Dos cineastas buscan en secreto el alma andaluza
Los prestigiosos documentalistas estadounidenses Michael Dweck y Gregory Kershaw se fijan en el sur de Espa?a para su nuevo trabajo. Su anterior filme, el premiado ¡®The Truffle Hunters¡¯, se estrena hoy en plataformas
Los estadounidenses Michael Dweck y Gregory Kershaw se volvieron a Nueva York hace dos semanas tras pasar casi un mes localizando y preproduciendo en Andaluc¨ªa el que ser¨¢ su nuevo documental, a¨²n sin t¨ªtulo, sobre la cultura de esta regi¨®n. No quer¨ªan hacer ruido y trabajan un poco a escondidas, temerosos de contar el proyecto y de que alguien les copiara la idea. Llegaron ¡°atra¨ªdos por la riqueza, la belleza y el car¨¢cter ic¨®nico de las tradiciones¡± de Andaluc¨ªa. ¡°Tambi¨¦n por la pasi¨®n con la que mantiene y preserva su cultura¡±, seg¨²n cuentan por correo electr¨®nico. Dweck y Kershaw no son unos cineastas cualesquiera, y el mejor ejemplo es su trabajo anterior, The Truffle Hunters. Estrenado en Sundance, ha pasado por unos 45 festivales ¡ªentre ellos, Toronto, San Sebasti¨¢n, Telluride y Nueva York¡ª, ten¨ªa el sello de Cannes (hubiera sido proyectado en la edici¨®n fantasma de 2020) y entr¨® en la preselecci¨®n final de los Oscar. Adem¨¢s, gan¨® los premios a mejor documental en los galardones del Sindicato de Directores y de la Sociedad Estadounidense de Directores de Fotograf¨ªa. Hoy The Truffle Hunters, que rodaron durante un a?o en las monta?as del Piamonte (Italia) tras los pasos de los m¨¢s veteranos buscadores de trufas blancas, se estrena en Espa?a en plataformas.
Tanto Dweck como Kershaw poseen un pasado como directores de fotograf¨ªa. Tras The Last Race (2018), documental que el primero dirigi¨® y del que el segundo se hizo responsable de la c¨¢mara, se fueron con sus familias de vacaciones a Italia. Acabaron en el Piamonte, lejos de la playa, y all¨ª descubrieron la ancestral tradici¨®n de los buscadores de la trufa blanca de Alba, imposible de cultivar y convertida en uno de los ingredientes culinarios m¨¢s caros del mundo, a raz¨®n de 6.000 euros el kilo. Las coordenadas de sus zonas de recolecci¨®n, a las que los solitarios buscadores solo acceden en compa?¨ªa de sus perros truferos, son secretas. Igual que las negociaciones de compraventa. ¡°Necesitamos mucho tiempo para cada pel¨ªcula. Nos llev¨® m¨¢s de tres a?os realizar The Truffle Hunters [incluido uno de rodaje]. Antes de rodar, para nosotros resulta fundamental comprender y sentir en profundidad el lugar elegido. Buena parte de nuestro proceso cinematogr¨¢fico se limita a quedar con gente, escucharla, ver c¨®mo viven y ser capaces de entender sus aspiraciones y anhelos¡±, explican.
Por eso entienden que su proceso creativo se sale de la industria. ¡°Hacemos pel¨ªculas sobre personas y lugares que nos enamoran. Nuestros proyectos suelen transformarse con el tiempo, de manera que pueden empezar en un punto y, conforme avanza el rodaje, convertirse en algo de mayor calado. Creemos que precisamente eso es lo que nos est¨¢ ocurriendo en Andaluc¨ªa¡±, cuentan.
Ya han visitado Sevilla, Granada, C¨®rdoba, Jerez, C¨¢diz y Algeciras. No entran en detalle sobre ese trabajo previo de preparaci¨®n, ni con qui¨¦n han estado ni a qui¨¦n han entrevistado, m¨¢s all¨¢ de que han contado con el service (a grandes rasgos, la productora local que proporciona t¨¦cnicos, material y se encarga de gestionar cualquier permiso) de Esperpento Films, de la productora Araceli Carrero. Los cineastas vuelven a Andaluc¨ªa a mitad de julio. ¡°La pasi¨®n, el talento y la belleza que hemos encontrado en Andaluc¨ªa va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que hab¨ªamos imaginado¡±, aseguran. ¡°Queremos trasladar todo eso que hemos visto a una experiencia cinematogr¨¢fica. Creemos que ser¨¢ una pel¨ªcula que no se parecer¨¢ a nada que se haya hecho hasta ahora¡±.
¡°Tenemos un nivel de espa?ol muy elemental, cierto, pero efectivamente mucho de lo que hemos sentido en este primer viaje va m¨¢s all¨¢ del lenguaje¡±, explican sobre el nuevo documental. ¡°La cultura, el paisaje y nuestra interacci¨®n con los andaluces es algo muy profundo. La emoci¨®n es el punto de partida de nuestro trabajo y nuestra manera de hacer pel¨ªculas se centra en encontrar c¨®mo compartir lo que sentimos con nuestros espectadores¡±.
Hay una l¨ªnea tem¨¢tica que une sus filmes. Les interesan las comunidades capaces de preservar su identidad: ¡°Eso sucede en aquellos lugares donde el conocimiento, la riqueza y la belleza de las tradiciones permanecen vivos en su d¨ªa a d¨ªa. Hay muchos sitios del mundo donde esa riqueza se est¨¢ perdiendo en aras de la globalizaci¨®n de la cultura¡±.
La otra l¨ªnea es la formal, y se traduce en un cuidado casi exquisito en la composici¨®n de lo que acontece dentro del cuadro. ¡°La est¨¦tica es una parte esencial en la narraci¨®n de nuestras historias. En The Truffle Hunters no sol¨ªamos rodar m¨¢s de una secuencia al d¨ªa. Nos tom¨¢bamos nuestro tiempo componiendo el encuadre. Lo hac¨ªamos de tal manera que las personas filmadas prosiguieran con sus vidas, como si nosotros no estuvi¨¦ramos delante. No hab¨ªa nada preparado, sino que las secuencias ten¨ªan lugar despu¨¦s de esperar al momento preciso para colocar la c¨¢mara y dejar que grabase sin cortes durante horas. En el montaje, solo nos qued¨¢bamos con una peque?a parte de ese material, con esos momentos que parec¨ªan m¨¢gicos, misteriosos y que captaban una verdad ¨²nica del momento que hab¨ªamos presenciado¡±.
En The Truffle Hunters hay una secuencia que ha provocado la admiraci¨®n en sus proyecciones en festivales: los cineastas colocaron una c¨¢mara GoPro sobre la cabeza de uno de los perros. As¨ª el p¨²blico disfruta de la viveza de los canes. ?Se plantean hacer lo mismo en, por ejemplo, las manos de un bailaor? No quieren responder a ese interrogante, aunque apuntan: ¡°Cada imagen de The Truffle Hunters est¨¢ creada como si fuera una pintura, como una nueva p¨¢gina de un libro lleno de magia y encanto. Aqu¨ª en Andaluc¨ªa nos hemos quedado embelesados con la pasi¨®n y la sensualidad de su cultura. Es una cultura de colores vivos, movimientos en¨¦rgicos y jovialidad. Todo eso nos ha inspirado para crear un nuevo estilo de pel¨ªcula. Estamos convencidos de que vamos a sorprender al espectador¡±.
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