Martin Amis: ¡°La pol¨¦mica no debe intimidarnos¡±
El chico malo de las letras brit¨¢nicas est¨¢ a punto de cumplir 70. Su talento para la iron¨ªa y el an¨¢lisis sigue intacto, como demuestra en su ¨²ltima colecci¨®n de ensayos y en esta charla en su casa en Nueva York
El se?or Amis no contesta. El portero del anodino edificio de ladrillo y construcci¨®n reciente en el downtown de Brooklyn ha llamado esta tarde de s¨¢bado de mediados de mayo al interfono, al tel¨¦fono fijo y al m¨®vil. Sugiere subir a la planta 20 y llamar a la puerta. No hay timbre, pero s¨ª una aldaba, y Amis, que lleg¨® a este amplio ¨¢tico con su esposa, la tambi¨¦n escritora Isabel Fonseca, y sus dos hijas menores, tras el incendio en 2016 de su anterior casa, no tarda en abrir con aire despistado. Est¨¢ solo, no sabe donde dej¨® el tel¨¦fono; viste un pantal¨®n de franela gris y una camisa de rayas blancas y azules elegantemente ajada, zapatos de piel tan poco armados que podr¨ªan pasar por zapatillas de andar por casa.
El chico malo de las letras brit¨¢nicas, rabiosamente atractivo en su juventud, el tipo que nunca se mordi¨® la lengua y ha sido blanco favorito de la prensa sensacionalista, cumplir¨¢ en agosto 70 a?os y est¨¢ mayor. Sigue fumando aunque sea un cigarrillo electr¨®nico y no ha perdido ni un ¨¢pice de su agilidad mental ni de su legendario gamberrismo verbal, imitando con sorna los lapsus del presidente Trump, y salpicando la conversaci¨®n de iron¨ªa ¡ª"el problema de la autoficci¨®n es que tienes el tedioso deber de respetar los sentimientos de otra gente"¡ª. De sus mordaces bromas no se salva ni su agente el poderoso Chacal: ¡°Andrew Wylie es un gran director de funerarias¡±, comenta sobre su buena mano para hacerse con derechos de autores fallecidos.
Arrastra los pies hasta llegar al confortable y amplio sal¨®n, decorado con alfombras, libros y muebles antiguos, cuya imponente vista se abre al r¨ªo y, sentado en una butaca, Amis despliega la misma afilada inteligencia, fino sentido del humor e inconformismo del que hace gala en las p¨¢ginas de El roce del tiempo (Anagrama). En este libro re¨²ne cerca de medio centenar de ensayos y reportajes period¨ªsticos, escritos entre 1994 y 2017, en los que aborda desde la literatura de Philip Larkin o Nabokov hasta el f¨²tbol de Maradona, pasando por la princesa Diana, el l¨ªder laborista Jeremy Corbyn o la resurrecci¨®n del actor John Travolta. Suma a la mezcla sus incursiones en la industria del porno o su viaje a un mitin electoral de Donald Trump. ¡°Esa fanfarroner¨ªa sexual no me la creo, pero me sorprende que tuviera una historia con Stormy Daniels¡±, cotillea sobre el presidente de EE UU. ¡°Ella dijo que hab¨ªan sido los peores 90 segundos de su vida. Ha conseguido tener esos hijos y pens¨¦ que lo hab¨ªa hecho cuatro veces y eso era todo. Estaba equivocado, pero tengo claro que odia a las mujeres. Esas cosas que dijo de que amamantar es repugnante. ?De qu¨¦ habla?¡±. En la figura del presidente Amis intuye un oscuro secreto: "Creo que tiene una horrible enfermedad ven¨¦rea. Dijo que sus a?os de playboy en la juventud hab¨ªan sido su Vietnam, y que las vaginas son campos de minas en potencia. ?A qu¨¦ suena eso?".??
Despu¨¦s de 2016, tras la votaci¨®n del Brexit y las elecciones a la Casa Blanca este brit¨¢nico, que parece encarnar una versi¨®n heteroxual de aquel Englishman in New York de la canci¨®n de Sting, dice haber perdido su ancla. "Siento que no tengo Estado, no hay un pa¨ªs al que me sienta vinculado de la manera en que lo estaba tanto a EE UU como a Reino Unido. Creo que el ¨²nico pa¨ªs que de verdad he amado es Uruguay, mi mujer es medio uruguaya y pasamos tres a?os muy felices all¨ª". Desde su ¨¢tico neoyorquino habla de la doble perspectiva que le ha otorgado la distancia respecto de su pa¨ªs natal y el ser extrajero en EE UU, y no se resiste a lanzar una puya contra la mojigater¨ªa que detecta en el ambiente tras la victoria de los republicanos en 2016. "Se dicen muchas chorradas, como que se ha acabado la s¨¢tira porque nadie hubiera podido imaginar lo que estamos viviendo. Ese popular escritorzuelo, Dan Brown, convoc¨® una rueda de prensa para decir que si hubiera escrito el c¨®digo Trump, en lugar de El c¨®digo Da Vinci, no habr¨ªa parecido plausible. Pero la simple idea de que el noble y centenario g¨¦nero de la s¨¢tira ha sido derrotado por alguien tan lamentable como Trump, es algo absurdo".?
Amis escap¨® pronto de la sombra de su padre, el premiado novelista Kingsley Amis ¡ªfigura central en sus memorias Experiencia y Koba¡ª, y salt¨® a la fama en los setenta, pasando a formar parte de un deslumbrante grupo de autores brit¨¢nicos entre los que se encontraban Julian Barnes, Ian McEwan, Salman Rushdie y Christopher Hitchens. En uno de los art¨ªculos de la nueva colecci¨®n habla del resentimiento que se trasluc¨ªa tras la atenci¨®n medi¨¢tica que ¨¦l despert¨® ¡ª¡°la publicidad y los medios son como pa?ales gigantes que hay que rellenar con algo¡±¡ª, en buena medida por su familia. ¡°Adem¨¢s de mi padre estaba mi madrastra, Elisabeth Jane Howard. Estoy escribiendo sobre ella. Cuando dej¨® a mi padre en 1980 segu¨ª vi¨¦ndola mucho¡±, recuerda. ¡°Me daba pena mi padre. Ten¨ªa muchas fobias, era muy neur¨®tico, no pod¨ªa pasar una noche solo en su casa as¨ª que los tres hijos nos tuvimos que turnar para estar con ¨¦l cuando ella se fue. Mi particular venganza de escritor con Elisabeth fue dejar de leerla. As¨ª que solo desde su muerte he le¨ªdo con mucha admiraci¨®n sus novelas¡±. Howard buscaba cierta validaci¨®n, y Amis dice lamentar no haberla felicitado en vida; ella fue quien le anim¨® a volcarse en los libros. ¡°Yo era un gamberro, no le¨ªa y ella me dio unas cuantas novelas. Con Orgullo y Prejuicio, despu¨¦s de un par de horas leyendo, irrump¨ª en su estudio y le dije: ?Se casa Elisabeth con Mr Darcy? ?Y Jane se casa con Mr Bingley? Me dijo que s¨ª, porque sab¨ªa exactamente lo que yo sent¨ªa¡±.
Amis nunca ha estado lejos del periodismo ni de la cr¨ªtica literaria. El roce del tiempo viene a sumarse a la colecci¨®n de rese?as de La guerra contra el clich¨¦ o a los ya cl¨¢sicos perfiles de Visitando a Mrs. Nabokov. ¡°El periodismo siempre ha estado ah¨ª. Creo la ¨²nica cosa original de mi primera novela es que el protagonista no quer¨ªa ser escritor sino cr¨ªtico, y por eso tiene una visi¨®n m¨¢s anal¨ªtica y fastidiosa del mundo¡±. Una entrevista en la que Truman Capote, con una resaca salvaje, vomit¨® se cuenta entre sus favoritas por extra?a, pero fue con Saul Bellow con quien logr¨® forjar una gran amistad. Sobre ¨¦l, sobre Philip Larkin, Philip Roth y Nabokov escribe ampliamente en El roce del tiempo. Y ah¨ª subraya la problem¨¢tica fijaci¨®n del autor de Lolita por las ni?as. ¡°Es un gran libro. Y creo que moralmente funciona, porque el castigo se ajusta al tama?o del crimen. Pero lo que resulta alarmante es que Nabokov escribi¨® 17 novelas y seis de ellas tratan este tema. De esas seis tres son obras maestras. ?Qu¨¦ hacer? T¨ªpico de Nabokov volver las cosas lo m¨¢s dif¨ªcil posible¡±.
?Es m¨¢s complicado escribir hoy que cuando Amis empez¨®? ¡°Hay toda una serie de consideraciones que han surgido al escribir de mujeres y sexo, y desde luego cuando escribes de ni?as, algo que yo nunca he deseado hacer. Muchos temas hoy son radioactivos. Mis amigos editores me dicen que es implanteable ganar un premio si eres hombre y blanco. Te juegas la vida si la hero¨ªna de tu novela es f¨ªsicamente atractiva. Dir¨¢n que est¨¢s enfermo y que es una fantas¨ªa sexual, pero hay chicas que son guapas: es un hecho, y escribes sobre ellas como sobre otros¡±. ?La belleza es un problema? ¡°Cualquier cosa que tenga que ver con el aspecto f¨ªsico lo es. Nadie quiere admitir que tener belleza f¨ªsica es un accidente, no una virtud, y sin embargo es algo que puede ser determinante en tu vida. Para las mujeres un poco m¨¢s que para los hombres. La palabra envidioso puede que fuese inventada para describir el rencor que la belleza suscita¡±.
Amis cuenta que se ha propuesto escribir sobre la esclavitud desde el punto de vista de un negro en EE UU. ¡°Me dicen mis amigos que me van a machacar¡±. ?Lo suyo es valent¨ªa o arrogancia? ¡°Es un reto ponerte a hacer algo dif¨ªcil, que es probable que sea...¡±. ?Controvertido? ¡°Poco popular, me parece m¨¢s exacto. No buscas la pol¨¦mica, pero si te la encuentras tienes que estar preparado y no debe intimidarte¡±. Amis dice que en la juventud casi todo es cuesti¨®n de inconsciencia. ¡°No sabes nada as¨ª que cargas hacia delante. Yo todav¨ªa sigo en esto. Odiar¨ªa sentirme intimidado¡±.
Ha transcurrido m¨¢s de una hora y el novelista hace un gesto r¨¢pido con la mu?eca para mirar el reloj. "Querida, se que nos retrasamos en empezar pero debo hacer un par de cosas antes de la cena". Antes de cerrar la puerta habla sobre la final de la Champions que se celebrar¨¢ en Madrid y enfrentar¨¢ a dos equipos ingleses. El se?or Amis so?aba con ir a cubrirla. ? ?
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