Muere a los 72 a?os Miquel Barcel¨®, el gran piloto de la galaxia de la ciencia ficci¨®n
Indispensable prescriptor y divulgador, dirigi¨® la se?era colecci¨®n Nova, escribi¨® una util¨ªsima gu¨ªa de lectura del g¨¦nero y fue el alma de los premios UPC
Desde la muerte de Spock en Star Trek II: La ira de Khan ninguna otra desaparici¨®n ha sacudido la galaxia como la anunciada hoy de Miquel Barcel¨®, el gran y querido estudioso de la ciencia ficci¨®n que ha fallecido esta ma?ana a los 72 a?os a causa de una larga enfermedad hep¨¢tica. Claro que Miquel, originario de Matar¨®, era un personaje mucho m¨¢s emp¨¢tico y vital que el se?or Spock aunqu...
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Desde la muerte de Spock en Star Trek II: La ira de Khan ninguna otra desaparici¨®n ha sacudido la galaxia como la anunciada hoy de Miquel Barcel¨®, el gran y querido estudioso de la ciencia ficci¨®n que ha fallecido esta ma?ana a los 72 a?os a causa de una larga enfermedad hep¨¢tica. Claro que Miquel, originario de Matar¨®, era un personaje mucho m¨¢s emp¨¢tico y vital que el se?or Spock aunque a algunos su faceta de experto en inform¨¢tica y su amor a la ciencia ficci¨®n m¨¢s dura (i.e. Misi¨®n de gravedad, de Hal Clements) nos parecieran rasgos definitivamente vulcanianos. Miquel Barcel¨®, que se sepa, nunca form¨® parte de la tripulaci¨®n de la Enterprise, en la que no hubiera desentonado ¡ªaunque quiz¨¢, tan amante de la buena mesa como de los libros, hubiera encontrado la indumentaria algo apretada¡ª, pero hay que ver c¨®mo nos condujo de bien, y amable y generosamente, por las estrellas.
Uno de los mayores prescriptores de ciencia ficci¨®n de nuestro pa¨ªs, apasionado fan del g¨¦nero, Barcel¨® ha sido de las personas que m¨¢s han hecho por difundirlo en Espa?a. Y lo ha logrado desde todas sus ocupaciones: como editor (de la colecci¨®n Nova de Ediciones B, ahora Penguin Random House, que fund¨® en 1986), traductor, escritor (es autor a cuatro manos de la novela El oto?o de las estrellas, con Pedro Jorge Romero), ensayista (con su famosa e indispensable Gu¨ªa de lectura, de 1990, reeditada y revisada 25 a?os despu¨¦s, por la que le recordaremos siempre y siempre le estaremos agradecidos), articulista (colabor¨® entre otras publicaciones con EL PA?S, seleccionando relatos sobre la red y nuevas tecnolog¨ªas en el suplemento Ciberp@¨ªs) o profesor en la Universidad Polit¨¦cnica de Barcelona (UPC), donde animaba a los alumnos a frecuentar el g¨¦nero.
Desde la universidad fue el alma del Premio Internacional UPC de novela corta de ciencia ficci¨®n, que a partir de 1991 no solo impuls¨® el g¨¦nero, anim¨® a escribir y descubri¨® nuevos talentos, sino que posibilit¨® que grandes autores nos visitaran convirtiendo durante a?os Barcelona en la Coruscant de la galaxia literaria. Siempre le recordaremos acompa?ando a Brian W. Aldiss, Orson Scott Card, Gregory Benford, Joe Haldeman, Jack McDevitt, Mike Resnick, Robert J. Sawyer, Alan Dean Foster, David Brin o Brandon Sanderson como rotundo y fiel padawan de todos esos jedis. Impuls¨® a trav¨¦s del premio las carreras de lo m¨¢s granado de nuestros autores del g¨¦nero, noveles y veteranos: Elia Barcel¨®, Javier Negrete, Cesar Mallorqu¨ª, Domingo Santos o Rodolfo Mart¨ªnez.
Inclinado por sus conocimientos a la ciencia ficci¨®n hard (hay que ver c¨®mo describ¨ªa lo que te pasar¨ªa en un agujero negro), muy exigente cient¨ªficamente, Miquel Barcel¨® nunca desde?aba, sin embargo, una buena historia de aventuras espaciales y le encantaba Asimov. El cat¨¢logo de Nova as¨ª como su Gu¨ªa de lectura (¡°todo lo que usted siempre quiso saber sobre la ciencia ficci¨®n y, desgraciadamente, nunca se atrevi¨® a preguntar¡±), referencia obligada, dan fe de ese eclecticismo, al igual que de su capacidad para descubrir nuevos valores y avizorar nuevos campos para el g¨¦nero. Descubri¨® y public¨® a muchas autoras y siempre defendi¨® la importancia fundamental de la voz de las mujeres en la ciencia ficci¨®n.
Lamentaba que el g¨¦nero no gozara del mismo prestigio en nuestro pa¨ªs que otros como el policiaco y criticaba que grandes escritores se pasaran al best seller generalista para salir del gueto. Entre sus obras favoritas estaban Hyperion, de Dan Simmons; El libro del d¨ªa del juicio final, de Connie Willis; o Cryptonomikon, de Neil Stephenson.
¡°Ha tenido una vida feliz¡±, recordaba hace unas horas en conversaci¨®n telef¨®nica su hijo, que destacaba c¨®mo a su padre le encantaba explicar y divulgar la literatura de ciencia ficci¨®n, y que lo hac¨ªa siempre con contagioso entusiasmo. Ingeniero aeron¨¢utico de formaci¨®n, diplomado en ingenier¨ªa nuclear, Miquel Barcel¨® se convirti¨® en un experto en inform¨¢tica, trabaj¨® 20 a?os como ingeniero de sistemas en una multinacional y fue catedr¨¢tico de la disciplina en la UPC. Su capacidad de combinar la sabidur¨ªa del cient¨ªfico con el entusiasmo del fan de la ciencia ficci¨®n era legendaria. Consideraba que el g¨¦nero era el mejor entrenamiento para vivir el futuro. Era miembro de numerosas asociaciones de ciencia ficci¨®n internacionales y nacionales.
Buen jugador de bridge, entusiasta de los juegos de mesa, lector impenitente y apasionado, Miquel Barcel¨® fue adem¨¢s de nuestro piloto de la ciencia ficci¨®n una persona afectuosa y entra?able. Es una pena que Interestellar sea solo una pel¨ªcula y alguien tan querido, interesante y necesario como ¨¦l, que se ha marchado hacia la profunda oscuridad del universo, no vaya a volver.