Javier L¨®pez-Galiacho, una factor¨ªa de ideas para anclar los toros en el siglo XXI
Melanc¨®licas y esperanzadas reflexiones de un militante y comprometido activista taurino
El animalismo se vence con m¨¢s animalismo (el toro es una especie ¨²nica); inventariar las plazas y blindarlas como bienes de inter¨¦s cultural; acercar la fiesta a escuelas y universidades; crear un museo nacional de tauromaquia; promover un lobby nacional y europeo para el fomento, protecci¨®n y defensa de la fiesta; abrir al p¨²blico las dehesas y las ganader¨ªas; agilizar el ritmo del espect¨¢culo taurino¡
Estas no son m¨¢s que algunas de las propuestas de Javier L¨®pez-Galiacho (Albacete, 1963) para anclar la fiesta de los toros en el siglo XXI, la gran preocupaci¨®n de este militante y activista taurino, doctor en Derecho, profesor de Derecho Civil en la Universidad Rey Juan Carlos, y directivo de una multinacional, pero reconvertido en una factor¨ªa de ideas que impidan el cierre de una afici¨®n que descubri¨® a los seis a?os en un tendido de la plaza de su ciudad, y que, desde entonces, le ha perseguido hasta hacer de la tauromaquia una pasi¨®n vital.
?C¨®mo podemos defender la fiesta de los toros en esta sociedad destaurinizada del siglo XXI?
He aqu¨ª la gran preocupaci¨®n de L¨®pez-Galiacho, fundador hace ya 40 a?os del C¨ªrculo Taurino Universitario Luis Mazzantini (que otorga el Premio Joaqu¨ªn Vidal), autor del libro ¡®De frente, en corto y por derecho¡¯, un aficionado entusiasta y comprometido, con los pies en el suelo de los problemas, pero con la esperanza por las nubes de que esta tradici¨®n pueda continuar a pesar de tantas dificultades como la atribulan.
¡°Creo que el espect¨¢culo no se ha cuidado por dentro y a¨²n persisten pr¨¢cticas de gesti¨®n empresarial del siglo XIX¡±, comenta. ¡°Hay que hacer un replanteamiento completo del negocio taurino¡±, a?ade.
¡°Veo es un gran desierto de ideas en el sector taurino¡±
¡°Entiendo que los taurinos deben emular al gran Luis Aragon¨¦s, quien, tras el fracaso de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol en la Eurocopa de 2004, convoc¨® una gran sentada del sector y se pregunt¨®: ?a qu¨¦ queremos jugar? De ah¨ª surgi¨® una estrategia que nos llev¨® a ganar dos eurocopas y un mundial¡±.
L¨®pez-Galiacho est¨¢ convencido de que el toreo debe crear una estructura profesional al estilo de la Liga de F¨²tbol Profesional, que ofrezca propuestas para gestionar el sector desde arriba.
¡°Y aplicar f¨®rmulas del m¨¢rquetin moderno para vender el producto. El recordado Iv¨¢n Fandi?o ha sido el ¨²nico torero que las utiliz¨® con motivo de su encerrona en Las Ventas en 2015¡±.
¡°La caza pervivir¨¢¡±, -a?ade-, ¡°porque encarg¨® a Deloitte un estudio sobre el estado del sector, y con ese documento se ha sentado a hablar con las Administraciones P¨²blicas. ?Qu¨¦ tiene el toreo para hablar con los pol¨ªticos? ?D¨®nde est¨¢n los datos? Es imprescindible un ¡®libro blanco¡¯ sobre la situaci¨®n de la fiesta¡±.
¡°Y una auditor¨ªa social¡±, insiste. ¡°Somos muy pocos los que nos manifestamos como taurinos, pero hay que recordar que, hace unos a?os, el palco televisivo del Plus estaba repleto de actores, escritores, futbolistas y famosos que hoy han desaparecido por miedo; debemos conocer cu¨¢les son los apoyos de la fiesta en la sociedad¡±.
L¨®pez-Galiacho es un convencido de la necesidad de potenciar la sociedad civil, un amante del teatro (fundador y presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Amigos de los Teatros Hist¨®ricos de Espa?a), del circo y el cine, y se sorprende de que el toreo sea el ¨²nico arte que solo defienden los aficionados.
¡°?D¨®nde est¨¢n los toreros¡±?, se pregunta. ¡°?Por qu¨¦ est¨¢n ocultos en estos tiempos tan dif¨ªciles?¡±
¡°Lo que yo veo es un gran desierto de ideas¡±, afirma L¨®pez-Galiacho.
Y fundamenta su inquietud en la ¡°profunda destaurinizaci¨®n¡± que, a su juicio, padece Espa?a.
¡°Esta situaci¨®n se produce¡±, en su opini¨®n, ¡°por el empuje extraordinario del animalismo, la p¨¦rdida de afici¨®n y la ayuda de los pol¨ªticos¡±.
¡°Siempre mantendr¨¦ la esperanza, pero nos quedan dos cartuchos, no m¨¢s¡±.
¡°Es verdad que la sociedad ha evolucionado del campo a la ciudad, de una estrecha relaci¨®n con los animales a la tecnolog¨ªa del 5G; vivimos una mascotizaci¨®n social y los animales se han humanizado; los toros han desaparecido de la televisi¨®n y est¨¢n vetados en las escuelas; mis alumnos no saben qui¨¦n es Jos¨¦ Tom¨¢s, pero se tutean con Messi¡±.
¡°Tengo la impresi¨®n de que el sector taurino no es consciente de la fuerza del enemigo¡±, insiste. ¡°El animalismo nos ha ganado por goleada; es un adversario poderos¨ªsimo que est¨¢ influyendo en la pol¨ªtica¡±.
¡°Yo me he encontrado en la s¨¦ptima avenida de Nueva York un gran anuncio en el que se ve¨ªa a un torero entrando a matar y una leyenda que dec¨ªa: ¡®?Arte o tortura?¡¯ ?Qui¨¦n paga eso?¡±
- ?No ser¨¢ que la batalla est¨¢ perdida y usted no es m¨¢s que un nost¨¢lgico?
- ¡°En este caso, me remito a Jorge Luis Borges: ¡®Sin esperanza, en la retirada nos seguiremos batiendo¡¯. Como taurino no puedo responder a esa pregunta. Nadie daba un duro por Manili la tarde que se enfrent¨® a una corrida de Miura en Madrid y sali¨® a hombros. Siempre mantendr¨¦ la esperanza, pero nos quedan dos cartuchos, no m¨¢s¡±.
Javier L¨®pez-Galiacho es consciente, no obstante, de que no hay una situaci¨®n m¨¢s desfavorable para la fiesta que la pandemia actual.
¡°No hay toros, no se habla de toros. El f¨²tbol ha seguido adelante, aun con partidos sin p¨²blico, descafeinados, pero se ha mantenido. Aqu¨ª, salvo unos cuantos empresarios que se la han jugado, los grandes han permanecido escondidos en el burladero, por las razones que sean. Hace unos d¨ªas, dec¨ªa Concha Velasco en el teatro que hay que seguir levantando el tel¨®n cada d¨ªa, y yo digo que hay que abrir el port¨®n de cuadrillas, ajust¨¢ndose a las circunstancias del momento¡±.
¡°El Real Madrid¡±, prosigue, ¡°ha aprovechado esta situaci¨®n excepcional para remodelar el estadio Santiago Bernab¨¦u; la Comunidad de Madrid, por su parte, no ha movido un ladrillo de la anunciada y necesaria rehabilitaci¨®n de Las Ventas. Lo que le he comentado: el toreo es un desierto de ideas¡±.
- ?Cree usted que la fiesta de los toros est¨¢ en riesgo de desaparici¨®n?
- Repito: nos quedan dos balas; como no hagamos algo y sigamos atrincherados¡
(Javier L¨®pez-Galiacho recuerda con entusiasmo la primera vez que visit¨® el claustro del monasterio de Silos, siglo XIV, en cuyo artesonado aparece un castellano ech¨¢ndole un trapo rojo a un toro, y cita al prestigioso antrop¨®logo espa?ol Jos¨¦ Antonio Ju¨¢regui, que escribi¨® una tesis doctoral sobre ¡®Simbolog¨ªa del mundo del toreo¡¯¡)
¡°No debemos permitir¡±, concluye, ¡°que ese rico patrimonio hist¨®rico y cultural desaparezca; si perdemos la tauromaquia es como si rompi¨¦ramos stradivarius por las esquinas¡¡±
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