La reina Isabel II resulta un fil¨®n inagotable para la ficci¨®n
Series, pel¨ªculas y novelas explotan la fascinaci¨®n por una figura convertida en icono global y engrandecen su leyenda con un personaje que ya es parte de la cultura pop
Es uno de los grandes personajes vivos de la historia reciente. Su rostro es conocido en todo el mundo y representa uno de los principales atractivos tur¨ªsticos de su pa¨ªs. Sin embargo, es la fecunda relaci¨®n de Isabel II con la ficci¨®n la que le ha dado un lugar ¨²nico en el universo cultural hasta el punto de mezclar su figura real con sus personajes en un atractivo y a veces pol¨¦mico juego que guionistas y escritores han desarrollado con su figura. Despu¨¦s de que ...
Es uno de los grandes personajes vivos de la historia reciente. Su rostro es conocido en todo el mundo y representa uno de los principales atractivos tur¨ªsticos de su pa¨ªs. Sin embargo, es la fecunda relaci¨®n de Isabel II con la ficci¨®n la que le ha dado un lugar ¨²nico en el universo cultural hasta el punto de mezclar su figura real con sus personajes en un atractivo y a veces pol¨¦mico juego que guionistas y escritores han desarrollado con su figura. Despu¨¦s de que The Crown diera a Netflix el trono televisivo que llevaba a?os buscando y de que en literatura haya dado el salto a la novela como una Miss Marple de noble origen, repasamos lo m¨¢s destacado de la ficci¨®n sobre la reina y buscamos alguna explicaci¨®n a esta fascinaci¨®n y sus efectos.
¡°Ah, la reina¡ bueno, creo que su principal atractivo se puede describir como las dos caras de una misma moneda. Por un lado, ha estado ah¨ª durante toda la vida de la mayor parte de las personas que est¨¢n vivas hoy, como una presencia maternal durante un tiempo de cambios extraordinarios y turbulencias, y tambi¨¦n como un icono global que todo el mundo reconoce instant¨¢neamente. Por otro lado, es una figura tranquila y reservada, es casi un misterio. Comparada con otros personajes p¨²blicos m¨¢s extrovertidos, no sabemos realmente c¨®mo es o lo que le gusta, lo que la convierte en una pantalla en blanco sobre la que se pueden proyectar interpretaciones imaginativas¡±, explica por correo el cr¨ªtico cultural Ben Walters a este diario.
Amparados en esa mezcla de fascinaci¨®n y misterio, los creadores han sido cada vez m¨¢s audaces. El ¨²ltimo paso lo ha dado Sophia Bennett en El nudo Windsor (Salamandra). La osad¨ªa de la novela no es solo meter a la reina en una obra de ficci¨®n detectivesca, ni tampoco plantar un muerto en las dependencias de invitados de su castillo de Windsor, sino la de tratar al personaje inmerso en una red de conspiraciones y espionaje y hacerlo todo en un tono, digamos, encantador y cre¨ªble. Bennett buscaba un personaje para llevar a la literatura de adultos a la hero¨ªna que ha desarrollado en libros juveniles y viendo The Crown lo tuvo claro. ¡°No hay mucha gente que, con la fama que ella tiene, haya podido mantener ese sentido de humildad y de profundo deseo por hacer las cosas bien. Puede que no siempre lo consiga, pero lo intenta¡±, explica a EL PA?S.
?Se ajusta esta historia a la realidad? Bennett, admiradora y buena conocedora de la familia real, se basa en testimonios del personal, gente del c¨ªrculo pr¨®ximo de la reina y en su imaginaci¨®n. Todo aderezado con humor, claro. As¨ª lo explica la autora: ¡°Creo que gran parte del humor que hay en el libro viene de una verdad que quer¨ªa contar: es una mujer fuerte, experimentada e independiente, as¨ª que si alguien quiere infravalorarla, all¨¢ ¨¦l. Es dura y dif¨ªcil de sorprender¡±. El nudo Windsor tiene di¨¢logos entre Felipe de Edimburgo e Isabel que merecer¨ªan ser ciertos por su agilidad e iron¨ªa, pero para la novela da igual si lo son o no. Eso es algo que no todo el mundo ha interpretado de la misma manera. El ¨¦xito global de The Crown llev¨® a Oliver Dowden, el ministro de Cultura del Gobierno de Boris Johnson, a pedir en 2020 que antes de cada cap¨ªtulo de esta serie de ficci¨®n se pusiera una advertencia para que el espectador supiera que estaba¡ ante una ficci¨®n. Es decir, avisar de que las premiadas Olivia Colman o Claire Foy son actrices y no la reina. Imelda Staunton, que la interpretar¨¢ en su etapa m¨¢s madura en las pr¨®ximas temporadas, tampoco. Bennett lo ve claro: ¡°En la historia mezclo continuamente la ficci¨®n pura, cuando la reina resuelve el crimen, con la realidad tal y como la conozco. No es una pantomima de personaje y me alegra que los lectores vean su autenticidad¡±.
La presencia de la reina en televisi¨®n viene de lejos. Antes de The Crown, en 2009 Channel 4 emiti¨® The Queen, cinco cap¨ªtulos en cinco noches seguidas de una serie sobre la vida de la reina interpretada en cada etapa por una actriz (Barbara Flynn, Samantha Bond, Emilia Fox, Susan Jameson y Diana Quick). Peque?a joya oculta, el octavo cap¨ªtulo de la primera temporada de Playhouse Presents, titulado Walking the Dogs, nos presenta a una reina interpretada por Emma Thompson en el conocido como Incidente de Michale Fagan, un hombre desempleado y padre de cuatro hijos que en 1982 se col¨® en las dependencias privadas de Isabel II tras evadir sin problemas todo su sistema de seguridad.
Son incontables las pel¨ªculas para televisi¨®n en las que aparece como protagonista (The Women of Windsor, 1992) o en un papel secundario (Prince William, 2002 o Margaret, 2009 son algunos ejemplos). Sin embargo, su gran salto a la cultura pop lo da tras su aparici¨®n en Los Simpson, donde es nombrada en varias ocasiones (la primera en Kamp Krusty, inicio de la cuarta temporada) y donde ocupa un papel central en The Regina Monologues, cuarto episodio de la 15? temporada. Como es habitual en la serie, las licencias que se permiten con la reina, sobre todo despu¨¦s de que el Mini Cooper de la familia Simpson choque con el carruaje real por las calles de Londres, van muy lejos. En 2020, Debra Stephenson la encarn¨® en un producto inclasificable que daba un paso m¨¢s: un falso mensaje de Navidad de cuatro minutos emitido por Channel 4. Sin embargo, no siempre es as¨ª: en la despiadada comedia Los Windsor (Netflix), ni ella ni su marido aparecen en un solo fotograma.
En el cine su presencia no ha sido tan comentada o exitosa, si bien es imposible olvidar a Helen Mirren en The Queen (2006), un filme que juega con la historia y la ficci¨®n de manera h¨¢bil y mezcla ambas, en contenido y forma, con ¨¦xito. Tambi¨¦n resulta interesante fijarse en los m¨¢rgenes de las historias. Por ejemplo, aparece de ni?a en la oscarizada El discurso del rey (2010), saliendo de fiesta con su hermana Margarita el primer d¨ªa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en Noche real (2015) y como uno de los fantasmas con los que interact¨²a una Lady Di apabullada y sola en Spencer, de Pablo Larra¨ªn (2021). Y el lado irreverente, donde destacan los papeles de Jeannette Charles en Austin Powers in Goldmember (2002) y The Naked Gun (1988).
Isabel II fue coronada el 2 de junio de 1953 a los 27 a?os. Desde el primer momento capt¨® la atenci¨®n medi¨¢tica y aquel fue el primer acto de este tipo emitido por televisi¨®n. Hace unos d¨ªas, se la vio por primera vez con bast¨®n en un acto p¨²blico y poco despu¨¦s rechaz¨® un premio a la anciana del a?o porque ¡°uno es tan mayor como se siente¡±. Bennett tiene ya en Reino Unido un segundo libro con la reina como detective (The Three Dog Problem) y prepara un tercero. Peter Morgan y su equipo est¨¢n en pleno rodaje de la quinta y sexta temporada de The Crown. Isabel II tiene 95 a?os y sigue siendo un fil¨®n para los creadores que se atrevan a acercarse a su vida, a lo que sabe y a lo que no, y seguir probando los l¨ªmites entre realidad y ficci¨®n.
El caso espa?ol, un vac¨ªo que se va llenando
Tradicionalmente lejos de la producción generada alrededor de la figura de Isabel II, en España se acumulan sin embargo proyectos en los últimos años sobre el rey Juan Carlos I. Hay cinco solo en el campo audiovisual, entre los que destacan XRey, producida por Howar Gordon y Alex Gansa (Homeland) a partir del podcast del mismo nombre y El rey, con Javier Olivares al frente. “Estoy entusiasmada con la idea. ¡Que, por fin, lo que sabíamos unos pocos o unos muchos, llegue al gran público! Con sus luces y sus sombras, como dicen los cursis. Y, aunque ahora no se den cuenta, la monarquía siempre sale reforzada de este tipo de exposiciones públicas, algo que los americanos saben muy bien”, asegura la periodista Pilar Eyre, en cuya novela Yo, el Rey (La Esfera de los Libros), se basa esta producción de Mediapro.
“Es cierto que yo recreo diálogos que no he escuchado y situaciones en las que yo no estaba presente, pero es un recurso propio de todos los que escribimos de estos temas, desde Herodoto a Vargas Llosa”, añade la autora de La soledad de la reina cuando se le pregunta por la precisión y la veracidad de los diálogos reproducidos en sus novelas.