Sangre nueva para la m¨¢quina
En contra del relato catastrofista, proliferan los cursos para conocer la industria de la m¨²sica grabada y de directo
Ya no tiene ni gracia. Cada vez que escribes sobre compa?¨ªas discogr¨¢ficas, sea cual sea el contenido de la noticia, comienza el fuego graneado de algunos lectores. Me asombra: no percibo odio semejante respecto a otras empresas culturales, sean editoriales de libros, productoras de cine o incubadoras de videojuegos. Si se trata de disqueras, caen en tromba los insultos, las acusaciones, el sarcasmo grueso: ¡°Ah, ?pero todav¨ªa hay discogr¨¢ficas?¡±.
Resulta que s¨ª. De hecho, muchas viven tiempos pr¨®speros, tanto que est¨¢n contratando nuevo personal. Y aqu¨ª entra la novedad. Desde hace unos a?os, en Espa?a se ofrecen m¨¢steres y posgrados sobre la industria musical. Entre los alumnos se pueden encontrar music¨®logos que quieren ampliar conocimientos sobre el negocio discogr¨¢fico, m¨²sicos que han elegido la v¨ªa independiente para publicar sus obras y, caramba, aspirantes a trabajar en las tres grandes multinacionales que quedan.
Acud¨ª como ponente a algunos de estos cursos y mis sensaciones son ambiguas. La primera vez fue deplorable: muchos de los presentes estaban m¨¢s interesados por trastear con sus m¨®viles que por lo que se expon¨ªa. Al a?o siguiente, ya con reglas m¨¢s estrictas, not¨¦ apat¨ªa en buena parte de los alumnos, en contraste con la intensa curiosidad de otros, que tomaban notas afanosamente y lanzaban preguntas certeras. Entend¨ª que hab¨ªa una tropa esencialmente interesada en acumular cr¨¦ditos para adornar su expediente acad¨¦mico y un alumnado que quer¨ªa asimilar toda la informaci¨®n posible para potenciar su salida laboral, muy consciente adem¨¢s del alto coste de la matr¨ªcula.
Por esos lares, la ¨²ltima propuesta pedag¨®gica es el Postgrado en Industria y Negocio de la M¨²sica que ofrecen Warner Music Spain y ¡ªaqu¨ª se me funden los plomos¡ª la Universidad Francisco de Vitoria. De esa instituci¨®n sabemos que est¨¢ gestionada por el movimiento Regnum Christi, fundado por el sacerdote mexicano Marcial Maciel, de infausta memoria. Me dir¨¢n que eso es agua pasada, pero no me negar¨¢n que se trata de una alianza al menos chocante.
El curso, que dura seis meses, tiene un coste que gente del ramo describe como ¡°moderado¡±: 4.900 euros. El profesorado est¨¢ extra¨ªdo del personal de Warner Music (a primera vista, no detecto legionarios de cristo) e incorpora algunos pesos pesados del bisnes. Son siete m¨®dulos y un trabajo de fin de curso que consiste ¡ªag¨¢rrense, que vienen curvas¡ª en dividirse en equipos que deben buscar un artista nuevo, preparar sus contratos, organizar un plan de marketing y ¡ªcon dinero de Warner¡ª grabar un tema (con su v¨ªdeo) y presentarlo en directo.
No se incluye en el programa nada parecido a una breve historia de la m¨²sica pop (en algunas ediciones de Operaci¨®n Triunfo s¨ª se insertaban charlas al respecto). Al menos, se me ocurre, se les deber¨ªa acercar a la taxonom¨ªa de los estilos musicales. Cierto que ser analfabeto en esas cuestiones no supone una barrera para entrar en el negocio. Hace no demasiados a?os, me llam¨® alguien de una multi: iban a sacar un disco in¨¦dito de Jimi Hendrix. Si le promet¨ªa una p¨¢gina del peri¨®dico, tendr¨ªa la exclusiva de unas fotos estupendas y un phoner con el artista. Una entrevista, aunque fuera telef¨®nica, con el difunto Hendrix, ?c¨®mo negarse? Naturalmente, no volv¨ª a saber nada del asunto. Pero el chaval sigui¨® ascendiendo en la compa?¨ªa.
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