Salma Hayek: ¡°Con las mascarillas a veces pienso que se nos ha olvidado sonre¨ªr¡±

Inicio de la tarde del pasado martes en Londres. Por detr¨¢s de Salma Hayek (Coatzacoalcos, 54 a?os) se cuela un chorro de luz a trav¨¦s de la ventana. La mexicana saluda para iniciar una conversaci¨®n mantenida por Zoom, y empieza riendo cuando confiesa que se dio cuenta muy tarde de que la pel¨ªcula que promociona, Bliss, que se estrena el viernes, 5 de febrero, en Amazon Prime Video, es el reverso de Matrix. Su gesto se endurecer¨¢ por la rabia e indignaci¨®n cuando la charla derive hacia la pandemia que asuela al mundo, una crisis que estall¨® despu¨¦s de que acabara su rodaje, pero que encuentra un eco llamativo en el guion de Bliss. ¡±Era, desde luego, un guion adelantando a su tiempo¡±, insiste.

En Bliss Hayek encarna a Isabel Clemmens, una cient¨ªfica que ¡ªal contrario que en Matrix¡ª ha construido un mundo virtual que roza el apocalipsis y la autodestrucci¨®n para quienes han perdido la capacidad de disfrutar la belleza y la magia de la Tierra real, que en el filme es un planeta transformado y limpio: solo atravesando un paisaje inh¨®spito el ser humano apreciar¨¢ de nuevo las cosas buenas. Y el primero en sufrirlo es su marido, Greg (Owen Wilson), que adolece de la falta de alegr¨ªa de vivir. Si Hayek es Morpheus en su misi¨®n de rescate del protagonista, Wilson encarna a un pseudoNeo, ya que es el ¨²nico que podr¨¢ alterar los acontecimientos. Como Matrix, incluidas pastillas de diferentes colores.

¡°Tras acabar el rodaje a lo largo del a?o pasado, no dej¨¦ de entristecerme recordando c¨®mo se reproduc¨ªa en la realidad lo que hab¨ªa aprendido construyendo a Isabel, especialmente la cara m¨¢s amarga, el mundo ficticio¡±, rememora la actriz. ¡°A la vez me gusta que Bliss obliga a que reflexionemos los tiempos en que vivimos. ?Ejemplos? El ser humano se acostumbra demasiado r¨¢pidamente a todo lo bueno. Cuando lleg¨® la covid-19, y por lo tanto el confinamiento, de repente echamos de menos ir a restaurantes con amigos... Incluso con las mascarillas una piensa que se nos ha olvidado sonre¨ªr. ?C¨®mo sabes si tu familia y amigos te quieren o te odian con las m¨¢scaras puestas?¡±. Y r¨ªe: ¡°Eso, cuando los entiendo, que a veces...¡±.

A Hayek le preocupa el ascenso de los negacionistas y de los terraplanistas. Porque m¨¢s all¨¢ del lado sentimental del filme, cercano a la canci¨®n Me olvid¨¦ de vivir, en Bliss el personaje de Greg reflexiona sobre qu¨¦ mundo es una simulaci¨®n ¡ªy en cu¨¢l querr¨ªa vivir¡ª. ¡°Me gusta mucho la f¨ªsica cu¨¢ntica y hab¨ªa le¨ªdo cosas de la teor¨ªa de cuerdas, aunque no mucho sobre mundos simulados... Durante el rodaje charl¨¦ mucho de ello con el director [Mike Cahill, realizador de otros t¨ªtulos de ciencia ficci¨®n como Otra Tierra y Or¨ªgenes] y me parec¨ªan di¨¢logos delirantes para ese momento, hasta que con el coronavirus vino tambi¨¦n la plaga de personas que creen que si la Tierra es plana... No s¨¦, teor¨ªas que se escapan de la l¨®gica a la que estamos acostumbrados. Cuando oyes a esos conversos, a gente que inventa conspiraciones, me convenzo a¨²n m¨¢s de que vivimos en un mundo en que sin tener que escapar a otras dimensiones sientes que cada uno vive en su propia realidad, muy distinta de la de al lado. Depende tan solo del grupo en el que te muevas¡±.

Hayek es imparable en sus respuestas e implacable en sus afirmaciones. Si Bliss habla del poder de la ciencia, la actriz aprovecha ese resquicio para ahondar en uno de los males actuales: el descreimiento. ¡°?Cu¨¢nto hace que los cient¨ªficos nos vienen avisando del cambio clim¨¢tico y sus consecuencias? Los escuchamos y nos atraviesa el cerebro, porque no queremos saber. ?Y de que ven¨ªa un virus as¨ª o parecido? Pues desde hace tiempo, y no hicimos caso¡±. Lo que la conduce hacia otro error de la sociedad actual: ¡°Queremos que vengan otros a resolver nuestros problemas. ¡®Que los cient¨ªficos y los pol¨ªticos se hagan cargo¡¯, pensamos. Pues no, hay que encarar la responsabilidad. Si hay que vacunarse, se hace. O cambiamos nosotros mismos la situaci¨®n, o nadie lo har¨¢¡±.

Salma Hayek vive en Londres con su marido, el empresario franc¨¦s Fran?ois-Henri Pinault, y su hija, Valentina. Como actriz, comenz¨® en la telenovela Teresa, y en 1991 se mud¨® a Hollywood, aunque su primer gran papel lo obtuvo con una pel¨ªcula mexicana: El callej¨®n de los milagros (1995), de Arturo Ripstein. Tras ella llegaron Desperado, Abierto hasta el amanecer, Dogma y la candidatura al Oscar a mejor actriz protagonista con Frida (2002). En Espa?a ha rodado La gran vida y La chispa de la vida, y actualmente su carrera se mueve entre comedias (Ni?os grandes, El otro guardaespaldas o Socias y enemigas), pel¨ªculas de animaci¨®n (El gato con botas, The Prophet) y t¨ªtulos con m¨¢s enjundia (Salvajes, Beatriz at Dinner, Los caminos que no escogemos). Pero siempre, de fondo, su hija. ¡°Nuestra generaci¨®n es la primera que ha tenido que reflexionar, y mucho, sobre el mundo que deja y que vendr¨¢. Los hijos nos necesitan como nadie lo har¨¢ jam¨¢s¡±. O en el caso de su personaje, la pareja. ¡°Cuando le¨ª el guion, el director me apunt¨®, ante esos dos personajes que iba a encarnar, seg¨²n el mundo en que habitara, que yo era una droga. Porque en eso se convierte para Greg: ella le traslada a otros sitios. Fue muy interesante como actriz, porque en un momento dado mi papel se desmorona, aun a sabiendas de que lo que vive es falso. Chapote¨¦ en la confusi¨®n. Curioso, ?verdad?¡±.

Como actriz, sufre con el cierre de las salas. ¡°Me entristece que la gente deje de ir al cine. Y como aficionada he vivido una relaci¨®n casi rom¨¢ntica con esas pantallas, con el cuarto oscuro, rodeada de desconocidos que te acompa?an en un viaje colectivo. Las nuevas generaciones no ven las pel¨ªculas ni en la tele. Se van a historias de TikTok, sin apenas narrativa¡±. Solo ha dirigido un telefilme, El milagro de Maldonado (2003), y no le fue mal: gan¨® un Emmy por su labor como realizadora. ?No piensa repetir? ¡°?Pues sabes que s¨ª? Llevo 17 a?os con un proyecto escrito por m¨ª. Y he esperado porque es una pel¨ªcula cara, complicada de armar y que hace a?os probablemente ni se entender¨ªa. Ahora mismo estoy en ello. No la protagonizar¨¦. Hay dos g¨¦neros que odio: el terror y el musical, porque est¨¢n pasados de moda. Bueno, pues es un musical, por llamarlo algo, porque tiene mucha m¨²sica y un dise?o de sonido tan innovador que hace a?os no hubiera podido rodarla¡±. Y con este enigma se despide.