La Universidad de Oxford deja de imprimir sus propios libros

Las actas de las reuniones del comit¨¦ de delegados acad¨¦micos que dirig¨ªa Oxford University Press (OUP), la prestigiosa editorial de la universidad inglesa, dejaron de escribirse a mano en 1969. Para entonces hac¨ªa ya casi cien a?os que se hab¨ªa inventado la m¨¢quina de escribir. La arbitrariedad, lentitud, prejuicios e ineficacia econ¨®mica de un departamento que se vanagloriaba de no dejarse contaminar por la profesionalidad empresarial se ve¨ªan compensados, para muchos de sus autores, por el aura de respetabilidad que supon¨ªa publicar bajo el sello de una instituci¨®n acad¨¦mica de renombre mundial. Un s¨ªmbolo tan brit¨¢nico como la BBC o el NHS (el Servicio Nacional de Salud) ha anunciado que abandona definitivamente el negocio de la impresi¨®n el pr¨®ximo 27 de agosto. Hasta ese d¨ªa, la sociedad mercantil Oxuniprint intentar¨¢ reubicar en otros puestos a los 20 trabajadores que todav¨ªa siguen contratados. Es la ¨²nica delegaci¨®n restante de una empresa que ha ido externalizando, desde 1989, la impresi¨®n de sus propios libros.

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Una uni¨®n mod¨¦lica entre empresa y universidad

El primer libro que vio luz en Oxford data de 1478. Era el comentario de Flavio Rufino al Credo Apost¨®lico. Pero no fue hasta 1586, a trav¨¦s de un decreto real, cuando la universidad comenz¨® a imprimir de modo continuado. La construcci¨®n del Imperio Brit¨¢nico fue tambi¨¦n la expansi¨®n de una instituci¨®n que simbolizaba su esencia. OUP lleg¨® a convertirse en una organizaci¨®n global con m¨¢s de 6.000 empleados en 53 pa¨ªses, con ramas internacionales en Estados Unidos, Canad¨¢, Australia, India y Sud¨¢frica.

El lento declive de los ¨²ltimos a?os, con ventas en ca¨ªda libre, se ha agudizado a lo largo de los meses de la pandemia. ¡°Intuimos que el resultado podr¨ªa haber sido otro si la direcci¨®n de OUP no se hubiera empe?ado hasta el final en una estrategia de externalizaci¨®n del negocio o no hubiera renunciado inexplicablemente a la utilizaci¨®n del Esquema de Retenci¨®n de Empleo [como se han denominado oficialmente los ERTE puestos en marcha por el Gobierno de Boris Johnson durante la crisis]¡±, ha dicho Kevin Whifflen, el director de la oficina regional de Oxford de la central sindical Unite, la m¨¢s potente del Reino Unido. ¡°Nos hemos visto abandonados por una direcci¨®n de miras cortas que ha tomado decisiones desleales¡±. La mayor¨ªa de los trabajos de impresi¨®n, seg¨²n explica el sindicato, se vienen haciendo en los ¨²ltimos a?os en la India y Filipinas, y las tareas de almacenaje y distribuci¨®n se confiaron por completo a otras empresas desde 2019.

El lento declive de los ¨²ltimos a?os, con ventas en ca¨ªdas libre, se ha agudizado a lo largo de los meses de la pandemia

Resistencia al cambio

Los libros acad¨¦micos de OUP, que engloban desde materias empresariales a ciencias, filosof¨ªa, religi¨®n, leyes, filosof¨ªa o literatura, tienen un prestigio por encima de cualquier cuestionamiento. Ha publicado estudios monogr¨¢ficos que no hubieran resultado atractivos para muchas editoriales, y los precios de sus ejemplares han sido siempre bastante asequibles si se tiene en cuenta la calidad que ofrec¨ªan. Nunca ha dependido de las exigencias de unos accionistas que pusieran en cuesti¨®n sus decisiones financieras, ni ha sufrido las turbulencias de las ¨²ltimas d¨¦cadas que han producido fusiones, adquisiciones y tambi¨¦n la desaparici¨®n de otros grandes del sector.

A cambio, tard¨® en reaccionar a los cambios tecnol¨®gicos o de formato que se han producido en los ¨²ltimos a?os. Su proceso de edici¨®n y revisi¨®n, de una lentitud a veces exasperante, llev¨® a popularizar la broma de que, para cuando finalmente publicaba una teor¨ªa o propuesta cient¨ªfica, ya hab¨ªa sido superada o puesta en cuesti¨®n. ¡°Que Oxford Press publique tu obra es como casarte con una duquesa: el honor es notablemente superior al placer que te proporciona¡±, lleg¨® a decir en su d¨ªa el historiador William Roger Louis, director de la Historia de Oxford del Imperio Brit¨¢nico.