La m¨²sica en internet ya no se compra, solo se escucha

Las descargas de m¨²sica de pago van cada vez a menos, seg¨²n el Informe del Estado de la Cultura en Espa?a 2021. El estudio, realizado por la Fundaci¨®n Alternativas y presentado este martes en la Feria del Libro de Madrid, pone de manifiesto que las nuevas generaciones no est¨¢n interesadas en la posesi¨®n, sino en la escucha a demanda. Por consiguiente, las suscripciones a los servicios de retransmisi¨®n de m¨²sica han aumentado un 23% este a?o. La plataforma digital Spotify domina el mercado y ya casi cuatro millones de personas en Espa?a poseen una suscripci¨®n pr¨¦mium.

La consolidaci¨®n de este nuevo modelo de negocio lleva a la Fundaci¨®n a ¡°cuestionar las normas de reparto de los ingresos generados a trav¨¦s de este sistema¡±. La herramienta Royalties Calculator, de la plataforma Music Gateway, estima que los artistas reciben ¡ªvar¨ªa seg¨²n la importancia del artista y del contrato firmado con su distribuidora y discogr¨¢fica¡ª de base 0,0036 euros por cada reproducci¨®n en Spotify, por lo que tendr¨ªan que conseguir 298.000 reproducciones para alcanzar el salario m¨ªnimo de Espa?a, 1.108 euros. En el caso de Apple Music, el artista recibe 0,0059 euros por reproducci¨®n. Esta aplicaci¨®n tiene una cuota mejor porque sus servicios no se pueden utilizar de manera gratuita, solo de pago, por lo que Spotify, que s¨ª da una opci¨®n gratis a los usuarios, acaba generando m¨¢s reproducciones.

El estudio sugiere que, con el fin de evitar estas pol¨ªticas que dejan poca retribuci¨®n a los artistas, ¡°se intensifique el papel redistributivo de las entidades de gesti¨®n, con el apoyo de los poderes p¨²blicos, para evitar la creaci¨®n de oligopolios privados de gesti¨®n de derechos¡±.

Otro de los apuntes del estudio es que, aunque durante la pandemia y despu¨¦s, ha crecido el tiempo que las personas dedican al ocio, la m¨²sica no se benefici¨® de este repunte tanto como otros sectores. Se deduce que la m¨²sica est¨¢ relegada a una escucha m¨¢s casual: ¡°Da pie a preguntarse si el rol de la m¨²sica como agente de creaci¨®n de la propia identidad y de nuestras relaciones sociales se ha ido erosionando, para convertirse en un mero apoyo a otros formatos¡±, concluye la investigaci¨®n. De hecho, la imagen gana cada vez m¨¢s importancia, como en el caso del formato videoclip. Los artistas utilizan cada vez m¨¢s esta v¨ªa ¡°como veh¨ªculo de transmisi¨®n de la canci¨®n¡±, detalla el informe.

La desigualdad en el consumo cultural

En funci¨®n de los ingresos mensuales de los hogares, existen desigualdades notables sobre el consumo de cultura en la red. Todav¨ªa hay muchos hogares en Espa?a que no utilizan internet, siendo mayor el n¨²mero de familias cuanto menores son los ingresos. Cuatro de cada 10 hogares con ingresos mensuales por debajo de los 900 euros no tienen acceso a internet, incluyendo el uso del tel¨¦fono m¨®vil. Tampoco tienen acceso a un ordenador en seis de cada 10 casas.

La publicaci¨®n apunta que ¡°el 64% de los hogares con ingresos por debajo de los 900 euros mensuales no ha usado nunca internet. La probabilidad de hacer cualquiera de estos usos culturales en l¨ªnea por parte de un individuo que pertenezca a un hogar que ingrese entre 1.600 y 2.500 euros es del doble con respecto a uno que se encuentre por debajo de los 900 euros¡±.

Otra de las propuestas por parte de los realizadores del estudio reside en fomentar pol¨ªticas p¨²blicas de digitalizaci¨®n de la sociedad. Destacan que estas siempre han de estar ¡°orientadas a la universalidad de acceso a internet, y en especial tras observar la a¨²n escasa proporci¨®n de hogares con pocos ingresos que disponen de ordenador o tableta, servir de impulso del uso de ordenadores en el ¨¢m?bito dom¨¦stico, principal espacio donde se lleva a cabo el consumo cultural digital¡±.