El hombre que gest¨® el Nuevo Flamenco desde una oficina cercana al parque del Retiro
Un documental dedicado al productor Mario Pacheco retrata el cambio de un g¨¦nero musical y de la sociedad espa?ola a trav¨¦s de la sensibilidad y audacia de su protagonista
La cordobesa Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo no hab¨ªa nacido cuando el Vente pa¡¯ Madrid consagraba a los Ketama. Los hermanos Carmona cantaban entonces, junto al contrabajo del folk-jazz ingl¨¦s de Danny Thompson y al m¨²sico de Mali Toumani Diabat¨¦, a una ciudad el¨¦ctrica en donde todos los martes eran viernes, dec¨ªa la letra del que es uno de los grandes ¨¦xitos del grupo. La joven cantaora es una de las primeras en aparecer en el documental Revelando a Mario, del director mallorqu¨ªn Sim¨® Andreu, producido por TVE y el canal balear IB3 y que est¨¢ disponible en Movistar +. Ante la c¨¢mara, Llergo habla de la figura del audaz productor musical Mario Pacheco (Madrid, 1950-2010), fallecido cuando ella era una adolescente. Sus palabras dan buena cuenta del extenso, poderoso, y a menudo silente legado del hombre que gest¨® el Nuevo Flamenco desde una oficina de Madrid cercana al parque del Retiro.
¡°De pinta era muy payo, pero luego era muy gitano¡±, recuerda Antonio Carmona sobre un rubio y p¨¢lido Pacheco. Sin entender de confines f¨ªsicos, sociales o musicales, este madrile?o cosmopolita, amante de las vanguardias sonoras brit¨¢nicas y del flamenco tradicional, comenz¨® montando en la d¨¦cada de los setenta conciertos alternativos en su colegio mayor, el P¨ªo XII, junto al cineasta Iv¨¢n Zulueta. Ambos acercaban a la capital bandas desconocidas, procedentes de otros rincones de Espa?a. Con ese mismo esp¨ªritu de apertura fund¨® m¨¢s tarde junto a su esposa Cucha Salazar el sello Nuevos Medios, tras aprender las claves de la industria discogr¨¢fica desempe?ando trabajos ocasionales. Su personal proyecto, al que puso imagen el artista Joan Mir¨® como dise?ador de su logotipo, ayud¨® a florecer a estos j¨®venes flamencos, entre ellos, al genio truncado del fallecido Ray Heredia.
Pepe Habichuela fue quien estren¨® la peque?a y revolucionaria discogr¨¢fica con su A Mandeli, y fue quien convenci¨® a Pacheco para que tambi¨¦n grabara un disco a los Carmona. Los a?os de esplendor del sello eran tambi¨¦n tiempos de los ¡°Lunes flamencos¡± en la hasta entonces muy rockera sala Rev¨®lver del n¨²mero 26 de la calle de Galileo, y la capital comenzaba a abrir sus escenarios a otro tipo de artistas y a una globalizaci¨®n sonora que luego dio lugar a la exitosa etiqueta de las m¨²sicas del mundo. ¡°A pesar de haber pasado mucho tiempo fuera de Espa?a y de haber bebido de muchas influencias externas, cuando regres¨® a su pa¨ªs decidi¨® apostar por algo de aqu¨ª. Como ¨¦l mismo dec¨ªa, quer¨ªa que la gente dejara de relacionar al flamenco con un pa¨ªs gris¡±, cuenta Sim¨®, sumergido durante meses en el universo del productor musical para completar esta biograf¨ªa audiovisual. Una de las razones de ser de esta pel¨ªcula, explica, es dar a conocer a una audiencia m¨¢s amplia el trabajo "de alguien que un hombre querido y respetado dentro de la industria musical que quiz¨¢ no ha recibido el reconocimiento que se merece por parte de las instituciones culturales¡±.
Martirio, otra de las artistas amparadas por la eterna curiosidad de Pacheco, entona ante el director un lamento habitual. De haber florecido en una industria musical extranjera, Pacheco ser¨ªa una estrella mucho m¨¢s celebrada, considera la cantante de mirada opaca y eterna peineta. No fue la ¨²nica que aprovech¨® la capacidad visionaria del madrile?o. Con Nuevos Medios prob¨® que tambi¨¦n hab¨ªa diversidad en los sonidos flamencos, apoyando a artistas como Miguel Poveda y Mayte Mart¨ªn, e impuls¨® a bandas de la movida ochentera como Golpes Bajos. Tambi¨¦n hubo en su cat¨¢logo jazz, canci¨®n popular cubana, tango argentino y sonidos de Per¨² y de M¨¦xico. Y edit¨® en Espa?a a talentos anglosajones entonces desconocidos, entre ellos a New Order, The Smiths o The Go Betweens. Los artistas que ¨¦l decid¨ªa tener a su lado no solo recib¨ªan de ¨¦l promoci¨®n o un apoyo financiero. ¡°No era un productor que impusiera su personalidad a los m¨²sicos con los que trabajaba. Por lo que cuentan algunos de ellos entre l¨ªneas, s¨ª que los influenciaba y enriquec¨ªa de alguna manera, con detalles sutiles, compartiendo sus conocimientos y acerc¨¢ndoles a nuevas referencias¡±, apunta Sim¨®.
El sello, que ces¨® su actividad pocos meses despu¨¦s de la muerte de Pacheco, ha resurgido en los ¨²ltimos a?os gracias al empe?o de su hija Mar¨ªa, quien tambi¨¦n barrunta la posibilidad de mostrar en p¨²blico una parte del ingente trabajo fotogr¨¢fico que dej¨® su padre y del que el documental hace un gui?o en su t¨ªtulo. Gracias a ella, el equipo de Revelando a Mario tuvo acceso a m¨¢s de 26.000 negativos de su archivo. Una min¨²scula parte de este legado ilustra la pel¨ªcula, que tambi¨¦n aborda esta faceta de su protagonista. Al menos dos de esas im¨¢genes son ic¨®nicas: la del estadounidense Jimmy Hendrix saliendo al escenario del Festival de la Isla de Wight (Reino Unido) y el retrato a Camar¨®n de la Isla, que sirvi¨® de portada para su disco La leyenda del tiempo (1979).
Sim¨® s¨ª que encuentra conexi¨®n entre la forma que Pacheco ten¨ªa de entender la m¨²sica y la fotograf¨ªa, m¨¢s all¨¢ de que la tem¨¢tica de sus im¨¢genes la protagonizaran a menudo los artistas con los que colaboraba. ¡°Tambi¨¦n, a nivel conceptual, se puede encontrar en su archivo un determinado tipo de im¨¢genes con un lenguaje muy escueto. Retrataba al personaje con un fondo neutro y poco m¨¢s, colocando la verdad de quien posaba por encima de todo artificio y con la misma sutileza con la que trataba a los m¨²sicos a los que produc¨ªa¡±, concluye.
Babelia
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