Martin Amis: ¡°Releerte es como una cita psiqui¨¢trica¡±
El brit¨¢nico mezcla su faceta de cr¨ªtico con la de novelista en ¡®Desde dentro¡¯, un heterodoxo repaso a su vida en el que no renuncia a a?adir personajes de ficci¨®n
¡°Escribir sobre escritores es un asunto m¨¢s ambivalente de lo que el resultado final permite normalmente adivinar¡±. La frase es de Martin Amis (Swansea, Reino Unido, 72 a?os), y fue una de las que incluy¨® en un texto period¨ªstico sobre su primer encuentro con el premio Nobel Saul Bellow en Chicago en 1982. Casi 40 a?os despu¨¦s el escritor brit¨¢nico rescata aquella observaci¨®n en Desde dentro (Anagrama), su heterodoxa ¨²ltima novela, en la que el autor de Experiencia emplea su vida como material de ficci¨®n con desenfado y sin miramientos.
A lo largo de 600 p¨¢ginas alterna su fino ojo de cr¨ªtico literario y exquisito lector con apuntes sobre en qu¨¦ consiste el oficio de escribir, y lo mezcla con el homenaje a amigos que le ayudaron a forjarse como novelista (Bellow, entre otros), sus a?os de juergas con Christopher Hitchens en el New Statesman, y la larga amistad que les uni¨® cuando arrasaban por Londres y el desaparecido periodista ligaba, entre otras, con Anna Wintour. Tambi¨¦n incluye un hilo argumental en el que inserta en su biograf¨ªa a una amante ficticia, Phoebe Phelps, y la falsa paternidad de Philip Larkin, de quien Amis ser¨ªa supuestamente hijo, y no de Kingsley, su verdadero progenitor. La veterana voz de Amis dirige al lector con amabilidad y destreza por estos vericuetos. Y responde con cordialidad desde Nueva York a una entrevista telef¨®nica.
Pregunta. Se ha hablado mucho de autoficci¨®n. ?Quiso llevarla un paso m¨¢s all¨¢ al tomar su biograf¨ªa como material e inventar personajes en esta narraci¨®n de su vida?
Respuesta. Para ponerte a escribir, el proyecto te tiene que divertir, y por eso este libro es una novela y no unas memorias. Tienes mucha m¨¢s libertad con la ficci¨®n. El personaje principal femenino, Phoebe Phelps, est¨¢ totalmente inventado, y es lo que hace posible el libro porque si ella fuera real habr¨ªa constre?ido mucho la historia.
P. Escribe que el narrador poco fiable ha sido sustituido por el lector poco fiable.
R. El lector siempre ha sido poco fiable o por lo menos poco predecible. Pero seg¨²n va pasando el tiempo el lector est¨¢ cada vez est¨¢ menos dispuesto a pasar por cosas que hubieran sido inevitables hace unas d¨¦cadas. Los lectores son m¨¢s individualistas y todos tienen su propia historia que contar. No se comportan tan obedientemente como antes, esta ¨¦poca es m¨¢s exigente, m¨¢s solipsista.
P. Recoge ese viejo postulado que explica la diferencia entre una historia y una trama: ¡°el rey ha muerto¡± es historia; ¡°el rey ha muerto, y la reina tambi¨¦n, de pena¡± es una trama. ?En Desde dentro c¨®mo se aplicar¨ªa esto?
R. Pocas vidas tienen una trama, eso es algo artificial. Es una de esas invenciones necesarias que conecta con la idea del m¨®vil. Los motivos en la vida no son realmente gran cosa, mientras que en la ficci¨®n esto siempre nos preocupa. En la vida real nadie tiene un m¨®vil tan claramente definido, tienes impulsos y apremios. De forma parecida no hay una trama. En este libro me invent¨¦ un argumento sobre la paternidad de Philip Larkin. Es algo totalmente inventado, aunque en la vida real exist¨ªa la semilla para que eso se hubiera podido producir por el flirteo entre mi madre y ¨¦l. De hecho despu¨¦s de la publicaci¨®n del libro me han llegado m¨¢s datos. Pero aquello no era una preocupaci¨®n en mi vida, fue algo que invent¨¦ como argumento.
P. ?Fue raro inventar una historia con ellos y no con personajes enteramente ficticios?
R. Todo se funde en la p¨¢gina que est¨¢s escribiendo y en las sucesivas. En la mayor¨ªa de las novelas est¨¢s buscando tu camino, est¨¢s en el mar y hay una serie de islotes y llegas a una playa y te sientes m¨¢s seguro.
P. Afirma que el momento de la ficci¨®n experimental ha pasado, pero ?no es eso lo que intenta con este libro?
R. Yo no dir¨ªa experimental sino m¨¢s bien que he tratado de hacer algo original. Salman Rushdie dijo que es un libro peculiar, y estoy de acuerdo. Idiosincr¨¢tico m¨¢s que nada.
P. ?Pesaba m¨¢s en la forma que en la historia?
R. Quer¨ªa controlar la historia y a la vez estar dentro de ella. No trataba de demostrar nada, sino de colocarme en un terreno inusual. Es una manera de decir: ¡°as¨ª es la mente de un escritor¡±.
P. Narra un viaje a Israel con Saul Bellow y c¨®mo all¨ª dijo que los escritores no pueden leer sus propios libros, al menos durante los dos o tres primeros a?os. ?Ha vuelto sobre su obra al escribir esta novela?
R. Para un escritor nada m¨¢s terminar un libro todo es muy vol¨¢til, y cuando ya va a imprenta empieza a asentarse, aunque a¨²n no se ha sedimentado. A veces te llevas una sorpresa grata, pero lo m¨¢s frecuente es que est¨¦s asustado o regode¨¢ndote, pero nunca sentado en una butaca absorto en un relato de ficci¨®n. Releerte es m¨¢s una cita psiqui¨¢trica.
P. Escribe sobre un mundo literario que hoy es visto de otra manera. La llamada era de las novelas de los hombres blancos est¨¢ siendo puesta en tela de juicio. No entra en ello en este libro y anuncia desde el principio su incapacidad para la ira.
R. No es que controle mi enfado, es que realmente no lo siento. La ira es un pecado. Siempre lo he pensado y puede que suene como que no tengo sangre en las venas y que es algo brit¨¢nico, pero creo que est¨¢ relacionado con el temperamento. O tienes ataques de furia o no. Y yo no los tengo y siempre he cre¨ªdo que era una forma in¨²til e ineficiente de comunicarse. Una predisposici¨®n al enfado levanta todo tipo de contrariedades que podr¨ªan descansar si no fueran activadas por ese enfado que, al fin, es autodestructivo y vac¨ªo.
P. Philip Roth eligi¨® a su bi¨®grafo y reley¨® su obra con ¨¦l, le dio acceso a su correspondencia, etc. ?Qu¨¦ piensa de eso?
R. Roth estaba concentrado en dirigir una posteridad de determinada manera para que su escritura fuera vista de la forma que ¨¦l quer¨ªa. No s¨¦ lo que pienso de eso exactamente, pero s¨ª s¨¦ que yo nunca tendr¨ªa la energ¨ªa para hacer algo parecido. No puedo imaginarme intrigando y adelant¨¢ndome, maniobrando. Cuando algo est¨¢ escrito pienso que o bien hablar¨¢ por s¨ª mismo o no lo har¨¢.
P. ?En Desde dentro parodia y lleva al culmen la idea de que las biograf¨ªas son ficciones?
R. Las biograf¨ªas, salvo algunas excepciones, son una tarea intelectual media o media-baja. Ese g¨¦nero est¨¢ lleno inevitablemente de vulgaridad y banalidad. Una biograf¨ªa es la historia de un ¨¦xito, porque no se escribir¨ªa de una figura irrelevante o sin talento. Lo que ocurre es que el bi¨®grafo empieza a sentirse relegado despu¨¦s de pasar un a?o o dos volcado en esa persona y, como lector, empiezas a escuchar esa vocecita en los libros que dice: ¡°?Qu¨¦ pasa conmigo? ?no soy yo interesante?¡±. Entonces el bi¨®grafo empieza a volverse contra el tema del libro. Est¨¢n resentidos por toda esa atenci¨®n que ellos mismos est¨¢n depositando.
P. Se han cumplido 10 a?os de la muerte de Christopher Hitchens. ?Resulta raro que esa amistad sea recuerdo?
R. Una de las grandes recompensas de ser escritor y tener amigos que tambi¨¦n lo son es que cuando no est¨¢n cerca o ya no est¨¢n vivos a¨²n puedes acercarte a un simulacro de lo que era estar con ellos simplemente ley¨¦ndoles. Hago esto todo el rato con mi padre, que junto a Christopher, son las personas que echo de menos para conversar, ponernos al d¨ªa, bromear, todas esas continuidades tan amenas que engrandecen una amistad. Simplemente, abres sus libros y est¨¢n de vuelta.
Babelia
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