Muere Raimund Hoghe, bailar¨ªn, core¨®grafo y dramaturgo

El core¨®grafo, te¨®rico, cineasta, dramaturgo y bailar¨ªn (como le gustaba primordialmente ser reconocido) Raimund Hoghe, nacido en Wuppertal (Alemania), muri¨® este viernes, 14 de mayo, a los 72 a?os en D¨¹sseldorf, donde viv¨ªa. El Tanzhaus NRW de D¨¹sseldorf anunci¨® el viernes por la noche su deceso en un escueto comunicado donde destacaba que Hoghe era ¡°uno de los ¡°protagonistas m¨¢s importantes de la danza contempor¨¢nea¡±. Hoghe, con una dilata e incansable carrera internacional, destac¨® medi¨¢ticamente cuando trabaj¨® como dramaturgo y asesor esc¨¦nico para la core¨®grafa y directora del Tanztheater de Wuppertal, Pina Bausch, casi una d¨¦cada a partir de 1980 en adelante. La uni¨®n personal y amistad entre los dos artistas se mantuvo siempre, y fue en 1994 cuando Hoghe coreografi¨® Meinw?rts, para ¨¦l mismo, su primer solo como bailar¨ªn. En el cat¨¢logo de Pina Bausch, Raimund Hoghe aparece asociado como dramaturgo a piezas emblem¨¢ticas como Bandoneon (1980); Walzer (1982); Nelken (1983); Auf dem Gebirge¡­ (1984); Two Cigarettes in the Dark (1985); Viktor (1986); Ahnen (1987) y la pel¨ªcula El lamento de la emperatriz (1989).

M¨¢s informaci¨®n

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Sentimientos sin sentimentalismos

Hoghe empez¨® su carrera profesional escribiendo unas especies de vi?etas o retratos literarios en el semanario Die Ziet. Tras el trabajo con Bausch y la escritura de dos libros te¨®ricos y vivenciales, en 1992 Hoghe se encuentra con Luca Giacomo Schulte, artista pl¨¢stico y performer, y lo convierte, en lo que ¨¦l mismo llamaba ¡°su sombra est¨¦tica¡±, un colaborador personal por muchos a?os. Gran impacto produce en 1997 el filme Der Buckel, un descarnado y duro autorretrato que se exhibe en la televisi¨®n p¨²blica alemana con mucha repercusi¨®n. Hoghe, a partir de esto, es inevitable e ineludible en la escena alemana y en la especulaci¨®n teatral. Su fama le lleva a recorrer teatros, festivales y a ser consagrado en Francia y en Italia. Sus experimentos teatrales hab¨ªan comenzado antes precisamente en D¨¹sseldorf, cuando en 1989, en la ?pera, dirige al bailar¨ªn y core¨®grafo Mark Sieczkarek (Inverness, Reino Unido, 1962) en el solo Forbidden Fruit, ¨¦l mismo un exbailar¨ªn de Bausch. Otros dos solos masculinos creados por Hoghe sientan las bases de su estilo: Vento (1990) para el brasile?o Ricardo Bittencourt, y en 1994 Verdi prati para Rodolpho Leoni.

Las piezas de Hoghe no eluden el compromiso sociopol¨ªtico, sino que se sumergen en los dramas contempor¨¢neos con fuerza de choque. Los refugiados, el hambre, la marginaci¨®n por racismo, discapacidad o por condici¨®n sexual, todo eso est¨¢ en su obra descarnadamente y con claridad. Su obra Postales de Vietnam (2020) trata estos temas y en 2007 en el Festival de Avi?¨®n mostr¨® 36 avenue Georges Mandel. En 1989, la editorial Ultramar de Barcelona public¨® el libro de Hoghe Pina Bausch, historias de teatro-danza, un relato fragmentado pero lleno de inteligencia donde se pueden encontrar claves y sendas interpretativas de gran riqueza tanto para la obra de Bausch como para el fen¨®meno expansivo e influyente de la teatro-danza.

Ahora es ocasi¨®n de recordar sus propuestas contenidas en obras como Chambre s¨¦par¨¦e (1997) y Another Dream (2000). Hoghe trabaj¨® mucho para televisi¨®n, confiaba en ese medio, y proyectos como La jeunesse est dans la t¨ºte para ARTE (2016), Lebenstr?ume (ZDF / 3sat 1994) y el ya mencionado 1997 Der Buckel, un autorretrato de una hora para WDR, quedan como experimentos de gran calado. El Prix de la Critique de Francia en 2006 por El lago de los cisnes, 4 actos (en la categor¨ªa de mejor obra extranjera) reconoce su originalidad y peso est¨¦tico; en 2007 hizo en el Centro Pompidou de Par¨ªs su Bol¨¦ro Variations, y los cr¨ªticos de la revista Ballet-tanz lo premiaron como bailar¨ªn del a?o en 2008. Hoghe siempre ha jugado con deliberaci¨®n por el contraste m¨¢s ruido en escena, haci¨¦ndose acompa?ar de bailarines esbeltos y potentes, como Lorenzo de Brabandere (B¨¦lgica, 1983); Faustin Linyekula (Ubundu, Zaire, 1974) y Emmanuel Eggermont (Francia, 1979). Una de sus obras es Canzone per Ornella, homenaje a su compa?era de escenario, la bailarina Ornella Ballestra.

En los dos encuentros cercanos con la palabra de Hoghe ca¨ª bajo un hechizo particular, su impacto intelectual, maduro y precedido de su honestidad y compromiso; se adivinaba enseguida su inteligencia para calar al interlocutor. Era muy consciente de, con su cuerpo deforme, con su condici¨®n de tullido, que despertaba a la vez el rechazo, en algunos otros la admiraci¨®n y en todos, el asombro; ten¨ªa un as en la manga, una baza ganadora. Su tenacidad para seguir adelante con una carrera marcada por los impedimentos y singularidades de su f¨ªsico, establec¨ªan la fricci¨®n prodigiosa que preced¨ªa su actividad danc¨ªstica y performativa. Reservado, hosco a primera vista, agudo en el trato, los artistas que trabajaban con ¨¦l relataban siempre su instinto teatral de s¨ªntesis y el sustrato po¨¦tico. En Espa?a se recuerda especialmente su presencia en el Seminario Internacional de Nuevas Dramaturgias del Centro P¨¢rraga y sus actuaciones en Murcia en 2010.