Zuaraz y la sobremesa pendiente con Agust¨ªn Lara

Santiago Hern¨¢ndez se expresa con pasi¨®n. Tiene solo 27 a?os, pero ya se pierde f¨¢cilmente por los recovecos del pasado y habla de ellos como quien se siente lejos de su hogar. Cuando lleg¨® a Espa?a desde M¨¦xico hace tres a?os, su hermano peque?o Sebasti¨¢n llevaba en nuestro pa¨ªs el tiempo suficiente como para haber viajado mucho Europa y decidido que la m¨²sica ser¨ªa su forma de vida. Basti¨¢n, como Santiago le llama cari?osamente durante la entrevista por videollamada, escucha a su hermano hablar de la infancia en M¨¦xico DF, de las tertulias art¨ªsticas en casa de sus padres, y asiente con una ...

Santiago Hern¨¢ndez se expresa con pasi¨®n. Tiene solo 27 a?os, pero ya se pierde f¨¢cilmente por los recovecos del pasado y habla de ellos como quien se siente lejos de su hogar. Cuando lleg¨® a Espa?a desde M¨¦xico hace tres a?os, su hermano peque?o Sebasti¨¢n llevaba en nuestro pa¨ªs el tiempo suficiente como para haber viajado mucho Europa y decidido que la m¨²sica ser¨ªa su forma de vida. Basti¨¢n, como Santiago le llama cari?osamente durante la entrevista por videollamada, escucha a su hermano hablar de la infancia en M¨¦xico DF, de las tertulias art¨ªsticas en casa de sus padres, y asiente con una sonrisa evocadora, como si a¨²n pudiera o¨ªr aquellas canciones que sonaban entonces, los boleros y los sones jarochos que les han acompa?ado tantos kil¨®metros despu¨¦s.

Desde que los dos hermanos viven en Madrid, donde el padre vino a trabajar, la m¨²sica de su ciudad de origen y del Veracruz natal de su madre suena en las sobremesas como una invocaci¨®n a Armando Manzanero, Agust¨ªn Lara y Pablo Milan¨¦s, entre otros embajadores de la canci¨®n latinoamericana. Ellos son sus referentes y, al fin y al cabo, los responsables de que Zuaraz haya tomado forma hasta ahora. El tercer miembro de Zuaraz es el compostelano Xoan Dom¨ªnguez (del grupo Blanco Palamera), y ya cuentan ya con un primer disco, Bugambilia (Raso Estudio, 2021).

De esas pausas tras las comidas, acompa?ados de la segunda familia que han encontrado en Espa?a, entre guitarras y los recuerdos de la primera, la que dejaron en M¨¦xico, nacen las siete canciones de su debut, la mayor¨ªa compuestas por Santiago. Estuvieron un tiempo en un caj¨®n y para cuando decidieron rescatarlas y revisarlas Xoan ya era como un tercer hermano que se unir¨ªa al proyecto. ¡°Conoc¨ª a Xoan en una clase de yoga, en la escuela M¨²sica Creativa de Malasa?a, en Madrid¡±, cuenta Sebasti¨¢n, y a?ade: ¡°Me tir¨¦ a la piscina. Cuando llegu¨¦ all¨ª solo ¨¦ramos Xo¨¢n y yo, fue amor a primera vista¡±. Un a?o despu¨¦s de eso se fund¨® Blanco Palamera y Sebasti¨¢n empez¨® a tocar con ellos. Era el origen de otras sinergias y proyectos.

Para Santiago ¡°Xo¨¢n es la clave de todo esto. En las sobremesas ¨¦l met¨ªa una sincopada que nos pareci¨® que sonaba muy curioso con el ritmo que traemos nosotros de Veracruz, de Guanajuato, de la Ciudad de M¨¦xico¡±. Tambi¨¦n relata c¨®mo la experiencia musical de Xoan fue decisiva en el proceso de creaci¨®n de Bugambilia: ¡°Nosotros trabajamos letra y melod¨ªa, pero luego ambas llegan al puerto de Xoan, quien nos dice si tirar por un sitio u otro. Cuando existe ese dialogo ya todo es construir entre los tres¡±.

A pesar de su sonido espont¨¢neo y fluido, en Zuaraz pocas cosas salen bien por casualidad. El amor y el respeto por los g¨¦neros musicales de su tradici¨®n es la base de lo que hacen y eso implica sentarse, estudiar, ser precisos. Santiago lo explica minuciosamente: ¡°Para componer la canci¨®n AM nos fijamos en ejemplos muy claros del son jarocho de anta?o. En el ¨²ltimo tema de Bugambilia, un homenaje al Veracruz de Agust¨ªn Lara, los versos que incluimos al final los escribi¨® el repentista veracruzano Mardonio Sinta, que se dedicaba a soltar versos en medio de su epifan¨ªa mientras que el poeta Francisco Hern¨¢ndez los alcanzaba al vuelo¡±.

As¨ª, en un equilibrio sostenido entre lo cl¨¢sico y lo contempor¨¢neo, Zuaraz afinan su propia voz. De momento han logrado adaptar la canci¨®n rom¨¢ntica a unos c¨®digos, los actuales, que se desmarcan del amor rom¨¢ntico y de letras machistas de otros tiempos. Sobre las dificultades que han encontrado o no en este proceso, los dos hermanos cierran filas: ¡°Somos muy rom¨¢nticos y nos gusta mucho nuestro pasado. Tocamos para comunicarnos con nuestras abuelas y con nuestra familia en M¨¦xico. Es lo que nos hace feliz: tocar el pasado y tratar de convertirlo en algo nuevo, escuchar y reacondicionar lo que toc¨¢bamos antes¡±, apunta Sebasti¨¢n.

A prop¨®sito, Santiago recuerda a Irene Vallejo en El Infinito en un junco, un pasaje que imagina a Quevedo o Cervantes regresando ahora: ¡°Se sentir¨ªan totalmente raros, pero se sentir¨ªan c¨®modos con los libros, podr¨ªan abrirlos y sabr¨ªan c¨®mo caminarlo. Hay algo de su mundo que todav¨ªa existe en el nuestro. Ojal¨¢ y la vida nos permita sentarnos con Agust¨ªn Lara, con Omara Portuondo o con Armando Manzanero para dialogar sobre nuestras canciones¡±.

Bugambilia es el principio de grandes planes musicales. De momento, y si la covid les deja, les gustar¨ªa echar a rodar el disco: ¡°Nos encantar¨ªa poder por lo menos presentarlo en un directo. Pero tampoco tenemos prisa, son tiempos muy complejos y terribles y creo que tambi¨¦n hay otras prioridades¡±, asegura Sebasti¨¢n con su sensibilidad particular.

Hasta que llegue el momento de volver a bailar, ellos permanecer¨¢n sentados, componiendo, leyendo, esperando esa sobremesa que la m¨²sica les debe.