La ¨²ltima casa de misericordia
Gracias interminables por toda la belleza que inyectaste al mundo, Joan. T¨² lo sab¨ªas mejor que nadie: ¡°La poes¨ªa es hoy la ¨²ltima casa de misericordia¡±
Joan Margarit lleg¨® al mundo justo antes de la batalla del Ebro, en mayo de 1938. ¡°Yo nac¨ª en Sana¨¹ja, un pueblecito de la Catalu?a llamada ya entonces Catalu?a pobre, del interior. Mi madre contaba que una noche fue a dar un paseo y, al llegar a la plaza, la encontr¨® repleta de gente porque en el pueblo estaba pasando la noche El Campesino con sus tropas. Me parece que este recuerdo de mi madre es del d¨ªa anterior al parto. As¨ª que estas fueron las circunstancias en las que yo nac¨ª¡±. Estas son las palabras con las que, en febrero de 2016, el propio Joan me explicaba el momento hist¨®rico de su nacimiento, en una entrevista que fue posteriormente publicada en el volumen Los poetas toman la palabra (Visor Libros).
Siempre he estado muy interesada en demostrar la influencia decisiva que han tenido en la construcci¨®n de la educaci¨®n literaria en Espa?a los poetas cuya ni?ez se desarroll¨® en la posguerra, quienes absorbieron el fr¨ªo y la desolaci¨®n de un pa¨ªs en ruinas y trataron de transformar la amargura silenciosa de sus mayores en esperanza duradera para sus hijos. Dif¨ªcilmente seremos capaces sus descendientes de comprender del todo la acerada tensi¨®n entre dos mundos en que su existencia ha transcurrido. La poes¨ªa, sin embargo, ha hecho todo por facilitar esa comprensi¨®n, por hacernos revivir la convivencia entre la penuria s¨®rdida y el vitalismo irrefrenable que supon¨ªa ser ni?o en un pa¨ªs entre escombros. Y decir Joan Margarit es decir poes¨ªa, ¨¦l era, es y ser¨¢ una de esas criaturas que el destino elige para convertirlo en ¡°poeta de nacimiento y sin poderlo remediar¡±, por ponerlo en palabras de Federico Garc¨ªa Lorca. No solamente eso, sino que con su talento natural consigui¨® demostrar con absoluta convicci¨®n, sin aspavientos, que se puede ser un inmenso poeta y un excelente arquitecto, escribir de manera asombrosa en catal¨¢n y en castellano, amar por igual Barcelona y el mundo, hallar dentro de la misma persona una musa po¨¦tica llamada Raquel y una esposa llamada Mariona, ganar el Premio Cervantes y bajar a tomar un carajillo al bar de siempre, expresarse con claridad sin perder un ¨¢pice de trascendencia, ser consciente del dolor del paso del tiempo y estar henchido de las m¨¢s resplandecientes ganas de vivir.
Joan construy¨® para todos nosotros, calculando con inteligencia y emoci¨®n las estructuras, un espacio de encuentro en la palabra que reivindica la verdad, la dignidad, la derrota del miedo, la conciencia, la ternura, la memoria. Gracias interminables por toda la belleza que inyectaste al mundo, Joan. T¨² lo sab¨ªas mejor que nadie: ¡°La poes¨ªa es hoy la ¨²ltima casa de misericordia¡±.
Raquel Lanseros es poeta
Babelia
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