¡®El escuadr¨®n suicida¡¯: Colorista, juvenil, l¨²dica, idiota

Quiz¨¢ no en materia editorial, pero en cuesti¨®n f¨ªlmica es muy extra?o lo que ha hecho esta vez DC con su universo extendido cinematogr¨¢fico: apenas cinco a?os despu¨¦s del estreno de Escuadr¨®n suicida (2016), en versi¨®n de David Ayer, con malas o tibias cr¨ªticas y discreta recepci¨®n por parte de los fans, llega El escuadr¨®n suicida, en traducci¨®n de James Gunn, que no es ni una secuela ni un remake, sino un rapid¨ªsimo renacimiento independiente, creado por otro autor y con un relato distinto, aunque compartiendo algunos de los int¨¦rpretes de la primera y sustituyendo a otros tantos.

La decisi¨®n va m¨¢s all¨¢ de uno u otro director porque los trasciende, hasta alcanzar una de las grandes discusiones en el cine de superh¨¦roes de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, pasando adem¨¢s desde el enfrentamiento habitual entre Marvel y DC al seno mismo de la segunda de las grandes casas creativas en materia superheroica. La pel¨ªcula de Ayer era oscura, adulta, grandilocuente y fatigosa. La de Gunn, colorista, juvenil, l¨²dica e idiota, apelativo este ¨²ltimo que cada cual deber¨¢ entender en el buen (que lo tiene) o el mal sentido, dependiendo de lo que le pida a una pel¨ªcula como esta.

Ayer, guionista de Training day y director de la excelente Corazones de acero, compon¨ªa en su versi¨®n una primera hora casi mod¨¦lica en su atractiva presentaci¨®n de personajes y de conflictos de poder, para luego derrumbarse con una acci¨®n cerca de lo horrendo en lo visual y mustia en lo narrativo. Gunn, en cambio, comienza a toda mecha con la acci¨®n, le interesan menos los subtextos relacionados con los desmanes de la autoridad (o los lleva a un terreno m¨¢s gamberro) y con la complejidad de los personajes, ofrece luz y color, y despliega un tono de abierta comicidad que en la pel¨ªcula de Ayer solo aparec¨ªa con el fant¨¢stico personaje de Harley Quinn, que en ambas pel¨ªculas se come a todos los dem¨¢s.

Da la impresi¨®n de que el recibimiento general por parte de los lectores de c¨®mics de la versi¨®n de Gunn, aclamado tambi¨¦n por su d¨ªptico de Guardianes de la galaxia ¡ªcreado para la competencia de Marvel¡ª, est¨¢ siendo muy bueno, asentado en esa concepci¨®n dionisiaca de su cine. Sin embargo, quiz¨¢ algunos de los que no sean fan¨¢ticos del g¨¦nero, entre ellos este cr¨ªtico (que, por ejemplo, no acaba de ver de las excelencias de Gunn en Guardianes¡­), se sientan un tanto desplazados ante tanto chistecillo, a pesar del excelente ritmo. Habr¨¢ quien se lo pase bomba con un ¨²ltimo trecho en el que el escuadr¨®n suicida se enfrenta a una bestia gigante, el alien¨ªgena Starro, entrando as¨ª la pel¨ªcula en el subg¨¦nero del kaiju-eiga. Y habr¨¢ quien se sienta un poco rid¨ªculo viendo esa misma lucha contra una simple estrella de mar tintada de rosa y azul.