²n trabajo desde ah¨ª. Actuar no es pol¨ªtico ni protocolario. Actuar es desaparecer dentro de cada historia. Soy consciente de que el tema atraviesa y remueve cuestiones ¨¦ticas, sociales. ?Es delicado? S¨ª. Eso es lo ¨²nico a respetar¡±.
Y esa es la l¨ªnea que tambi¨¦n marc¨® para construir a Gilles, un jud¨ªo que se hace pasar por descendiente de persas para salvar la vida ¡ªense?ar¨¢ farsi a un oficial nazi al que enga?a construyendo todo un idioma falso¡ª en El profesor de persa. ¡°En mis ¨²ltimos trabajos est¨¢ muy presente la palabra¡±, reflexiona. ¡°Es interesante, sobre todo en este caso, el de una ¨¦poca en que la identidad y la cultura, la pertenencia a determinados grupo significaba que viv¨ªas o mor¨ªas. Y que construir un idioma, una idea po¨¦tica, una a personas en las ant¨ªpodas. Tampoco olvido que la violencia siempre empieza con la palabra¡±. Y de paso recuerda que ¨¦l aprendi¨® franc¨¦s de forma acelerada en un curso intensivo en la Sorbona, cuando el director Beno?t Jacquot lo llam¨® para trabajar en En lo profundo del bosque (2010). ¡°A la misma velocidad aprend¨ª ingl¨¦s hace tiempo y lo mismo me ha ocurrido con el alem¨¢n. Este verano he estado actuando en la ¨²ltima obra de Peter Handke en el festival de Salzburgo. Y se me dan bien los idiomas. Sospecho que ocurre porque va a asociado con la obtenci¨®n de una nueva herramienta para mi trabajo y eso es divertido y motivador¡±, confiesa.
Hijo de arquitecto que se pas¨® al comercio justo y de psicoanalista, criado en la capital argentina, a los 13 a?os entr¨® en una escuela ¡°muy opresora¡± y se inscribi¨® en el grupo de teatro ¡°como b¨¢lsamo semanal, como tabla de supervivencia¡±. A los 16 a?os le cogieron en la serie Disputas y descubri¨® que lo que le divert¨ªa tambi¨¦n pod¨ªa darle de comer. ¡°Mi fantas¨ªa infantil se centraba en la invenci¨®n tecnol¨®gica, en la ingenier¨ªa al estilo Da Vinci. El camino de la interpretaci¨®n se hizo al andar, nunca hubo un plan. Es cierto que mi carrera actual no ser¨ªa la misma si me hubiese quedado en Argentina. Me llam¨® Jacquot, ampli¨¦ idiomas, me convert¨ª de casualidad en actor franc¨¦s. Adem¨¢s en Argentina la cuesti¨®n cultura est¨¢ desgraciadamente atravesada por la coyuntura pol¨ªtica. Y cada Gobierno marca ese campo. Macri lo ha convertido en una cuesti¨®n de mero intercambio econ¨®mico, pura mercanc¨ªa neoliberal. Y son tan brutos que ni siquiera copian a pa¨ªses como Francia, cuando se les llena la boca hablando de aspiraciones¡±.
A Francia lleg¨® tras residir un a?o en Nueva York, donde estudi¨® becado en la compa?¨ªa de teatro de vanguardia Wooster Group. Pose¨ªa un largo curr¨ªculo en series y cine: El aura, Glue Patagonia, Pr¨®xima salida...; pero su mudanza a Francia cambi¨® su trayectoria. Grand Central, Todo tuyo o Todos est¨¢n muertos le colocan en otro pelda?o, aunque haya vuelto a su pa¨ªs a rodar (Cerro Bayo). ¡°Nunca pensamos que 120 pulsaciones... iba a tener tama?a repercusi¨®n. Fue un rodaje duro y especial. Pero hasta la ma?ana de la proyecci¨®n de prensa en Cannes ni lo imaginamos¡±, recuerda. Hoy, reafirmado tras trabajos como Nos vemos all¨¢ arriba o El pr¨®fugo, P¨¦rez Biscayart selecciona. ¡°Elijo mucho. Me llegan unas comedias comerciales... Hay productores que env¨ªan guiones solo mirando qu¨¦ actor suena, sin pensar en el personaje. Yo filtro, no puedo actuar en todos los contextos, no soy un operario de la interpretaci¨®n¡±.
De la pandemia solo nos salva la cultura
De la actualidad, Nahuel P¨¦rez Biscayart tiene cosas que decir, y cosas claras: ¡°La cultura siempre ser¨¢ la que nos salve en tiempos as¨ª. Solo pensar en historias ajenas, conocer y ponerte en el lugar del otro lograr¨¢ que superemos la pandemia. Lo mejor del arte y de la cultura ha surgido del encuentro con el otro, no de la confrontaci¨®n¡±. Aunque reconoce que a veces le puede el pesimismo: ¡°Hay gente que sigue abriendo tiendas que venden porquer¨ªas de pl¨¢stico de usar, tirar y contaminar. Y eso los pol¨ªticos lo defienden mientras cierran salas para acontecimientos culturales, en las que nunca nadie ha salido contagiado. ?Econom¨ªa o salud? Mir¨¢, ning¨²n muerto va a comprar¡±.