Los sellos peque?os resultaron perjudicados por el dise?o de la Feria del Libro de Madrid
La isleta central en el recinto del Retiro solo contaba con casetas de tres metros para editoriales con cat¨¢logos reducidos. Los organizadores insisten en que han tratado de ¡°acomodar a todos¡±
El pasado 26 de mayo se celebr¨® el sorteo de las casetas que se instalaron en el parque del Retiro de Madrid para acoger la 80? edici¨®n de la Feria del Libro. Debido a la covid y a las medidas sanitarias impuestas por la pandemia se hab¨ªa limitado el ¨¢rea del recinto a poco m¨¢s de un tercio de su extensi¨®n original (de 1.400 metros cuadrados a 500) y el aforo a 3.900 personas. En el centro se dise?¨® un nuevo espacio para casetas, intercaladas con bares y pabellones, creando as¨ª dos pasillos con puestos de venta a ambos lados.
Todas las casetas de esta nueva isleta central eran de formato peque?o med¨ªan tres metros cuadrados, as¨ª que ninguna alojar¨ªa a grandes actores. En los laterales, sin embargo, las casetas eran de cuatro metros cuadrados y, para aprovechar el espacio al m¨¢ximo, se metieron unas pocas de tres metros. ¡°El sorteo se hizo como siempre por las distintas secciones y grupos¡±, explica al tel¨¦fono el director de la feria, Manuel Gil, tratando de responder a la pol¨¦mica surgida por la ubicaci¨®n de los sellos m¨¢s peque?os en este espacio nuevo. ¡°Intentamos acomodar a todos¡±, a?ade.
Los nuevos pasillos centrales han resultado ser francamente problem¨¢ticos para las ventas, como se ha visto durante y despu¨¦s de la feria, celebrada del 10 al 26 de septiembre. Cinco d¨ªas despu¨¦s de que se abrieran las casetas, Pepo Paz Saz, del sello Bartleby, ya hac¨ªa p¨²blica su queja de que este nuevo espacio estaba ¡°convirtiendo en invisibles a las editoriales, autores y entidades p¨²blicas hacinadas en su destierro central de las islas desafortunadas¡±.
Con el cierre ya echado esta semana las quejas han ido subiendo el tono, en gran medida al hacerse p¨²blico que esta discriminaci¨®n central que han padecido los sellos m¨¢s peque?os era por el dise?o. ¡°Yo quise evitar llegar al 27 de septiembre y que saliera el mensaje oficial de que todo era maravilloso¡±, explica Paz Saz. ¡°Ha sido una acci¨®n deliberada para que los grandes sigan disfrutando de los mejores lugares. ?Por qu¨¦ no colocaron en el centro a Penguin Random House?¡±.
¡°Estamos muy descontentos de c¨®mo se ha procedido¡±, explica al tel¨¦fono Irene Ant¨®n, de Errata Naturae, y cuenta que est¨¢ al habla con los editores de Libros del KO y Lengua de Trapo, que tambi¨¦n han tenido su caseta en la isleta central y pensando en hacer un escrito al respecto. ¡°La organizaci¨®n era complicada y hab¨ªa que hacer un esfuerzo extra porque esta era una edici¨®n rara, pero pagas y hay un sorteo. Y luego te enteras de que no se te ha tratado igual que al resto. ?Por qu¨¦ no hab¨ªa casetas de cuatro metros en las islas centrales? Detr¨¢s de la arquitectura hay una ideolog¨ªa siempre. El dise?o en ning¨²n caso es neutro, aunque no pudiese preverse que las ventas ah¨ª fueran tan mal, s¨ª se sab¨ªa que era un espacio m¨¢s fr¨¢gil y se decidi¨® colocarnos ah¨ª. Sab¨ªan que era un experimento, no que ser¨ªa catastr¨®fico. Los organizadores no han hecho el dise?o, aunque lo han aprobado¡±, denuncia. La editora de Errata se?ala que sus ventas han ca¨ªdo un 50% respecto de la ¨²ltima edici¨®n de la feria en 2019 y lamenta la falta de comunicaci¨®n, de transparencia y de opciones.
La fat¨ªdica innovaci¨®n de las casetas en los nuevos pasillos centrales, el aforo controlado y la reducci¨®n del recinto no alter¨® sin embargo otras tradiciones. Por ejemplo, Manuel Gil explica que las librer¨ªas volvieron a ubicarse sobre todo en las esquinas de los pasillos centrales, algo que normalmente se hace para que las colas para las firmas rodeen la parte de atr¨¢s de las casetas y no interfieran con el p¨²blico del paseo, pero que en esta ocasi¨®n con los accesos laterales cerrados, no ten¨ªa, en principio, sentido ¡ªtras el atasco del primer fin de semana con las colas de las firmas se opt¨® por abrir estos accesos¡ª. Tambi¨¦n se mantuvo la tradici¨®n de acomodar las casetas de instituciones oficiales a la entrada de la feria y no se contempl¨® colocarlas en el centro. Los pabellones no se llevaron fuera de la zona de aforo controlado, tampoco los bares, pero Gil apunta que muchas marcas comerciales quedaron fuera. ¡°Renunciamos a esos ingresos para que nadie quedara excluido¡±.
¡°Se pod¨ªa haber hecho de otra manera¡±
Ver¨®nica Garc¨ªa, de la distribuidora Machado Libros y miembro de la comisi¨®n organizadora de la feria, aclara que la lecci¨®n ha quedado clara. ¡°A toro pasado se pod¨ªa haber hecho de otra manera. El sorteo siempre es seccionado, nunca es puro, pero ha habido fallos en el dise?o. ?Qu¨¦ hac¨ªan los bares dentro y los ba?os fuera? Ha habido cosas muy mejorables¡±, admite. Para Imanol B¨¦rtolo, del sello Papeles M¨ªnimos, que compart¨ªa caseta con la editorial aragonesa Xordica en esa isla central, el problema era la discontinuidad, los cortes en el paseo con bares y pabellones. ¡°Est¨¢ bien que se haya abierto la feria, pero que tomen medidas para pr¨®ximas ediciones. En este ¨¢mbito, y en todos, el que tiene m¨¢s peso se va m¨¢s favorecido¡±.
Por su parte, Paulo Cos¨ªn coordinador de las peque?as editoriales de la Asociaci¨®n de Editores de Madrid y vocal en el comit¨¦ de la feria, subraya que todo no se puede limitar al factor de la ubicaci¨®n. La caseta de su editorial Morata, de tres metros cuadrados, fue una de las que en el sorteo sali¨® colocada en los laterales. ¡°Con el control del aforo es como si hubiera bajado la marea y se vieran los escollos que son muchos. Ahora lo har¨ªamos de manera diferente, porque hay una diferencia en c¨®mo se ven las cosas ahora y c¨®mo se ve¨ªan en febrero. El objetivo inicial era que saliera la feria y que fu¨¦ramos todos y eso se ha cumplido¡±
Gil insiste en que ¡°no ten¨ªamos la bola de cristal¡± y apunta a que enviaron los planos y nadie protest¨® en los tres meses que pasaron desde el sorteo hasta la apertura. ¡°No se ha hecho nada con mala voluntad y en mayo volveremos al dise?o de siempre¡±.
Babelia
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