Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n: ¡°La crispaci¨®n y el agotamiento pueden convertir esto en un polvor¨ªn¡±
A punto de empezar a rodar con Almod¨®var, la actriz cree que la pandemia ha sido un revulsivo y tambi¨¦n un batacazo que pone en entredicho la capacidad de subsistencia que da el Estado del bienestar
Empieza ma?ana a rodar con Pedro Alm¨®dovar la pel¨ªcula Madres paralelas, un sue?o de su carrera. Lleva consigo la ropa, la mirada, la serenidad de quienes se sientan para quedarse, y eso no es com¨²n entre las personas de las artes, que a veces parecen haberse ido ya al sentarse. Sus ojos son los de sus pel¨ªculas, pero de cerca son tambi¨¦n los ojos de su alma: inquisitiva y curiosa, rabiosa tambi¨¦n. La conversaci¨®n requiere de preguntas, y por ah¨ª, por las preguntas, empieza a hablar Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n (Roma, 52 a?os).
Pregunta. Le han hecho miles de preguntas en miles de entrevistas. ?Qu¨¦ preguntas se hace usted?
Respuesta. S¨ª, llevo toda mi vida repitiendo la misma entrevista. Nos pasa a los que nos dedicamos a un oficio como este¡ En cuanto a mis preguntas, depende de c¨®mo lo enfoquemos. Estoy en un momento personal de tr¨¢nsito. Termin¨® mi ¨¦poca de maternaje, de cachorros¡ Tengo hijos, una adolescente y uno que est¨¢ entrando en la edad adulta. Como madre, como mujer, me coloco en un lugar completamente distinto, de soltar mucho lastre. Ellos vuelan y vuelo yo. Es un momento de reencuentro conmigo misma, de mucho disfrute igualmente conmigo. Esta etapa que estamos viviendo est¨¢ siendo un enorme revulsivo. Aflora lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Un momento cat¨¢rtico. Cuando lleg¨® la pandemia entr¨¦ en p¨¢nico como actriz. Ped¨ª moratorias de hipotecas, cr¨¦ditos¡ Tuve mucho miedo porque no sab¨ªa a qu¨¦ nos iba a conducir esto. Y resulta que he seguido trabajando. Para muchos, esto ha significado un batacazo. Y esta situaci¨®n te lleva a hacerte muchas preguntas sobre la capacidad de subsistencia que proporciona el Estado del bienestar. Se ha visto en la sanidad, en la educaci¨®n, en los trabajadores que se han quedado totalmente vendidos.
Como si te manifiestas te insultan, se produce un punto de autocensura
P. ?C¨®mo respondi¨® la sociedad?
R. Con mucha solidaridad, sacando esa capacidad colectiva de afrontar una situaci¨®n tan extrema. Con mucho civismo, y tambi¨¦n con mucha resignaci¨®n, con la conciencia de que si no estamos todos a una no salimos de esta. Y tambi¨¦n se han exacerbado comportamientos muy ego¨ªstas, muy arribistas, ha habido especuladores benefici¨¢ndose del mal ajeno. Las posiciones ultramontanas, la crispaci¨®n y el agotamiento pueden convertir esto en un polvor¨ªn como, de hecho, se viene demostrando.
P. Cuando surgi¨® esa disyuntiva entre comunismo y libertad lanzada desde el Partido Popular fue inevitable recordar a sus ancestros comunistas¡
R. Se me abren las carnes, eso me toca en lo m¨¢s profundo. Como hija de comunista que sufri¨® la represi¨®n de la dictadura, que luch¨® por la libertad de este pa¨ªs, que defendi¨® con sus compa?eros el pacto de la Transici¨®n con una generosidad enorme, que ten¨ªa unas convicciones democr¨¢ticas muy profundas¡ ?l celebraba cada 6 de diciembre, tras el golpe de Tejero, los aniversarios de la Constituci¨®n, y pon¨ªamos en casa aquella bandera que daba entonces ese d¨ªa el diario EL PA?S. Ese ejemplo de comunista es mi padre, que es muestra de lo que signific¨® el PCE en este pa¨ªs, en la clandestinidad y en la dictadura. Entonces el PSOE pr¨¢cticamente no exist¨ªa, y la izquierda de este pa¨ªs eran los comunistas. Volver a mostrarlos ahora como si fueran el coco, como est¨¢n tratando de hacer, es una manera de distraer y de meter miedo al electorado para que la gente no atienda a los logros que va alcanzando la democracia, como la eutanasia o la lucha contra la violencia de g¨¦nero.
P. En un tiempo los artistas canalizaron el malestar en las calles y en los escenarios.
R. Ahora el malestar se canaliza a trav¨¦s de las redes sociales, y en esta ¨¦poca no puede haber grandes movilizaciones. Hay tambi¨¦n un desgaste, despu¨¦s de tanta exposici¨®n en el pasado. Y como, adem¨¢s, si te manifiestas te insultan se produce un punto de autocensura. Soy una actriz que se dedica a entretener a la gente, no tengo por qu¨¦ aguantar todo lo que me echen. Ese es mi rol, enriquecer un poquito m¨¢s la vida de la gente.
Soy una persona de izquierdas, una persona progresista que ahora no se siente de ning¨²n partido concreto.
P. ?Y qu¨¦ le da el arte?
R. Es el propio camino de la vida, mi camino de conocimiento. Me brinda la oportunidad de indagar profundamente en el alma humana. Y de hacerme preguntas y a veces de obtener alguna respuesta, que luego se modifica con el siguiente reto. Las respuestas nunca son definitivas, pero el reto de sentirme en peligro cada vez que inicio un nuevo proyecto, que est¨¦ al borde del abismo, esa adrenalina extra?a que tiene algo de adictivo, te lleva a esa sensaci¨®n de riesgo interior, de estar en el abismo con cada nuevo personaje.
P. En el abismo est¨¢ ahora. Hoy arranca el rodaje de la nueva pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var.
R. ?Ya empieza! El martes entro en el rodaje. Afortunadamente, Pedro trabaja con mucha antelaci¨®n; es el ¨²nico director que conozco que trabaja de manera tan exhaustiva en los ensayos. Te lleva a los lugares de rodaje, a los decorados donde va a transcurrir todo. Pero ese v¨¦rtigo que padezco es invariable: ?estar¨¦ a la altura de lo que se espera de m¨ª? Esa inseguridad nunca falta.
P. ?Ese v¨¦rtigo es especial con Pedro?
R. Es universal, pero que me haya tocado ahora trabajar con Pedro Almod¨®var, en este momento de mi vida, es distinto que si me hubiera ocurrido de m¨¢s jovencita. Entonces me hubiera sentido m¨¢s expuesta, m¨¢s vulnerable, m¨¢s insegura. Sin embargo, ahora, dentro del v¨¦rtigo natural que me produce cumplir este sue?o de actuar con Pedro, siento que esto me pilla en el momento perfecto de mi vida. Ya tengo mucho camino hecho, me conozco muy bien, s¨¦ cu¨¢les son mis recursos, los tengo. Me siento m¨¢s tranquila que si me hubiera sucedido esto hace 20 a?os, por ejemplo.
No puedo aceptar comparaciones como las que equiparan el exilio republicano con el exilio de Puigdemont, me parece ofensivo
P. ?Qu¨¦ tal es la historia que le ha asignado?
R. En la pel¨ªcula, Pedro se reencuentra con ese mundo femenino que forma parte de su vida y de su filmograf¨ªa de una manera muy profunda, abordando un tema que ya hemos visto en otros personajes y en otras pel¨ªculas: el de las madres imperfectas, el de las malas madres, de alg¨²n modo. Yo soy una de esas madres. Y soy un personaje secundario dentro de la trama. Son momentos maravillosos de los que te regala Pedro. Y no puedo contar mucho m¨¢s.
P. Sus ojos son capaces de pasi¨®n, sosiego y enfado. De lo que ahora ve alrededor, ?qu¨¦ le resulta imposible aceptar?
R. Vivo en una colonia de gente muy diversa. Durante el encierro, nos encontr¨¢bamos a las ocho de la tarde para aplaudir; intercambi¨¢bamos impresiones, nos cuid¨¢bamos, nos hac¨ªamos favores¡ Me enfada o me irrita que no seamos capaces de extrapolarlo a niveles m¨¢s amplios. Soy una persona de izquierdas, una persona progresista, que ahora no se siente de ning¨²n partido concreto. No puedo aceptar comparaciones como las que equiparan el exilio republicano con el exilio de Puigdemont, me parece ofensivo, as¨ª que me disgustan el fondo y las formas de muchas de las cosas que escucho desde la derecha, pero no puedo aceptar otros exabruptos que tambi¨¦n oigo desde el sector donde siempre han estado mis afinidades ideol¨®gicas.
Babelia
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