El Museo Thyssen se reorganiza
La fundaci¨®n reinstala su permanente para acomodar en la planta baja la colecci¨®n de Carmen Cervera, cuya exhibici¨®n est¨¢ pendiente del acuerdo de alquiler con el Ministerio de Cultura
Tras unas semanas de movimientos de obras y de pintura de salas, la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza se presenta agrupada en las plantas primera y segunda del museo con una nueva instalaci¨®n. Es el primer gran movimiento de obras desde su inauguraci¨®n en 1992. El motivo de esta revoluci¨®n hay que buscarlo en la colecci¨®n Carmen Thyssen, cuyo contrato de alquiler por parte del Ministerio de Cultura y Deporte se formalizar¨¢ en las pr¨®ximas semanas. Los cuadros de la baronesa se podr¨¢n ver entonces en la planta baja del museo, seg¨²n se ingresa en su vest¨ªbulo, a la izquierda, en un lugar sin duda preeminente.
Ese traslado de piezas ha provocado que se tenga que mover todo el conjunto. No se trata de un cambio de criterio, seg¨²n fuentes del museo, sino de llenar con la colecci¨®n del bar¨®n los espacios de Carmen Thyssen que se han desalojado. El resultado se abre al p¨²blico ma?ana s¨¢bado. Para ver la parte correspondiente a la coleccionista habr¨¢ que esperar a que se firme el pacto con la Administraci¨®n, que supondr¨¢ el regreso inmediato del Mata Mua, obra maestra de Gauguin que esta sac¨® en junio del a?o pasado para llev¨¢rselo a Andorra. As¨ª, la segunda planta ¨Cque conservar¨¢ el cl¨¢sico color salm¨®n de sus paredes¨C albergar¨¢ a los maestros antiguos, mientras que la pintura moderna ocupar¨¢ la primera, ahora, pintada de blanco.
¡°La nueva reorganizaci¨®n de pintura antigua ha afectado fundamentalmente a la escuela holandesa de los siglos XVII y XVIII que estaba en la primera planta del edificio Villahermosa¡±, explica en un comunicado Mar Borobia, jefa del ¨¢rea de Pintura Antigua del museo. ¡°La distribuci¨®n para los holandeses contin¨²a el esquema tem¨¢tico propuesto en las salas 20 y 21. En este nuevo orden, el visitante encontrar¨¢ tres espacios dedicados al paisaje; en el primera de ellas, se ha instalado la gran pintura de Frans Hals. El paisaje urbano e italianizante ser¨¢ la segunda parada del recorrido en la sala 26, y Ruisdael y la pintura de marinas ocupar¨¢n la sala 28. Los interiores, uno de los cap¨ªtulos m¨¢s llamativos de la colecci¨®n, se exponen en la sala 25, mientras que los retratos se han instalado en la 27. Para la pintura del siglo XVIII se ha destinado la sala 22 con ejemplos de artistas italianos, la sala 24 donde se re¨²ne la pintura francesa y brit¨¢nica, y la sala 29, dedicada al romanticismo y a Goya¡±.
En palabras de Paloma Alarc¨®, jefa del ¨¢rea de Pintura Moderna, ¡°la reinstalaci¨®n sigue una secuencia cronol¨®gica combinada con unas cuantas agrupaciones tem¨¢ticas. El recorrido comienza con el impresionismo franc¨¦s, el expresionismo centroeuropeo, las primeras vanguardias hist¨®ricas y el desarrollo de la abstracci¨®n. La visita contin¨²a con el dada¨ªsmo, el surrealismo y el arte europeo de los a?os centrales del siglo XX. Las salas 37, 38 y 39 proponen un enfoque tem¨¢tico sobre la transformaci¨®n del retrato y la representaci¨®n del ser humano durante el siglo XX. Tambi¨¦n se presenta una selecci¨®n de arte estadounidense de los siglos XIX y XX, que es una instalaci¨®n provisional hasta la inauguraci¨®n de la exposici¨®n Arte Americano en la colecci¨®n Thyssen, el 13 de diciembre de este a?o¡±.
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