Los ?ngeles m¨¢s all¨¢ del cine
La historia ha otorgado a Nueva York el papel protagonista en las revoluciones, pero la ciudad californiana fue centro de cambios esenciales en los sesenta y ocupa un lugar central en la escena art¨ªstica internacional

En el edificio central de la biblioteca p¨²blica en Los ?ngeles, una bola del mundo recibe a los lectores y les recuerda que el viaje debe proseguir. El mundo exige que lo exploremos, se entreteje como las autopistas angelinas, aquellas recordadas por Mike Davis en Ciudad de cuarzo. Treinta a?os despu¨¦s, la ciudad se presenta a menudo estereotipada y raras veces conocida, eclipsada por el cartel de Hollywood, camuflada tras las letras de tramoya. All¨ª se agazapan los acontecimientos que desde los a?os sesenta han convertido a LA en LA m¨¢s all¨¢ del cine, incluso en ese lugar de contrastes, poco publicitado, tal vez porque el mundo es el remedo de una ciudad sincopada y fascinante, que es tantas como estemos dispuestos a (re)conocer.
Pese a todo, la historia repetida ha otorgado a Nueva York el papel protagonista en las revoluciones, aunque Los ?ngeles fue centro de cambios esenciales en la d¨¦cada de 1960. En LA se gestaron las primeras protestas del Black Power, con Malcolm X y Angela Davis; las marchas pacifistas chicanas, el nacimiento del concepto ¡°asi¨¢tico-americano¡±, y la ciudad fue la base para la contracultura californiana que se irradiar¨ªa al mundo. Hoy conserva la atm¨®sfera de aquel anticonformismo que el propio Mike Davis, junto a Jon Wiener, repasa en el libro Set the Night on Fire: L.A. in the Sixties, aparecido en 2020. LA no tiene nada que demostrar: la solidez de su curr¨ªculo rebelde la respalda. Tampoco le preocupa demostrar nada ¨Dhay cosas m¨¢s interesante que hacer¨D.
Quiz¨¢s debido a esa actitud tan LA, la ciudad ha observado distra¨ªda c¨®mo iba ganando puestos en la escena art¨ªstica internacional cuando su downtown atesoraba galer¨ªas. Sin embargo, se deber¨ªa recordar c¨®mo junto al pop de la Costa Este surg¨ªa el pop californiano ¨Dla pionera galer¨ªa Ferus se fund¨® en 1958¨D. Los ?ngeles es una ciudad sin centros donde reunirse, de modo que m¨¢s que el lugar importaba el recorrido para buscarlo. Era un recorrido que acababa siendo interior, pensamientos que nacen al recorrer las autopistas de Wilshire a Watts. De esta sensaci¨®n debi¨® de surgir la idea de Ed Ruscha y Joe Goode. Hicieron un calendario impensable en el Manhattan de los taxis amarillos: 12 artistas locales posaron en sus coches. Warhol entendi¨® esa esencia pop californiana en su viaje de 1963: ¡°Cuanto m¨¢s al oeste ¨ªbamos, m¨¢s Pop parec¨ªa todo desde las autopistas. Y una vez que has empezado a pensar Pop, no podr¨¢s volver a ver Am¨¦rica del mismo modo.¡± Escrib¨ªa en POPism.

Una pena que LA no sea tan h¨¢bil como NYC en la autopropaganda porque all¨ª, centro de los Latinx ¨Dllamados hoy as¨ª para usar un g¨¦nero neutro¨D pint¨® uno de sus ¨²ltimos murales Siqueiros, Am¨¦rica tropical, tan pol¨ªtico que acab¨® siendo inc¨®modo en el downtown y destruido y rescatado por el Centro de Restauraci¨®n de la Fundaci¨®n Getty, instituci¨®n b¨¢sica en la ciudad. Siguiendo la estela muralista, Judy Baca se embarcar¨ªa, a mediados de los setenta, en la Gran Muralla, temprana obra colaborativa de la comunidad chicana.
Los ?ngeles acogi¨® a Sch?nberg, a Thomas Mann, quien escribi¨® Fausto en su casa de Pacific, y a David Hockney. En la ciudad desarroll¨® su carrera el cineasta experimental Kenneth Anger, imagin¨® el v¨ªdeo John Baldessari y produjo sus primeras obras feministas Judy Chicago. Incluso pas¨® sus a?os de colegiala lista Susan Sontag. CalArts, la escuela de arte angelina, centro progresista e innovador, tuvo entre sus docentes a Nam June Pike, Barbara Kruger o Stephen Prina, el artista que desde su multidisciplinariedad resume como pocos el esp¨ªritu del centro.
No solo los artistas encontraron su lugar alternativo. Numerosas galer¨ªas hallaron en LA un modo distinto de concebir incluso el espacio. Desde proyectos como la Commonwealth and Council en Koreatown ¨Dcasi una antigaler¨ªa, de esp¨ªritu desenfadado, especializada en artistas latinos y coreanos¨D, el centro independiente y sin ¨¢nimo de lucro que la artista Laura Owens mantuvo abierto en Mission Street hasta que recibi¨® amenazas de muerte por la gentrificaci¨®n del barrio; hasta la galer¨ªa m¨¢s cl¨¢sica de Susanne Vielmetter, quien expuso artistas afroamericanos muy pronto; o Sprueth Magers, que apost¨® en los ochenta por Sherman, Kruger y Holzer, las galer¨ªas deben traducir su relato al llegar a LA. Ha ocurrido con Hauser and Wirth, cuyo espacio, abierto en 2016, incluye librer¨ªa, restaurante y programas con CalArts y comunitarios para la diversidad. Incluso la todopoderosa Gagosian tuvo sus or¨ªgenes en LA, muy modestos adem¨¢s, parecer¨ªa: marcos para p¨®steres.

Quiz¨¢s la pregunta no sea definir la escena art¨ªstica en Los ?ngeles, entre sus muchas galer¨ªas y sus solventes museos ¨DLACMA, Getty, Hammer, Broad, MOCA, The Underground Museum¡¨D. Lo importante es entender c¨®mo la diversidad de voces en la ciudad ha planteado muy pronto preguntas inc¨®modas: ?de qui¨¦n, para qui¨¦n y por qui¨¦n se est¨¢ hablando desde los diferentes contextos? ?C¨®mo se oculta y se desvela la voz, igual que ocurre con los ventr¨ªlocuos y sus mu?ecos? Son las preguntas que propon¨ªa la exposici¨®n NOT I: Throwing Voices (1500 BCE¨C2020 CE), comisariada en 2021 por Jos¨¦ Luis Blondet en LACMA, el extraordinario museo enciclop¨¦dico de la ciudad. Para la exposici¨®n, plagada de preguntas pertinentes (se?or y marioneta, silencio y habla, autor¨ªa y objetividad, de d¨®nde viene la voz y se divide en muchos cuerpos¡). Blondet encarg¨® piezas entre otros, a Raven Chacon o Patricia Fern¨¢ndez con el fin de dar la vuelta al discurso impuesto.
Ahora el LACMA est¨¢ releyendo su arquitectura y reabrir¨¢ en 2025 sin pisos para erradicar las jerarqu¨ªas, igual que las autopistas de esta ciudad sin centro. O casi. El director del museo, Michael Goban, se propuso hace a?os construir la plaza que nunca tuvo LA. Lo hizo fuera del propio museo y los angelinos han aceptado la instalaci¨®n de los 200 postes de luz de Chris Buren como lugar de encuentro. Al fin y al cabo, todo relato contiene sin remedio una operaci¨®n de ventr¨ªlocuo, palmeras importadas a LA para enfatizar un sabor tropical prestado que exaspera a los ecologistas. En la p¨¢gina de la biblioteca p¨²blica se explicaba c¨®mo el d¨ªa 11 de octubre permanecer¨ªa cerrada en celebraci¨®n del D¨ªa de los Pueblos Nativos. Cu¨¢ntas autopistas, sobre todo mentales, por recorrer. ?Por qu¨¦ no empezar en Los ?ngeles?
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