¡°Era un n¨²mero y ahora soy Marcus Degen¡±, el ni?o que subi¨® al tren del Holocausto

La memoria de la infancia es un terreno movedizo, porque hay adultos que recuerdan algunos episodios muy tempranos, mientras que la mayor¨ªa solo lo hace a partir de los tres, cuatro o cinco a?os. Para el holand¨¦s Marcus Degen, el pasado ha vuelto cuando ya es octogenario. Gracias a una nueva investigaci¨®n efectuada por dos de sus compatriotas, se ha reconocido en una pel¨ªcula filmada en 1944 durante su traslado al campo de concentraci¨®n alem¨¢n de Bergen-Belsen. Ten¨ªa tres a?os y estaba internado con su familia al este de Pa¨ªses Bajos, en un campo de tr¨¢nsito llamado Westerbork. Durante la II Guerra Mundial, fueron deportados desde all¨ª 102.000 jud¨ªos y 245 miembros de la comunidad Roma y Sinti, y el 19 de mayo de ese mismo a?o ¨¦l subi¨® con su familia a un tren camino del exterminio. Sobrevivi¨®, lo mismo que su hermana, Stella, y su madre, y ha agradecido el esfuerzo de los investigadores con una frase conmovedora. ¡°Era un n¨²mero y ahora soy realmente Marcus Degen¡±, les ha dicho.

La vuelta atr¨¢s dio comienzo el a?o pasado, cuando Degen recibi¨® una llamada de los investigadores Gerard Rossing y Koert Broersma, que hab¨ªan estudiado a fondo las im¨¢genes de una pel¨ªcula fechada en 1944 y titulada Film Westerbork, incluida en 2017 en la lista de patrimonio hist¨®rico documental de la Unesco. Compuesta de varios fragmentos, constituye un documento ¨²nico de la vida en un campo de internamiento, y ha sido restaurada y digitalizada por el Netherlands Institute of Sound and Vision. Los estudiosos acaban de publicar un libro sobre este trabajo y cre¨ªan haberle encontrado en uno de los fotogramas. Hab¨ªan llegado a ¨¦l tras repasar las listas de los deportados, y los nombres y fechas de nacimiento escritos en su equipaje.

Del instante fugaz en que aparecen unos ni?os tras las ventanillas, pasaron al listado, y pensaron que pod¨ªa tratarse de la familia Degen. Estaban en lo cierto: el peque?o que buscaban era Marcus camino del campo de concentraci¨®n de Bergen-Belsen. Es posible que la mujer que aparece a su lado sea Lena, su madre. Stella, su hermana, residente hoy en Nueva York, tambi¨¦n se ha reconocido en el mismo tren. Separados de su madre, les ayud¨® otra prisionera que los escond¨ªa y les consegu¨ªa comida. Los ni?os y la progenitora sobrevivieron; el padre no regres¨®. Los investigadores han identificado a otra decena de personas transportadas entre marzo y mayo de 1944.

Westerbork era una estaci¨®n de paso y un a?o antes de la filmaci¨®n los internos pasaban hambre, de modo que la grabaci¨®n tiene un tono propagand¨ªstico, seg¨²n se explica en el Centro de la Memoria abierto en el campo. Lo dirig¨ªa el comandante nazi Albert Konrad Gemmeker que encarg¨® en 1944 la pel¨ªcula para convencer a sus superiores de que su labor era valiosa para la causa. Si lo consegu¨ªa, se evitaba un traslado, que a esas alturas de la guerra ¡ªel 6 de junio de 1944 se produjo el desembarco aliado en Normand¨ªa¡ª bien pod¨ªa ser al frente oriental europeo. Gemmeker le dej¨® la c¨¢mara al interno Rudolf Breslauer, que capt¨® la llegada de dos trenes cargados de prisioneros jud¨ªos y de las comunidades Sinti y Roma, as¨ª como la partida de un convoy con la familia Degen. Hay otras secuencias con los deportados junto a sus ropas y varios soldados y oficiales nazis en el and¨¦n. Aparecen asimismo los talleres de trabajo, la consulta del dentista, labores de costura y hasta ejercicios de gimnasia al aire libre y funciones de teatro. Momentos, estos ¨²ltimos, para dar buena impresi¨®n al alto mando nazi.

La pel¨ªcula incluye una de las instant¨¢neas m¨¢s conocidas del Holocausto. Es la ni?a Ana Maria Settela Steinbach, tenida en un principio por jud¨ªa aunque pertenec¨ªa a la comunidad Sinti. Con la cabeza envuelta en un pa?uelo claro, se asoma asustada desde el tren. Muri¨® junto a casi toda su familia en Auschwitz-Birkenau; solo se salv¨® el progenitor.