Cada vez menos globales: Spotify hace que se escuche m¨¢s m¨²sica local
Un nuevo art¨ªculo cient¨ªfico de dos investigadores espa?oles muestra que las canciones que se consumen en las plataformas difiere de forma creciente en los distintos pa¨ªses
¡°Algo que ha cambiado mucho es el sexo, drogas y rock and roll¡±, dice Carlos Gal¨¢n, fundador de la discogr¨¢fica independiente Subterfuge. ¡°Antes ten¨ªas a cuatro tarados que eran unos genios haciendo m¨²sica y daba todo igual. Ahora necesitas a un t¨ªo que aparte de componer y ensayar sepa trabajar sus redes sociales con esp¨ªritu de esfuerzo¡±, a?ade. La industria de la m¨²sica ha dado muchos vuelcos desde la fundaci¨®n de Subterfuge en 1989, pero la tecnolog¨ªa ha provocado cambios extraordinarios no solo en el perfil de los m¨²sicos, sino tambi¨¦n en los gustos de los oyentes.
Una novedad que resulta sorprendente es que la m¨²sica que se consume en plataformas digitales difiere cada vez m¨¢s en los distintos pa¨ªses, seg¨²n un nuevo art¨ªculo de los investigadores espa?oles Pablo Bello, de la Universidad de Link?ping, y David Garc¨ªa, profesor de la Universidad Tecnol¨®gica de Graz (Austria). Sus resultados proceden de Spotify, pero evidencia anterior demuestran que es una tendencia consolidada: los gustos musicales son por ahora cada vez m¨¢s nacionales. ¡°Hasta hace unos a?os el discurso era que ahora que se puede escuchar m¨²sica de todas partes, nos van a invadir¡±, dice Bello. ¡°En Espa?a siempre ha habido mucho miedo. Pero en m¨²sica no est¨¢ pasando eso, la m¨²sica est¨¢ compitiendo¡±, a?ade.
El profesor de la Universidad de Zurich Luis Aguiar investiga otros aspectos de Spotify, pero coincide en observar esta corriente. ¡°El consumo de m¨²sica local ha aumentado. Es un poco sorprendente a primera vista, pero con las nuevas tecnolog¨ªas hay m¨¢s m¨²sica producida, es m¨¢s barato hacerla y muchos artistas han entrado al mercado¡±, explica.
EL PA?S ha consultado media docena de fuentes dentro de la industria musical espa?ola y el consenso es claro: los datos de esta investigaci¨®n tienen raz¨®n. Espa?a, seg¨²n el trabajo de Bello y Garc¨ªa, es en m¨²sica un pa¨ªs latinoamericano. Es el ¨²nico pa¨ªs europeo donde el g¨¦nero predominante es el latino. Ni siquiera Portugal, que prefiere el rap, como en la mayor¨ªa de Europa, con Francia a la cabeza. Esa preferencia latina no implica que los artistas sean los mismos: muchos coinciden y otros no. Las distinciones concretas pueden verse en las listas diarias y semanales que Spotify saca para cada pa¨ªs y que es de donde proceden los datos del art¨ªculo.
Una gran transformaci¨®n
?Qu¨¦ est¨¢ pasando? Para Bello, las hip¨®tesis son variadas: ¡°Pueden ser cambios en la composici¨®n demogr¨¢fica de los consumidores de m¨²sica digital, ampliaciones en el repertorio de m¨²sica disponible, modas, cambios en el algoritmo de recomendaci¨®n¡±, explica, aunque se decantan por destacar una: ¡°Una transformaci¨®n de la industria musical como resultado de la digitalizaci¨®n y el streaming¡±.
Cuando EL PA?S ha explicado estos resultados a profesionales de la industria, su respuesta no ha sido de sorpresa. M¨¢s bien confirman una evidencia. Y, como Bello, creen que la responsabilidad es de las plataformas digitales. ¡°El motivo por el que ahora hay m¨¢s variedad entre pa¨ªses y hay un auge de artistas locales es la gran penetraci¨®n de las plataformas de streaming¡±, dice Pascual Crespo, director digital de Universal Music Spain. ¡°Antes el uso de las tiendas digitales era m¨¢s reducido y los artistas de ¨¦xitos eran m¨¢s comunes entre territorios¡±, a?ade. Ahora en Espa?a hay 3,7 millones de suscriptores de pago a plataformas digitales, dominadas por Spotify, Amazon y Apple. Su modelo permite m¨¢s ¡°variedad de gustos y el descubrimiento de nuevos artistas y especialmente locales¡±, a?ade.
La tendencia se ha acelerado pero aunque las ventas hace a?os fueran m¨¢s similares, no sabemos exactamente qu¨¦ se escuchaba en las casas una y otra vez, m¨¢s all¨¢ de lo que emit¨ªan las radios. Ahora s¨ª se sabe: ¡°Siempre hemos tenido un fuerte consumo local, unos pa¨ªses mas que otros, incluso antes de la revoluci¨®n digital¡±, dice Javier L¨®pez, consultor establecido en Londres especializado en la industria de musical. ¡°La diferencia ahora es que ese contenido local llega a la audiencia de una manera a¨²n m¨¢s directa¡±. Antes las radios iban solo en una direcci¨®n, ahora las plataformas permiten un uso m¨¢s personal, alterado adem¨¢s por las redes sociales que permiten una relaci¨®n distinta con el artista.
Tambi¨¦n hay problemas
Aunque la industria respira optimismo, m¨¢s ahora que se ve el fin de la pandemia y vuelven los conciertos, este modelo actual m¨¢s variado tiene sus problemas. Es m¨¢s sencillo ser m¨²sico hoy y es m¨¢s barato para un productor poner a un artista en el mercado, pero tambi¨¦n hay por ese mismo motivo mayor oferta: ¡°Mi trabajo no es m¨¢s f¨¢cil ahora que cuando empec¨¦ en 1999. Ahora hay m¨¢s competencia¡±, dice Iv¨¢n Tagua, fundador del sello Indica.
Gal¨¢n, de Subterfuge, coincide. ¡°Antes sab¨ªas que para ganar dinero con un disco deb¨ªas vender tantos miles de copias. Era exacto. Ahora sacas un disco o una canci¨®n y tienes reproducciones en plataformas, YouTube, qui¨¦n lo ve en premium. Es una loter¨ªa. El p¨²blico manda m¨¢s que nunca¡±, dice. Como en todas las industrias profundamente alteradas por la tecnolog¨ªa, los actores en el sector musical se han fragmentado. ¡°Antes ten¨ªas que poner un anuncio en las revistas t¨ªpicas, llamar a las radios. Ahora con las listas, artistas relacionados, los algoritmos. Es una batalla perdida intentar controlarlo todo¡±, a?ade.
Esta democratizaci¨®n del gusto acarrea inestabilidad incluso para los artistas, que ven c¨®mo los caminos hacia el ¨¦xito son m¨¢s variados pero tambi¨¦n m¨¢s estrechos o tortuosos, seg¨²n Chiara Hellquist, responsable de contenidos para Espa?a en Vevo, plataforma digital de v¨ªdeos musicales: ¡°La experiencia ha variado en dos aspectos: primero, la democratizaci¨®n, ahora puedes escuchar lo que quieras. Y segundo, no solo se distingue el consumo entre pa¨ªses sino tambi¨¦n entre productos: en digital se escuchan m¨¢s ciertos g¨¦neros y en f¨ªsico o en merchandising, otros¡±, dice.
El punto a favor es que m¨¢s artistas pueden intentar probarlo. El punto en contra es que su carrera estar¨¢ m¨¢s llena de incertidumbre hasta que encuentren un rinc¨®n ajustado a lo que ofrecen. ¡°Hay artistas que son m¨¢s influencers: no hay siempre una traducci¨®n simult¨¢nea entre seguidores en Instagram y reproducciones. Antes desarrollar un artista era sota, caballo y rey. Ahora hay tantas maneras de consumir la m¨²sica que lo importante es saber identificar cu¨¢l es el fuerte de cada artista¡±, dice Hellquist.
Entre este largo proceso de ajuste para encontrar a tus fans, el m¨²sico intenta de alg¨²n modo pasar por el peaje de las c¨¦lebres listas de reproducci¨®n. Como la radio hace una d¨¦cada, ahora los editores de las listas m¨¢s seguidas de las plataformas o los algoritmos que las crean son dos de los grandes dictadores de gusto. Aguiar ha estudiado a fondo una de estas listas controladas por humanos de m¨¢s ¨¦xito de Spotify: New Music Friday. Cada semana ofrece una selecci¨®n global de temas nuevos a sus 3,8 millones de suscriptores. Colarse ah¨ª es parte de la gloria, aunque tampoco es lo mismo lograr ponerse en los primeros puestos (millones de reproducciones aseguradas) que en el puesto 47.
Esa lista tiene un sesgo a favor de los artistas que est¨¢n fuera de las grandes discogr¨¢ficas y de las mujeres. Por supuesto, eso no quiere decir que todas las listas tengan ese sesgo: ¡°Es sorprendente y no sabemos el motivo¡±, dice Aguiar. ¡°Puede ser que Spotify quiera favorecer a sellos independientes porque les conviene que los grandes no tengan tanto poder de negociaci¨®n en el futuro¡±, a?ade.
La ca¨ªda de las grandes
Otro de los hallazgos del art¨ªculo de Bello y Garc¨ªa es precisamente la ca¨ªda de las grandes discogr¨¢ficas (Sony, Warner, Universal) entre los artistas con grandes ¨¦xitos, sobre todo desde 2018.
¡°Las grandes discogr¨¢ficas no son lo lentas que eran hace una d¨¦cada y hoy sus oficinas locales son muy activas y juegan un papel muy importante¡±, dice L¨®pez. ¡°Pero el sector independiente es la fuerza motor principal del auge de los artistas locales. Siempre han sido el adalid de los nuevos estilos y el mayor apoyo a los artistas emergentes¡±, a?ade.
Desde Universal admiten que los cambios son menos significativos de lo que parece. ¡°En los ¨²ltimo a?os la revoluci¨®n digital ha permitido a los creadores distribuir la m¨²sica a trav¨¦s de diferentes plataformas¡±, dice Crespo. ¡°Eso ha dado una oportunidad enorme a los nuevos artistas de poder autoeditarse y ha supuesto la creaci¨®n de nuevos sellos independientes. Pero el papel de una compa?¨ªa discogr¨¢fica sigue siendo el de apoyar, desarrollar y cuidar el patrimonio cultural del cat¨¢logo que cada una de ellas posee¡±, a?ade.
Esta explosi¨®n de m¨²sica local en nuestros pa¨ªses es significativa, pero adem¨¢s en otras regiones del mundo hay plataformas digitales propias con millones de oyentes. En un reportaje reciente en Rest of the World, Elie Habib, fundador de Anghami, una plataforma dominante en el mundo ¨¢rabe creada en L¨ªbano y con sede hoy en Abu Dabi, estima que un 1% de las canciones en los cat¨¢logos globales son en ¨¢rabe mientras que en Anghami son el 50% de las reproducciones diarias. La africana Boomplay o la india JioSaavn hacen una labor parecida en sus territorios de influencia.
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