Taquillazos y gatillazos
Una desmitificaci¨®n de ¡°la teor¨ªa de ¡°la larga cola, con la consiguiente celebraci¨®n del ¡®blockbuster¡¯
Consecuencias del distanciamiento, supongo: acudes a tus propios recursos. De repente, tienes tiempo para indagar en esos montones de discos, libros, pel¨ªculas que has ido acumulando, sin terminar de paladear plenamente. As¨ª, he recuperado Blockbusters, un tomo de Anita Elberse, profesora de Harvard especializada en la econom¨ªa del entretenimiento.
Recuerdo lo que me atrajo del libro. Aunque Elberse prioriza los productos de Hollywood, indaga igualmente en las estrategias de Lady Gaga, Radiohead, Jay-Z o ?el Real Madrid gal¨¢ctico! Y tambi¨¦n recuerdo los motivos para abandonar su lectura: una sequedad acad¨¦mica y, lo confieso, incomodidad ante su tesis central. Que las industrias culturales ¡ªella prefiere hablar de ¡°proveedores de contenidos¡±¡ª deben dedicarse a las grandes apuestas, productos costosos y/o lanzamientos espectaculares. Cierto que lleg¨® la covid y mand¨® parar, pero pronto se reanudar¨¢ la discusi¨®n, aunque sea en un contexto diferente.
Blockbuster es un vocablo de la Segunda Guerra Mundial, aplicado a las bombas de aviaci¨®n capaces de demoler un edificio. En los a?os posteriores, el t¨¦rmino migr¨® hacia el show business, espec¨ªficamente hacia pel¨ªculas de contenido explosivo, supuestamente capaces de reventar los cines de estreno. Lo que llamar¨ªamos ¡°¨¦xitos de taquilla¡±, aunque veo que hay una traducci¨®n espa?ola y que la editorial, Gesti¨®n 2000, opt¨® por otra palabra: su t¨ªtulo completo es Superventas: por qu¨¦ el futuro de la industria del entretenimiento pasa por asumir riesgos e intentar crear productos superventas.
La mentalidad blockbuster ha triunfado entre nosotros: hasta en los telediarios se informa de presupuestos, sueldos de las estrellas y resultados de taquilla, como si esas cifras equivalieran a recomendaciones. Que lo son, argumenta Anita Elberse: el consumidor, especialmente si lo es de forma ocasional, busca la ruta del reba?o.
Elberse discute la long tail (larga cola), la teor¨ªa de Chris Anderson que situaba el futuro de la industria cultural en la abundancia de productos minoritarios, ahora visibles y disponibles gracias a internet. Una fantas¨ªa muy reconfortante entre, imagino, los que leemos esta secci¨®n, que Elberse torpedea sin piedad.
No obstante, su defensa de los superventas no se molesta en acomodar los gatillazos, los lanzamientos a lo grande que se estrellaron. Y no faltan ejemplos. En 1978, la pel¨ªcula Sgt. Pepper¡¯s Lonely Hearts Club Band hundi¨® la carrera de los Bee Gees. Dos a?os despu¨¦s, La puerta del cielo, de Michael Cimino, acab¨® con United Artists como estudio independiente. Sin olvidar su principal caso pr¨¢ctico: la compleja campa?a para publicar Born This Way, segundo ¨¢lbum de Lady Gaga, finalmente eclipsado por 21, segunda entrega de Adele, promocionada espec¨ªficamente con t¨¦cnicas derivadas de la long tail.
H¨¢bilmente, la autora advierte de que no va a discutir el valor est¨¦tico de los blockbusters, con lo que parece que nos condena, en lo cinematogr¨¢fico, a un purgatorio de secuelas, Tom Cruise y h¨¦roes de Marvel. Su hoja de parra es que los megaingresos de los superventas finalmente permiten que los productores de contenidos inviertan en nuevos creadores, a modo de I+D. Delicioso, aunque eso no se compadece con la realidad.
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