Nahuel P¨¦rez Biscayart: ¡°La necesidad por la actuaci¨®n fue bastante incontrolable y poco premeditada¡±
El actor argentino se ha convertido en una de las revelaciones de Europa por su papel en el filme franc¨¦s ¡®120 pulsaciones por minuto¡¯
Nahuel P¨¦rez Biscayart (Buenos Aires, 1986) ya sab¨ªa a sus 13 a?os lo que era ser actor revelaci¨®n. Con el grupo teatral de su escuela secundaria se presentaron a las Olimpiadas Intercolegiales de Teatro y gan¨® el premio por su primera interpretaci¨®n. Unos a?os atr¨¢s, cuando era ni?o, no se imaginaba -¡°en absoluto¡±-, en un escenario o frente a la c¨¢mara. Era una idea que no pasaba por su cabeza. Diecinueve a?os despu¨¦s de ese momento que lo encumbr¨® en su adolescencia e ilumin¨® el sendero de ¡°creatividad y libertad¡± en su vida, el joven artista bonaerense est¨¢ en boca de todos a una escala mayor. ?El motivo? Su actuaci¨®n en el filme franc¨¦s 120 pulsaciones por minuto, por la cual est¨¢ dando de qu¨¦ hablar en el cine europeo.
P¨¦rez Biscayart encarna a Sean, uno de los activistas de Act Up, un grupo de acci¨®n directa para llamar la atenci¨®n sobre la pandemia de VIH-sida y la gente que la padec¨ªa en Francia durante la d¨¦cada de los noventa. El filme de Robert Campillo fue estrenado en Cannes, donde obtuvo dos de los premios gordos, Gran Premio del Jurado y el otorgado por la prensa internacional ¨Cmotivo por el cual el actor argentino no pudo hacerse con el galard¨®n a mejor actor, debido a las reglas del certamen¨C. Desde que se hizo ver en el festival franc¨¦s, el int¨¦rprete fue nominado por su actuaci¨®n en los Premios Lumi¨¨re; en los Globos de Cristal, en los Premios del Cine Europe y, actualmente, figura entre los preseleccionados que compiten en los Premios C¨¦sar, el equivalente franc¨¦s a los Oscar, a mejor actor revelaci¨®n.
El escenario en el que P¨¦rez Biscayart forja su pasi¨®n por la actuaci¨®n no era el ideal. A sus 13 a?os eligi¨® una escuela secundaria en la que pens¨® que iba a aprender a inventar cosas, pero no fue as¨ª. Pasaba cuatro horas por las tardes limando un pedazo de metal para volverlo paralelo, perpendicular y plano. Era ¡°aburrido¡±, dice, y contrario a todo lo que esperaba: ¡°Era una escuela que intentaba formatear a los j¨®venes para volverlos aptos para el mercado de trabajo¡±.
La suerte le toc¨® la puerta cuando descubri¨® que se impart¨ªa un taller de teatro en esa escuela. Las artes esc¨¦nicas lo liberaron. Y as¨ª empieza a participar en obras de manera ¡°muy accidental y casual¡±. A sus 17 ya formaba parte de dos grupos teatrales y es cuando logra su debut en televisi¨®n en los ciclos Disputas y Sol negro. A partir de ese momento todo se encaden¨® de una ¡°manera impredecible¡±. M¨¢s que una inquietud, la actuaci¨®n fue una necesidad, admite P¨¦rez Biscayart v¨ªa telef¨®nica desde Francia. ¡°Fue bastante incontrolable y poco premeditada¡±, agrega.
El pasado a?o la agenda de P¨¦rez Biscayart estuvo repleta. No solo por el estreno de 120 pulsaciones por minuto, tambi¨¦n por su participaci¨®n en otras pel¨ªculas como Nos vemos all¨¢ arriba y Agadah, de Francia e Italia, respectivamente. Es selectivo con los papeles que le ofrecen, aunque no lo parezca por la cantidad de trabajo que tuvo en 2017. No se propone cada a?o hacer una cantidad determinada de pel¨ªculas. Tampoco busca historias o personajes concretos. Al contrario, cree que a lo largo de su carrera estos seres que encarn¨® en el celuloide fueron hacia ¨¦l. ¡°Decir que no es dif¨ªcil, porque uno siente miedo a quedarse solo, a quedarse fuera de algo importante, pero me parece que desde ah¨ª uno configura el viaje que hace. Si uno puede elegir, me parece que est¨¢ bien hacer uso de esa libertad¡±, explica P¨¦rez Biscayart.
Muy completa e ¡°indescriptible¡±
El actor argentino realiz¨® su debut en Francia hace ocho a?os. P¨¦rez Biscayart, que hab¨ªa ganado el C¨®ndor de Plata en 2005 a mejor revelaci¨®n masculina por su papel en Tatuado, capt¨® la atenci¨®n del director Beno?t Jacquot durante una proyecci¨®n de La sangre brota (2008) en Cannes. El int¨¦rprete es cuatriling¨¹e (espa?ol, ingl¨¦s, italiano, franc¨¦s), pero para ese entonces, en 2010, no hablaba ni una palabra del l¨¦xico del pa¨ªs galo. No sospechaba que los diferentes idiomas le iban a funcionar como una herramienta liberadora. ¡°A la hora de actuar el idioma me sirve como un disfraz que me permite escucharme con otros sonidos. Descubro otras partes de mi personalidad y actu¨® emociones que quiz¨¢ en espa?ol no podr¨ªa hacerlas¡±, dice el artista.
A ra¨ªz de los elogios a 120 pulsaciones por minuto, la prensa latinoamericana comenz¨® a hablar del ¨¦xito de P¨¦rez Biscayart lejos de este continente. Cree que no se valora el talento de la regi¨®n, ya que el reconocimiento est¨¢ validado o atado a lo que se diga en los festivales de Europa o en el mercado de EE UU. ¡°Uno pierde la capacidad de valorar lo propio y est¨¢ en constante comparaci¨®n. Europa vive en un lugar muy fantasm¨¢tico de la identidad latinoamericana, sobre todo en Argentina¡±, afirma.
Dar el salto a Hollywood no es una meta definida, ni clara para el actor argentino. En su lista corta de los directores con los que le gustar¨ªa trabajar aparecen Jim Jarmusch, Keneth Lonnergan, Richard Linklater y David Lynch, por mencionar a algunos. ¡°Hay much¨ªsimos [m¨¢s] y reducirlos a solo estos cuantos ser¨ªa un poco injusto¡±, reflexiona.
En m¨¢s de una entrevista el actor argentino ha demostrado su profunda admiraci¨®n por la realizadora Lucrecia Martel. La define como ¡°indescriptible¡±, pero a la vez muy completa. Dice que el cine de la directora salte?a lo transporta a un viaje emocional que no le sucede con pel¨ªculas que responden a c¨¢nones narrativos m¨¢s cl¨¢sicos. Ser¨ªa un placer para P¨¦rez Biscayart si en alg¨²n momento puede tener un lugar en la cinematograf¨ªa de la autora de Zama. ¡°Los encuentros se dan cuando se tienen que dar, si se tienen que dar¡±, dice el int¨¦rprete bonaerense, pero si Martel llama, ah¨ª estar¨¢, ¡°leyendo con mucho amor y atenci¨®n su narraci¨®n¡±.
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