De la fiebre por el manga en Francia a la picaresca en Italia del bono cultural
El bono cultural que el presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, quiere implantar en Espa?a, ya es una realidad en otros dos pa¨ªses europeos
En Francia, donde, tras una fase experimental, el pasado mayo el presidente Emmanuel Macron extendi¨® a todo el territorio el llamado pasaporte cultural de 300 euros para quienes acaban de cumplir 18 a?os, se ha abierto un debate sobre sus consecuencias imprevistas. Un c¨¢lculo difundido por la cadena BFMTV, unas semanas despu¨¦s de entrar en vigor, se?alaba que el 71% del consumo en libros se destinaba a los c¨®mics japoneses manga. Las cifras pueden haber variado, pero subrayan la posibilidad de que el bono, accesible por una aplicaci¨®n de m¨®vil, acabe siendo una forma de subvenci¨®n indirecta a un sector concreto, como el manga o la industria del entretenimiento. Otra cr¨ªtica se?ala el peligro de que quienes m¨¢s lo usen sean j¨®venes de clase urbana con poder adquisitivo y consumidores habituales de cultura, con lo que no servir¨ªa para colmar la llamada ¡°fractura cultural¡± entre territorios y clases sociales. El presupuesto de 2021 prev¨¦ 80 millones de euros para la medida.
En Italia, el Ejecutivo de Matteo Renzi implant¨® en 2016 el llamado ¡°bonus cultura¡±. Una iniciativa, explic¨® el mismo primer ministro recientemente, nacida justo despu¨¦s de los atentados en la sala de conciertos parisiense Bataclan para contrarrestar el discurso del odio a trav¨¦s de la cultura y promover la integraci¨®n social.
El Gobierno activ¨® as¨ª una ayuda que hoy alcanza los 500 euros para cualquier joven que ese a?o cumpliese la mayor¨ªa de edad. El bono puede usarse para la adquisici¨®n de productos culturales como la m¨²sica, el cine, los libros, el teatro o cursos de lenguas extranjeras. Tiene car¨¢cter individual y un tiempo limitado de uso. Italia derriba Ejecutivos y la obra llevada a cabo a una velocidad de v¨¦rtigo. Pero el bonus ha sobrevivido a los cuatro gobiernos posteriores al de Renzi. La iniciativa ha sido un ¨¦xito en sus cinco ediciones. Las primeras cuatro, de hecho, hubo 1,6 millones de personas registradas que gastaron alrededor de 730 millones de euros. Aun as¨ª, cada a?o quedan en la caja sin tocar alrededor de otros 200 millones de euros destinados originalmente a este plan.
La picaresca tambi¨¦n se us¨® durante mucho tiempo, y algunas personas comerciaron con este tipo de bonus en internet. El truco consist¨ªa en monetizar los 500 euros en descuentos vendi¨¦ndolos por una suma algo inferior a quien necesitase hacer uso de ellos.
Babelia
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