No dejan morir en paz a Triana, el grupo de rock del pueblo
La disputa por el legado del influyente tr¨ªo llega a los tribunales despu¨¦s de una historia de rencores y traiciones que tiene en pie de guerra al ¨²nico miembro vivo de la banda
El ¨²nico componente vivo de Triana se retir¨® de la m¨²sica hace 32 a?os. Eduardo Rodr¨ªguez Rodway vive desde entonces en Los Ca?os de Meca (C¨¢diz). Hoy tiene 75 a?os. Se encuentra bien de salud a pesar de la artrosis que le impide tocar cualquier instrumento. Conserva cinco guitarras. Tambi¨¦n un teclado. Rodr¨ªguez reside en un lugar id¨ªlico, en el monte, a 400 metros del mar. Le acompa?a su mujer, con la que lleva 50 a?os. Tienen dos hijos y dos nietos, que viven en Estados Unidos y Canarias. Rodr¨ªguez disfruta estos d¨ªas dando buc¨®licos paseos por una playa gaditana solitaria. Se ha quitado de todo: solo saborea un vino de vez en cuando.
Invirti¨® bien lo que gan¨® con Triana y se construy¨® una casa en Los Ca?os, adem¨¢s de unos peque?os apartamentos colindantes, que ahora alquila. Tambi¨¦n le llega algo de derechos de autor. Una vida tranquila. O casi. Existe algo que le roba el sue?o y le llena de furia: un grupo con el nombre de Triana que act¨²a y edita discos sin ninguno de los miembros originales del legendario tr¨ªo. ¡°Todo lo que yo constru¨ª de buenas a primeras viene una gente y me lo roba. No, hombre, no. Y, adem¨¢s, enga?ando a la gente. Diciendo que son Triana cuando no lo son¡±, afirma. Les ha puesto una demanda. El 23 de febrero es la vista en Sevilla.
¡°Todo lo que yo constru¨ª de buenas a primeras viene una gente y me lo roba. No, hombre, no. Y, adem¨¢s, enga?ando a la gente. Diciendo que son Triana cuando no lo son¡±, afirma Eduardo Rodr¨ªguez, ¨²nico miembro vivo de Triana
La lucha por el nombre y el legado de Triana tiene poco que ver con la paz que otorga escuchar su m¨²sica sanadora: canciones como Abre la puerta, Tu frialdad, Una noche de amor desesperada o En el lago. Gonzalo Garc¨ªa Pelayo fue el impulsor de Triana. Los fich¨® a mediados de los setenta para el sello discogr¨¢fico Gong, confi¨® en ellos a pesar de las malas ventas de su primer disco, El patio (hoy considerado piedra b¨¢sica del rock andaluz), y les vio convertirse en un fen¨®meno que vend¨ªan miles de ejemplares y que alcanzaron el n¨²mero uno de Los 40 Principales. Garc¨ªa-Pelayo define la m¨²sica del tr¨ªo sevillano (formado en Madrid) como ¡°alimento espiritual¡±. ¡°Nadie en el rock en Espa?a ha llegado tan adentro como ellos. Fuera de ¨¦l quiz¨¢ solo Camar¨®n alcanz¨® lugares tan profundos. A mucha gente sus letras le abrieron el sentido de la vida. Sus conciertos eran una oratoria¡±, reflexiona hoy.
Triana no prendi¨® inmediatamente. Surgieron en una Espa?a todav¨ªa maniatada por el franquismo. A mediados de los setenta triunfaban cantantes mel¨®dicos como Camilo Sesto (con Melina) o propuestas ligeras como la de Georgie Dann (El Bimbo) o Desmadre 75 (Saca el g¨¹isky, Cheli). Cosa distinta era Triana: su debut (El patio, 1975) arrancaba con Abre la puerta, una canci¨®n de 10 minutos de una profunda solemnidad. ¡°El ideario era reivindicar lo andaluz, pero fuera de los t¨®picos. No copiar patrones extranjeros. Cogimos el rock como lenguaje universal que lo puede entender tanto alguien de Utrera como de San Francisco, y le dimos el duende flamenco¡±, describe Eduardo Rodr¨ªguez (guitarra), que form¨® Triana junto a Jes¨²s de la Rosa (voz y teclados) y Juan Jos¨¦ Palacios Tele (bater¨ªa). Los dos primeros sevillanos y Tele nacido en C¨¢diz, pero asentado en la capital andaluza desde los dos a?os.
Hasta el segundo disco (Hijos del agobio, 1977) no empezaron a calar. Con el tercero (Sombra y luz, 1979) lleg¨® la explosi¨®n. Lo llamaron rock andaluz y fusionaba el flamenco con el rock progresivo de King Crimson o Pink Floyd. Lo empez¨® Smash, Triana fueron los reyes, y tambi¨¦n tuvieron protagonismo Alameda, Guadalquivir, Cai, Mezquita o el Miguel R¨ªos de Al-Andalus¡ Las letras de Jes¨²s de la Rosa y su forma redentora de cantar conectaron con la gente. Para un pa¨ªs con las libertades cercenadas por la larga dictadura era importante escuchar Rumor, donde De la Rosa entona: ¡°La guitarra a la ma?ana le habl¨® de libertad¡±. O Hijos del agobio: ¡°Quiero sentir algo que me huela a vida, que mi sangre corra loca de pasi¨®n¡±. O En el lago, donde describe un viaje provocado por LSD: ¡°Nos reunimos all¨ª, y todo comenz¨® a surgir, como un sue?o¡±.
El 13 de octubre de 1983, ya cuando el tr¨ªo hab¨ªa perdido protagonismo devorado por la pujante Movida, un accidente en una carretera burgalesa les fren¨® en seco. El Citroen BX conducido por Jes¨²s de la Rosa, principal compositor y alma del grupo, se estrell¨® contra una furgoneta que viajaba en sentido contrario. El m¨²sico ven¨ªa de un concierto en San Sebasti¨¢n: Triana hab¨ªa tocado en un recital solidario para los afectados por las inundaciones en el Pa¨ªs Vasco. Los otros dos miembros conduc¨ªan sus respectivos veh¨ªculos. De la Rosa fue trasladado a un hospital cercano. Entr¨® consciente. No parec¨ªa peligroso. Incluso su mujer, M¨®nica Gonz¨¢lez, que viaj¨® a Burgos, regres¨® a Madrid, en vista de que no revest¨ªa mucha gravedad, para estar al lado del segundo hijo de la pareja, de 20 d¨ªas en ese momento. Sin embargo, surgieron complicaciones durante la operaci¨®n de tr¨¢quea y el cantante muri¨®. Era 14 de octubre. De la Rosa ten¨ªa 35 a?os.
¡°Sufr¨ª una depresi¨®n profunda de la que me cost¨® salir. La categor¨ªa de Jes¨²s como m¨²sico era suprema, y como amigo y como persona¡±, confiesa hoy Rodr¨ªguez. Y desvela: ¡°Un d¨ªa, en Granada. Jes¨²s nos dijo a Tele y a m¨ª: ¡®Oye, si alguno muere en el empe?o de nuestra m¨²sica, se termina Triana¡¯. Los tres asentimos. Nos dimos un abrazo y eso fue un pacto de honor. Yo lo he cumplido; Tele, no, fall¨®. No respet¨® el pacto de honor que hicimos los tres¡±.
Rodr¨ªguez public¨® dos discos en solitario (uno dedicado a De la Rosa) con poca repercusi¨®n y se retir¨® definitivamente en 1987. ¡°Decid¨ª apartarme porque hab¨ªa cumplido conmigo mismo y con todas mis pretensiones musicales¡±, dice ahora. Tele dej¨® la primera l¨ªnea de la m¨²sica e incluso pas¨® una temporada en Estados Unidos. Tambi¨¦n se cuid¨® de registrar el nombre del grupo, dato clave en esta historia. En 1994, el bater¨ªa retom¨® Triana ¡°porque necesitaba dinero¡±, seg¨²n algunas fuentes. Legalmente pod¨ªa porque el registro est¨¢ a su nombre. Como cantante fich¨® a Juan Reina, un m¨²sico experimentado (estuvo en Arrajatabla, con Raimundo Amador) y como guitarrista a Luis Cobo Manglis, hist¨®rico del rock andaluz, integrante de Guadalquivir y que toc¨® con los Triana originales. La cosa iba en serio.
Dice Garc¨ªa-Pelayo: ¡°La verdad es que el grupo de Juan Reina suena de maravilla. Son muy fieles al esp¨ªritu de Triana. Yo los he visto en directo y me parecen fant¨¢sticos¡±. En 2002, Tele falleci¨® de un aneurisma despu¨¦s de un concierto. Ten¨ªa 58 a?os. Desde entonces Rodr¨ªguez es el ¨²nico superviviente del tr¨ªo. Pero Triana tiene m¨¢s vidas: Juan Reina sigui¨® adelante, ahora ya sin ninguno de los fundadores. ¡°Cuando Tele muere ten¨ªamos firmados 47 conciertos y ¨¦l fallece en el primero. La viuda y su abogado me pidieron por favor que hiciese los conciertos porque necesitaban el dinero. Les dije: ¡®Yo me subo al escenario, pero en el momento que escuche un abucheo me bajo y no toco m¨¢s con Triana¡¯. Eso no ha pasado jam¨¢s¡±, cuenta Reina por tel¨¦fono.
Y a?ade: ¡°Mi abogado me dice que a m¨ª no ten¨ªa que haberme demandado Eduardo. Yo soy un m¨²sico m¨¢s de la banda que mont¨® Tele. Los herederos de la marca, que son la viuda de Tele y sus dos hijos, pueden hacer con el nombre lo que quieran. Igual Eduardo se cree que yo soy el que manejo. Pero eso es mentira. Lo que pasa es que ella no est¨¢ metida en el mundo de la m¨²sica y delega en m¨ª el tema de manager. Pero yo no tomo ninguna decisi¨®n. Todas las toman la viuda y los hijos¡±.
Rodr¨ªguez expone sus motivos: ¡°Yo consent¨ª a rega?adientes mientras Tele estaba vivo que siguiera como Triana. Porque pens¨¦: ¡®Tiene que comer, y bueno¡¡¯. Consent¨ª, pero estaba totalmente en contra. Una vez muerto Tele, como ¨¦l registr¨® el nombre, a espaldas m¨ªas, la viuda aprovech¨® de buenas a primeras para sacar un grupo que se llama Triana. Les dije que pararan porque si no les pon¨ªa una demanda, por la propiedad intelectual. Porque esto es un legado, no es un nombre. Y el ¨²nico legitimario soy yo¡±. Este peri¨®dico se ha puesto en contacto con la viuda de Tele, que ha rehusado hablar.
La demanda lleva una implicaci¨®n econ¨®mica. Afirma Reina: ¡°Moralmente puedo entender a Eduardo, pero en el momento en que ¨¦l pide dinero, el 33% de todo lo que el grupo ha ganado en 12 a?os¡ Si t¨² pides dinero la moral la pierdes. Yo lo veo as¨ª¡±. Reina dice que cobra 300 euros por concierto. Unas giras exitosas: en 2016, en un festival de rock andaluz junto a Medina Azahara y Alameda, llenaron el auditorio Roc¨ªo Jurado de Sevilla con 8.000 personas. ¡°Hac¨ªamos unas 30 o 40 actuaciones al a?o. Pero desde 2016 Eduardo empez¨® a mandar cartas a los ayuntamientos y les dec¨ªa que estaban contratando a unos falsos Triana. Y se nos han ca¨ªdo un mont¨®n de bolos. Antes de la pandemia hac¨ªamos entre 15 y 20¡±, informa Reina. ¡°No vivo solo de Triana, evidentemente. Tengo mi estudio, donde hago producciones¡±, se?ala.
¡°Hac¨ªamos unas 40 actuaciones al a?o. Pero desde 2016 se nos han ca¨ªdo muchas ya que Eduardo empez¨® a mandar cartas a los ayuntamientos diciendo que ¨¦ramos unos falsos Triana¡±, afirma Juan Reina , actual voz de Triana
Un conflicto con rencores y desconfianzas de complicada soluci¨®n. Garc¨ªa-Pelayo se ofrece como mediador: ¡°Es que es un falso problema. Los dos tienen raz¨®n. Triana sale en un primer momento adelante como una idea de Eduardo, que es el que recluta a Jes¨²s y a Tele. Pero tambi¨¦n es verdad que la marca la registr¨® Tele. Igual se arreglar¨ªa si se llama el grupo Triana 2 o algo parecido¡±.
Mientras la m¨²sica de Triana lleva influyendo al pop y rock espa?ol desde hace 50 a?os (Medina Azahara, Manolo Garc¨ªa, Ketama, Extremoduro, Los Planetas o los recientes Derby Motoreta¡¯s Burrito Kachimba o Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo) y provocando cada vez que se escucha una sensaci¨®n de armon¨ªa y sosiego, las palabras de Rodr¨ªguez rompen el ensimismamiento: ¡°Me duele mucho llegar hasta aqu¨ª para aclararlo todo, pero a m¨ª no me van a parar hasta que me muera¡±.
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