Mariano Fortuny Madrazo, el artista que dise?¨® la belleza
Una exposici¨®n en Granada recorre la obra art¨ªstica y personal de quien se defini¨® como ¡°un pintor que trabaj¨® en muchas cosas¡±
Orson Welles visti¨® sus trajes en Otelo. Charles Chaplin le compr¨® m¨¢s de 30 vestidos. Apasionado de la tecnolog¨ªa, invent¨® un sistema de iluminaci¨®n teatral indirecta radicalmente novedoso en su momento. Dise?¨® escenograf¨ªas, invent¨® maquinaria teatral y cre¨® el vestido Delphos, con el que, por ejemplo, Lauren Bacall recogi¨® su Oscar en 1979. Y, mientras hac¨ªa todo eso, siempre mantuvo la pintura como un ejercicio permanente. Ese fue Mariano Fortuny Madrazo, un artista de elegancia infinita y un ingeniero sin t¨ªtulo pero con sobrada formaci¨®n que se autodefini¨® como ¡°un pintor que trabaj¨® en muchas cosas¡±. Granadino, nacido ahora hace 150 a?os, Fortuny Madrazo vivi¨® en Par¨ªs y Roma para, finalmente, recalar en Venecia con 18 a?os. All¨ª se instal¨® y residi¨® el resto de su vida. Fue pintor, grabador, fot¨®grafo, dise?ador, escen¨®grafo, tecn¨®logo e inventor. Como artista fue un incansable dise?ador de objetos bellos. Como t¨¦cnico, m¨¢s de 130 patentes dan idea de una b¨²squeda constante de soluciones a problemas que detectaba. La exposici¨®n Mariano Fortuny Madrazo. De Granada a Venecia repasa ahora en su ciudad natal esa polifac¨¦tica vida en el Museo CajaGranada, en una muestra abierta hasta final de marzo.
Fortuny Madrazo era hijo del pintor del mismo nombre y nieto, por parte de madre, de Federico Madrazo, pintor y director del Museo del Prado. Sin ninguna relaci¨®n previa con Granada, sus padres llegaron a esa ciudad huyendo del ¨¦xito tras la espectacular acogida en Par¨ªs de La vicar¨ªa, la obra m¨¢s aclamada del padre, que se vendi¨® por el entonces desorbitado precio de 600.000 francos. La presi¨®n de marchantes y coleccionistas le asfixiaba y alguien le habl¨® de Granada, una ciudad tranquila y con buena luz. La familia se instal¨® en la ciudad, junto a la Alhambra, en la Fonda de las Siete Puertas. Ah¨ª naci¨® Mariano Fortuny. Cuando ten¨ªa tres a?os, el padre muri¨® y Cecilia, la madre, se llev¨® a sus dos hijos a Par¨ªs. De all¨ª a Roma y, finalmente, a Venecia. Mariano Fortuny nunca m¨¢s vivi¨® en Granada pero siempre, como se ve en muchas piezas de la exposici¨®n, mantuvo el inter¨¦s por el mundo oriental, que se refleja en sus vestidos, en sus dise?os y que nunca lo abandon¨®.
Hijo y nieto de pintores, Mariano Fortuny estaba predestinado a ese ¨¢mbito art¨ªstico. Y no tard¨® en dar respuesta a esa llamada familiar. Lucina Llorente, comisaria de la muestra y conservadora del Museo del Traje de Madrid, otro de los organizadores de la exposici¨®n, relata que la madre enviaba los dibujos de ¡°Marian¨ªn¡±, con siete a?os, al abuelo a Espa?a para que diera su opini¨®n. Quiz¨¢, explica Llorente, esa presi¨®n llev¨® a Mariano Fortuny a ampliar sus horizontes y crear su propio camino art¨ªstico, que acabar¨ªa abarcando numerosas disciplinas art¨ªsticas y tecnol¨®gicas.
Fortuny Madrazo almacenaba conocimiento pero nunca lo utilizaba aisladamente. Supo juntar aprendizajes. As¨ª, seg¨²n Llorente, Fortuny utiliza su formaci¨®n ¡°no para dispersarse sino para aunar todo lo que sabe en cada obra que hace. Cuando realiza una escenograf¨ªa, por ejemplo, es capaz de sumar conocimientos de fotograf¨ªa, pintura, sonido, luz y textil¡±. Hombre investigador y met¨®dico, el resultado era siempre ¡°la perfecci¨®n¡±, remata la comisaria. Y la belleza, habr¨ªa que a?adir tras ver en la exposici¨®n la elegancia de sus textiles, la finura de sus dise?os o la practicidad de sus inventos.
La primera aventura art¨ªstica de Fortuny Madrazo fuera de la pintura fue el teatro. Cecilia, su madre, era amante de Wagner y lo escuchaba permanentemente. Y como a Wagner, a Fortuny le fascinaba la idea de arte total y consideraba err¨®nea la divisi¨®n entre artes mayores o menores. Comenz¨® entonces una inmersi¨®n total en la escena teatral, t¨¦cnica y art¨ªstica. Si Fortuny se interesaba en algo, no paraba de investigar y, llegado el caso, de inventar. Por eso, pronto vio que la iluminaci¨®n y el sonido en los teatros mostraban deficiencias y se puso manos a la obra. Investig¨® hasta inventar nuevos m¨¦todos de iluminaci¨®n, una campana de sonido o el sistema de subida y bajada de telones que actualmente se utiliza.
Por supuesto, la parte art¨ªstica del teatro le engull¨® tambi¨¦n. Desde la escenograf¨ªa hasta el vestuario, todo le concern¨ªa. ¡°El artista debe pensar como un artista, de un modo innovador, y luego trabajar como un artesano¡±, dice Llorente citando a Fortuny Madrazo. Su innovaci¨®n le llev¨® a dise?ar vestidos para el teatro, tan preciosos en el trazo y en los materiales, que se convirtieron en objeto de deseo para ciudadanos que quer¨ªan llevarlos en la calle. La innovaci¨®n no le llegaba porque s¨ª. Era un gran investigador y eso le condujo a inventar vestidos. Primero fue el Knossos, una especie de chal de aire oriental. A continuaci¨®n, su gran obra, el Delphos, a¨²n vigente en la actualidad, y cuyo origen se remonta a una visita de Fortuny Madrazo a Grecia, donde qued¨® impresionado por el A¨²riga de Delfos. El viaje lo reealiz¨® en 1906 y le ocup¨® dos a?os dar con la t¨¦cnica de pliegues del tejido y con el dise?o del vestido, del que pueden verse diversas variantes en la exposici¨®n granadina, y que lo dio a conocer en 1909. Hoy sigue produci¨¦ndose.
La muestra de Granada deja ver tambi¨¦n que Fortuny era un excelente vendedor. Ah¨ª puede verse la cajita en la que empaquetaba los vestidos y textiles que comercializaba. Seg¨²n Llorente, los envolv¨ªa primorosamente y un se?or con frac los entregaba a sus clientas. Tambi¨¦n puede verse una de las 14 pantoneras que ten¨ªa, 14 cartas de colores diferentes para sus tintes en los que nunca utiliz¨® colores puros, sino que los mezclaba para, entre otras cosas, producir vestidos siempre distintos unos de otros aunque solo fuera en una ligera variante de color.
Mariano Fortuny Madrazo abandon¨® Granada a los tres a?os pero nunca la olvid¨®, como muestra en algunos de sus cuadros. En 1929 viaj¨® a Espa?a para visitar la Exposici¨®n Internacional de Barcelona y volvi¨® a su ciudad natal. Visit¨® la Alhambra y el Generalife, muy cerca de donde hab¨ªa nacido. Mar¨ªa del Mar Villafranca, coordinadora general de la muestra y vicepresidenta de la Asociaci¨®n FortunyM, entidad que ha puesto en pie la exposici¨®n y un programa completo de celebraci¨®n del 150 aniversario de Fortuny, menciona con emoci¨®n el momento en el que descubrieron, en el Museo Palazzo Fortuny de Venecia, entre un material que no se hab¨ªa revisado en a?os, grabaciones y fotograf¨ªas de aquella visita. La exposici¨®n muestra esa grabaci¨®n in¨¦dita, en la que se ve a Mariano Fortuny y a su esposa, Henriette Negrin, por algunos de los sitios m¨¢s emblem¨¢ticos del recinto alhambre?o. No hay constancia de una nueva visita a Granada del artista, que muri¨® apenas ocho d¨ªas antes de cumplir 78 a?os y que ahora vuelve a ella a trav¨¦s de su obra, portentosamente bella.
Mariano Fortuny Madrazo. De Granada a Venecia.?
Dónde: Centro Cultural CajaGranada (Avda. de la Ciencia, 2).
Fechas: 3 de diciembre 2021 al 27 de marzo 2022. A partir de mayo podrá verse en el Museo del Traje de Madrid.
Babelia
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