El mayor tesoro de monedas falsas de Hispania est¨¢ en Badajoz

Felicissimus era el jefe del Tesoro de Roma entre los a?os 270 y 271. Pero, en vez de velar por las cecas del imperio, se dedic¨® a quedarse con una parte de la plata con la que se fabricaban las monedas y a acu?ar otras de menor calidad. El fraude fue descubierto por las autoridades, lo que origin¨® una gigantesca revuelta entre los trabajadores, que deb¨ªan de llevarse su parte en la estafa, conocida como Bellum Monetariorum (la guerra de los Monederos), que solo pudo ser sofocada enviando a las legiones. M¨¢s de 7.000 soldados perdieron la vida, al igual que Felicissimus, que fue asesinado. Incluso la propia ceca de Roma tuvo que ser clausurada temporalmente.

Cuando todo hab¨ªa acabado, abundantes e irregulares series de antoninianos divoclaudianos ¨Dmonedas en honor al emperador Claudio II y emitidas a partir del a?o 270, iniciado el reinado de Aureliano¨D corr¨ªan ya por todo el imperio. No solo las acu?adas en Roma, sino que el modelo de falsificaci¨®n se export¨® a la Galia y al norte de ?frica, donde se crearon nuevas casas de moneda dedicadas a imitar en masa dichos ejemplares. Y as¨ª llegaron a Hispania, en un momento econ¨®micamente malo, donde la moneda menuda no exist¨ªa y donde los talleres de piezas de imitaci¨®n aliviaban esa escasez.

En 1986, durante unas excavaciones en la ciudad de Regina Turdulorum (Casas de Reina, Badajoz) se encontr¨® un conjunto de 818 de estas monedas acu?adas en cobre y una f¨ªbula que ataba la bolsa donde fueron ocultadas, posiblemente por un comerciante o un tabernero. Quiz¨¢s porque no parec¨ªan de mucho valor, no se analizaron tras ser descubiertas y se almacenaron en el Museo Arqueol¨®gico Provincial de Badajoz. Pero ahora el estudio El tesoro de Regina Turdulorum (Casas de Reina, Badajoz), publicado por la editorial Archaeopress (Oxford), del historiador y doctor en arqueolog¨ªa David Mart¨ªnez Chico, lo convierte en ¡°el conjunto monetal de imitaci¨®n divoclaudiana m¨¢s destacado de Hispania¡±.

La mayor parte de las monedas, acu?adas en cobre, son de tipo Divo Claudio y llevan la leyenda consecratio (consagraci¨®n) en el reverso. La figura m¨¢s com¨²n de esta cara es la pira funeraria frente al ¨¢guila, s¨ªmbolos que hac¨ªan referencia a la conversi¨®n del emperador en una divinidad.

Regina Turdulorum era una ciudad b¨¦tica que se encontraba en la llanura de San Bernardo, en las estribaciones de Sierra Morena. Su ubicaci¨®n le permit¨ªa el f¨¢cil acceso a los recursos mineros del sur peninsular y al eje viario fundamental que un¨ªa dos grandes urbes: H¨ªspalis (Sevilla) y Em¨¦rita Augusta (M¨¦rida). Regina tuvo su origen en un oppidum t¨²rdulo ¨Dpueblo ¨ªbero de entre los siglos V y II antes de Cristo¨D que se convirti¨® en municipium durante el reinado de Vespasiano (siglo I) y desapareci¨® a finales del IV o principios del V, momento en que se ocult¨® el tesoro.

Regina lleva siendo excavada desde los a?os ochenta del siglo pasado. Los arque¨®logos han determinado que ten¨ªa una base ortogonal, con v¨ªas pavimentadas y una potente red de saneamiento, as¨ª como edificios p¨²blicos como un teatro, un foro, un templo dedicado a Pietas Augusta y una construcci¨®n de car¨¢cter comercial. Las monedas aparecieron compactadas entre los muros de la fachada meridional de este ¨²ltimo edificio, a unos 90 metros de la calzada. Junto a ellas, se localiz¨® tambi¨¦n una f¨ªbula que ¡°debi¨® de servir como cerradura de una bolsa de lino, tela o cuero, y donde en origen debieron estar las monedas ocultadas¡±. Los muros meridionales del edificio donde se hall¨® conservan actualmente su z¨®calo y parte del alzado, y en ¨¦l se ha exhumado un importante n¨²mero de ¨¢nforas embutidas en la arena, lo que permite a los arque¨®logos plantear que se trataba de una tienda o taberna.

Mart¨ªnez Chico recuerda que ¡°este conjunto, pese a los a?os transcurridos desde su hallazgo, nunca hab¨ªa sido estudiado¡± y que ¡°despierta m¨¢s preguntas que respuestas¡±. El historiador detalla que la f¨ªbula fue fabricada entre los siglos II o III con ¡°una bonita policrom¨ªa de esmalte de colores vivos¡± y que la bolsa era de ¡°de lino, tela o cuero¡±.

¡°El tesoro de Regina merece ser interpretado desde varios puntos de vista y lo principal es que quiz¨¢s estamos hablando de piezas retiradas de la circulaci¨®n y de forma intencionada por haber sido identificadas como imitaciones¡±, explica Mart¨ªnez Chico. ¡°Sea como fuere¡±, contin¨²a, ¡°esto no excluye su aceptaci¨®n impl¨ªcita por sus eventuales usuarios, sabiendo que eran imitaciones. Si la intenci¨®n era proceder a su fundici¨®n, cambiarlas por otras monedas tras una desmonetizaci¨®n legal o, incluso, volver a lanzarlas oportunamente al circuito monetario, es algo que no sabremos con total seguridad¡±. Ese es un secreto que se llev¨® a la tumba el tendero.