Los carteles, una ventana a la modernidad del siglo XX
CaixaForum Sevilla re¨²ne 110 afiches, 10 de los cuales se muestran por primera vez, para ilustrar los cambios en la sociedad de la revoluci¨®n industrial
El tr¨¢nsito del siglo XIX al XX supuso la llegada de la modernidad de la mano de la revoluci¨®n industrial a las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos y los carteles se convirtieron en la ventana para dar a conocer los inventos, productos y formas de ocio que trajo el nuevo siglo a una sociedad en su mayor¨ªa iletrada. Artistas como Jules Ch¨¦ret, Toulouse-Lautrec, Alphonse-Marie Mucha, Th¨¦ophile A. Steinlen o Adolf Hohenstein trabajaron para publicitar un nuevo modo de vida con tentadore...
El tr¨¢nsito del siglo XIX al XX supuso la llegada de la modernidad de la mano de la revoluci¨®n industrial a las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos y los carteles se convirtieron en la ventana para dar a conocer los inventos, productos y formas de ocio que trajo el nuevo siglo a una sociedad en su mayor¨ªa iletrada. Artistas como Jules Ch¨¦ret, Toulouse-Lautrec, Alphonse-Marie Mucha, Th¨¦ophile A. Steinlen o Adolf Hohenstein trabajaron para publicitar un nuevo modo de vida con tentadores anuncios de viajes, bebidas alcoh¨®licas, libros, productos de belleza, salud y locales de ocio nocturno.
En Espa?a el primero en dedicarse a la publicidad fue Alexandre de Riquer, quien adem¨¢s reuni¨® una importante colecci¨®n de carteles norteamericanos que forma parte de los fondos del Museu Nacional d¡¯Art de Catalunya (MNAC), pero tambi¨¦n lo hicieron Ram¨®n Casas, Joaqu¨ªn Sorolla, Santiago Rusi?ol, Antoni Utrillo y un joven Picasso que se present¨® a varios concursos sin ¨¦xito y de quien el museo catal¨¢n conserva uno de estos bocetos. La muestra Carteles de la vida moderna. Los or¨ªgenes del arte publicitario re¨²ne en el CaixaForum Sevilla 110 carteles realizados entre 1895 y 1905 por estos y otros artista ¡ªaunque se han incluido algunos ejemplos anteriores y posteriores¡ª que provienen en su mayor¨ªa de los fondos del MNAC. La exposici¨®n, que viajar¨¢ despu¨¦s al CaixaForum Lleida, re¨²ne tambi¨¦n 28 objetos relacionados con el arte de la publicidad como un cinemat¨®grafo de la ¨¦poca, una l¨¢mpara el¨¦ctrica, una bicicleta y tres de las primeras pel¨ªculas de los Lumi¨¨re.
¡°No se trata de dedicar la exposici¨®n a unos autores concretos, sino de dar a conocer lo que sucedi¨® entresiglos gracias a la difusi¨®n de la t¨¦cnica de la cromolitograf¨ªa. El cartel se convirti¨® entonces en el espejo de la vida moderna. Los artistas buscaron soluciones gr¨¢ficas y est¨¦ticas para convencer y seducir al p¨²blico¡±, ha explicado Ricard Bru, comisario de la muestra inaugurada este martes en Sevilla y que podr¨¢ verse hasta el 16 de enero.
El proyecto ha permitido que se restauren 58 carteles de la colecci¨®n del MNAC, 10 de las cuales nunca se hab¨ªan mostrado dado su mal estado de conservaci¨®n. Entre los afiches recuperados que pueden verse por primera vez se encuentran Champ¨¢n Piper-Heidsieck, una moderna litograf¨ªa alemana anterior a 1903; Real Sociedad de Deportes N¨¢uticos del Mosa (1895), de Auguste Donnay; un anuncio erotizado de Champ¨¢n Mercier (1896) de Antoni Utrillo, o El Pueblo. Diario republicano de Valencia (1900), el ¨²nico cartel que hizo Sorolla y del que no se conocen otros ejemplares.
El conservador jefe del Gabinete de Dibujos y Grabados del MNAC, Francesc Qu¨ªlez, explica la importancia de la colecci¨®n del museo: ¡°Los carteles provienen de dos coleccionistas que reunieron las obras en el momento en el que se estaban creando. De Luis Plandiura que reuni¨® 600 carteles de artista europeos, sobre todo belgas, italianos, franceses y alemanes, y los vendi¨® al Museo de Catalu?a en 1903 por 1.000 pesetas. Y tambi¨¦n del artista Alexandre de Riquer, quien intercambi¨® sus carteles con colegas norteamericanos y lleg¨® a tener unos 150¡±.
Precisamente Riquer firma el cartel 3? Exposici¨®n de Bellas Artes e Industrias Art¨ªsticas (1896), considerado el primer cartel modernista catal¨¢n con una est¨¦tica marcada por los prerrafalitas ingleses.
A principios del siglo XX las empresas apostaron firmemente por la publicidad, prueba de ello es el concurso que convoc¨® en 1901 la marca argentina Cigarrillos Par¨ªs dotado con 10.000 pesetas para el boceto ganador. Se presentaron 555 proyectos y lo gan¨® el italiano Aleardo Villa con una composici¨®n muy sensual en la que, como tantos otros, utiliza la imagen de la mujer para atraer las miradas.