De prohibiciones y carnavales
La cocina del dise?o del paseo de Calvi¨¤ con las obras de Alberto Coraz¨®n est¨¢n en un mini gran libro marginado
Orejas, morro y pies del cerdo a dados y tri¨¢ngulos ¡ªm¨¢s huevos batidos, ensaimada o coca de patata desmenuzadas¡ª, el relato de los ingredientes del pastel greixonera de los ¨²ltimos d¨ªas de carnaval, vistos sin su piel final, una coraza de disfraz culinario al salir del horno, no supone una invitaci¨®n a la unanimidad, al deseo universal de los posibles comensales.
Fue (?es?) este bocado una bomba cal¨®rica, la apolog¨ªa del exceso, un atavismo transversal, interclasista. Es un pastel fiambre rudo y r¨²stico, gelatinoso, salado o endulzado, con rastro de hierbas arom¨¢ticas. Se tomaba de postre o plato secundario, a porciones no muy gruesas sobre el pan o en el plato a tenedor y cuchillo. Siempre quedaba parte en la mesa para otras dosis y d¨ªas.
Era un reto, un acontecimiento. Pretendi¨® ser un fest¨ªn antes de los vetos y prohibiciones hist¨®ricos de la religi¨®n cristiana (y otras), del ayuno y abstinencia de placeres y excesos: no a la carne, para la purificaci¨®n e iluminaci¨®n de fieles pecadores.
El calendario particular y el men¨² familiar de los isle?os definidos en sus rituales, festejaba con sobredosis de grasas y az¨²cares los llamados ¨²ltimos d¨ªas de carnaval. Una aparente alegr¨ªa, con sobrecarga de viandas y dulces, antes de iniciar el paseo austero de los 40 d¨ªas dictados de moderaci¨®n, sacrificio ¡ªno consumir animales terrestres¡ª, hasta la Pascua, la resurrecci¨®n de Cristo, la Semana Santa.
Era y es m¨¢s com¨²n y accesible la ensaimada de celebraci¨®n y desaf¨ªo previo a lo prohibido, era una espiral de tallades, (tajadas), decorada y horneada con redundancia: con tajadas de sobrasada y corteza de calabaza confitada, seca. Esta es la reposter¨ªa habitual del final de fiesta, excepcional porque se elaboraba tan solo la semana previa al ayuno y abstinencia. Las celebraciones, los eventos no son rutinarios, cotidianos.
La greixonera de peus de porc se simplificaba aunque usaba las periferias de la bestia que es dom¨¦stica y tot¨¦mica en la mitad del mundo. La realidad y la moda diet¨¦tica razonable, se han impuesto, a la complejidad gastron¨®mica, a los platos raros que requieren el acceso y buen manejo de partes no nobles de la bestia.
La tradici¨®n se ha desvanecido sobretodo porque se han contabilizado las bajas generacionales de consumidores y cocineras, a las que se suma el desd¨¦n de la modernidad hacia los atavismos aut¨®ctonos, excesivamente sobrecargados de sabor y elementos desconocidos. Tampoco son platos de dise?o, bellos, equilibrados, atractivos sino tribales, arqueol¨®gicos de libros, recetarios y mitos.
En un litoral en buena parte descuartizado, Calvi¨¤, y en el que se escalonaron media docena de restaurantes de inter¨¦s, tres obras arquitect¨®nicas de relieve y tres hitos hist¨®ricos y memoriales, un extraordinario creador de portadas de libros, signos y dise?os gr¨¢ficos, Alberto Coraz¨®n, dej¨® un rastro muy interesante con sus n¨²meros gigantes del excelente paseo Calvi¨¤. La cocina del dise?o y las recetas del paseo con las obras de Coraz¨®n quedaron dichas en un mini gran libro, editado y marginado. No se divulg¨®.
Un veto, una decisi¨®n del poder local, dejo sin rastro editorial p¨²blico aquellas obras y el porqu¨¦ de la ruta c¨ªvica y medioambiental de los a?os 2000. Coraz¨®n muri¨® este carnaval de 2021. En esas fechas pandemicas y en la semana prohibici¨®n religiosa, se fue Coraz¨®n y en los <CF1001>infiernos</CF>, archivos pol¨ªticos, qued¨® sin ser distribuido ni consumido un excelente libro-montaje-desplegable, sobre el paseo Calvi¨¤.
Posiblemente es de los m¨¢s curiosos libros ¨²tiles, por su concepto y dise?o, que se han creado en Mallorca, de bolsillo, en dos vol¨²menes, con textos, croquis, historias y dibujos. La alcaldesa Margarita N¨¢jera que impuls¨® la obra perdi¨® las elecciones y el alcalde Carlos Delgado que lleg¨® no sal¨ªa en las fotos; libro olvidado pues. Marcelo Bordas lo dise?¨®, con los textos e im¨¢genes de Manel Calvo, Joana Maria Roque y Laura Arqueros.
Una ¡°via humanizada y amable, s¨ªmbolo de vecindad y hermandad¡±. M¨¢s de 20 kil¨®metros desde cas Catal¨¤, Illetes, Portals, Palma Nova, Santa Pon?a, Magaluf, Son Ferrer hasta El Toro, una ruta peatonal, para lentos, corredores y ciclistas. Los n¨²meros gigantes de Alberto Coraz¨®n son monumentales y dan sentido a la ruta, al igual que todas las se?alizaciones y simbolog¨ªa que dibuj¨®.
All¨ª est¨¢ el bosque de la Memoria de los fusilados del 36, los s¨ªmbolos del desembarco del rey en Jaume, el hotel de Mar de Coderch, el falso castillo de Bendinat, el hotel Maricel de Casas, un mundo escrito del santuario ic¨®nico de Mallorca, entre pausas, bosques y desastres. Un parque lineal con su identidad. All¨ª casi nadie cocina o sirve la greixonera ya.
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