Jodie Foster: ¡°Me encanta hablar de pol¨ªtica, no me gusta el cine pol¨ªtico¡±
La actriz se encamina hacia su tercer Oscar por su interpretaci¨®n de la abogada de un preso de Guant¨¢namo en ¡®The Mauritanian¡¯, con la que ya ha ganado el Globo de Oro
Cuando se activa la conexi¨®n, aparece Jodie Foster (Los ?ngeles, 58 a?os) realizando un moh¨ªn. Es un gesto divertido, casi infantil, que concuerda con sus cascos con micr¨®fono al m¨¢s puro estilo gamer, y algo menos con su alborotado pelo cano. Ha debido de verse en pantalla. Saluda sonriendo, pillada por la sorpresa, y con su habitual afabilidad comienza la conversaci¨®n. Foster se prodiga poco, no porque reh¨²ya a la prensa, sino por su exhaustiva selecci¨®n de trabajos: ha hecho solo 12 pel¨ªculas en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, y de ellas cinco en los pasados 10 a?os. The Mauritanian, en la que encarna a la abogada de un recluso de la prisi¨®n estadounidense de Guant¨¢namo, la ha devuelto a las carteleras ¡ªen Espa?a se estrena el pr¨®ximo viernes en cines y plataformas¡ª y a los premios, con un Globo de Oro a la mejor actriz secundaria. Y eso que no le atraen las pel¨ªculas pol¨ªticas. ¡°Me encanta hablar de pol¨ªtica, no me gusta el cine pol¨ªtico. Los personajes suelen diluirse en el mensaje. Hay excepciones, como Salvador, porque priorizan a la gente por encima de las ideas¡±, subraya. ¡°Pero le¨ª Diario de Guant¨¢namo, de Mohamedou Slahi, y sent¨ª que quer¨ªa estar en este viaje. Quiero que la gente conozca su historia¡±.
Su Nancy Hollander es una abogada p¨¦trea tras a?os de percutir contra la cara m¨¢s insidiosa del sistema judicial estadounidense. Y por eso, perfecta para encarar la defensa del mauritano Mohamedou Ould Slahi, que estuvo 14 a?os encerrado en Guant¨¢namo, el penal de la base ubicada en suelo cubano, y anteriormente otro m¨¢s entre Afganist¨¢n y Jordania, tras ser detenido en su casa en Mauritania. Todo sin haber sido acusado de ning¨²n delito. Slahi, icono de la injusticia de esa c¨¢rcel, fue liberado a tres meses de que acabara la presidencia de Barack Obama, y ya era famoso porque aprendi¨® ingl¨¦s escuchando a sus carceleros y porque en 2005 escribi¨® en su celda de aislamiento Diario de Guant¨¢namo, recopilaci¨®n de los abusos que padeci¨® en prisi¨®n y que fueron confirmados en investigaciones oficiales. El libro se public¨® en enero de 2015, despu¨¦s de que el Gobierno estadounidense tachara m¨¢s de 2.500 palabras ¡°por seguridad¡±.
A Slahi le persegu¨ªa la sombra de ser integrante de Al Qaeda. ?Motivo? Cuando vivi¨® en Alemania y Canad¨¢ estuvo entrenando en los a?os noventa en un campo de la organizaci¨®n terrorista y combati¨® al Gobierno comunista de Afganist¨¢n, entonces enemigo de EE UU. Lo incre¨ªble ¡ªy es lo que cuenta The Mauritanian, del todoterreno Kevin Macdonald¡ª es que en 2010 un juez federal decret¨® su liberaci¨®n al aceptar la petici¨®n de habeas corpus hecha por Hollander. El Gobierno estadounidense recurri¨® y el caso cay¨® en un laberinto burocr¨¢tico-judicial hasta octubre de 2016. ¡°De Hollander me atrajo que es la m¨¢s dura de la trama, reservada, enf¨¢tica... La aut¨¦ntica Nancy es m¨¢s agradable, y aun as¨ª intimida bastante. Dir¨ªa que Slahi la cambi¨® durante sus 15 a?os de amistad¡±, recuerda.
Llama la atenci¨®n que Foster solo haya encarnado a dos personajes basados en mujeres reales a lo largo de una carrera que arranc¨® a finales de los sesenta como actriz infantil en anuncios, explot¨® con Taxi Driver (1976) y confirm¨® su talento con Acusados (1988) ¡ªprimer Oscar¡ª, El silencio de los corderos (1991) ¡ªsegundo Oscar¡ª, Nell (1994), Un dios salvaje (2011) y cuatro pel¨ªculas irrefutables como directora. ¡°S¨ª es raro. Esta de The Mauritanian y hace mucho la Anna de Ana y el rey¡±, recuerda. ¡°En realidad, no me gustan los biopics, porque yo me relaciono con el cine a trav¨¦s de los personajes y las historias, y las pel¨ªculas biogr¨¢ficas suelen centrarse en hechos y acontecimientos gloriosos¡±.
Luces y sombras de Obama
En la promoci¨®n en Madrid, en 1999, de Ana y el rey se confesaba desencantada de la industria. ¡°Cierto, mala ¨¦poca. Desde entonces ha cambiado tanto en tantas facetas. Creo que ahora hay m¨¢s oportunidades, que los estudios de Hollywood solo se dedicar¨¢n a las megaproducciones, que mucho cine se har¨¢ en las plataformas, y no sirve de nada llorar¡±. Eso abrir¨¢ ¡°m¨¢s caminos a directores de pel¨ªculas indies¡±. Y sabe de qu¨¦ habla: a Foster le ha costado mucho levantar cada uno de sus proyectos como directora. Es m¨¢s, la producci¨®n de El peque?o Tate formaba parte de su contrato para actuar en El silencio de los corderos. ¡°Ahora bien¡±, vuelve a la actualidad, ¡°?qui¨¦n pronosticaba una pandemia? Nadie, y ella ha acelerado los cambios, sobre todo en los h¨¢bitos de consumo. Me interesa ver hacia d¨®nde nos encaminaremos este verano, cuando empiecen a abrirse las salas¡±. ?Volver¨¢ a dirigir? ¡°Desde luego. Por cierto, cuando interpretamos, los directores-actores somos los m¨¢s disciplinados en los rodajes. Porque sabemos todos los retos que encara el realizador, y le ayudamos a sacar adelante su visi¨®n¡±.
La prisi¨®n de Guant¨¢namo forma parte de la cara m¨¢s oscura de la historia estadounidense. ¡°Por eso ahora, en tiempos de reconstrucci¨®n y reconciliaci¨®n, necesitamos conocernos, ver de d¨®nde venimos y c¨®mo hemos cambiado. Es momento de hacernos muchas preguntas, porque solo as¨ª sanar¨¢n las heridas¡±. Y The Mauritanian, a su vez, ilustra la peor faceta de la presidencia de Obama, de la que ¨¦l mismo se arrepiente en sus memorias, Una tierra prometida. ¡°Empez¨® su mandato con la promesa de cerrarla, pero supongo que recibi¨® enormes presiones para mantenerla abierta. Guant¨¢namo es un s¨ªmbolo de la injusticia, porque EE UU cre¨® un sitio fuera del paraguas de las leyes, de la Constituci¨®n. Y fue un fracaso. ?De qu¨¦ sirvi¨®? Al final a los presos se les ha enviado a sus pa¨ªses... Yo misma no sab¨ªa bien lo que ocurr¨ªa all¨ª antes de rodar la pel¨ªcula¡±.
Lo que no ha variado es su percepci¨®n de Obama. ¡°Ha sido la mayor inspiraci¨®n de nuestra ¨¦poca, vivimos unos a?os de esperanza. Aunque es cierto que si conoces casos como el de Slahi te das cuenta de que hay alguna mancha¡±. Y a?ade: ¡°Entiendo que los europeos teng¨¢is una perspectiva muy distinta del 11-S, y que en EE UU el p¨²blico ver¨¢ de otra manera The Mauritanian. Macdonald lo entendi¨® r¨¢pidamente: los militares no son los tipos malos, sino gente que reacciona ante los acontecimientos, las amenazas y los miedos. Aunque sus sentimientos provocaron reacciones catastr¨®ficas en el resto del planeta. En fin, soy una actriz, no una pol¨ªtica¡±.
Babelia
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