Hagan un monumento a Paco Loco

El mundo de la m¨²sica espa?ola sabe perfectamente qui¨¦n es, pero fuera de ese territorio no se sabe nada sobre Paco Loco. Conviene no alarmarse: uno ya se ha acostumbrado a que genios de distinta ¨ªndole musical sean poco m¨¢s que ciudadanos de a pie sobreviviendo entre la precariedad y la infamia. Recuerden el caso de Rafael Berrio, uno de los grandes compositores musicales de Espa?a y muerto el a?o pasado sin pena ni gloria medi¨¢tica ni cultural. No solo eso: antes de despedirse de este mundo averiado se las peleaba por sacar discos y levantar giras. Ciertamente, Espa?a siempre ha sido ese pa¨ªs en el que cualquier futbolista de Segunda Divisi¨®n B cobra m¨¢s que cualquier representante de la clase media espa?ola del negocio cultural. Y, por supuesto, se le aplaude mucho m¨¢s en su ciudad o pueblo.

Paco Loco sobrevive como puede, pero, especialmente, a su manera. No hace falta que nadie le conozca m¨¢s all¨¢ de los c¨ªrculos profesionales de la m¨²sica para que este hombre de mirada pirata y risa contagiosa sea un genio o, al menos, un grand¨ªsimo profesional cuya aportaci¨®n en su campo de trabajo bien merece un monumento. No se puede entender buena parte del desarrollo del indie patrio sin su presencia ni sus ideas. Sin su visi¨®n a los mandos de sonido. Es un aut¨¦ntico productor estrella sin ser ninguna estrella, un tipo cuya sabidur¨ªa chiflada y su entrega absoluta al arte del sonido ha mejorado la escena alternativa espa?ola gracias a su labor con cientos de discos para Nacho Vegas, Enrique Bunbury, Australian Blonde, Sexy Sadie, Neuman, Jet Lag, La Costa Brava, Fran Nixon, Maga, Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro, La Habitaci¨®n Roja, Remate, Sr. Chinarro, Hinds¡­ Reducirle a la etiqueta de ¡°nuestro Phil Spector¡± ser¨ªa injusto. Aunque como Spector sea un hombre avanzado en la magia del sonido, aqu¨ª nos hallamos ante una de las personas m¨¢s queridas de la m¨²sica espa?ola, nada que ver con el tirano del muro del sonido.

A la espera de que alg¨²n hijo de vecino se decida a levantar una estatua, se agradece que por lo menos con Paco Loco no nos pase como con Berrio y tantos otros en este pa¨ªs. Es decir, que no haya que esperar a que est¨¦ muerto para reconocerle su valor. El productor, de origen mexicano e hijo adoptivo del Puerto de Santa Mar¨ªa, fue protagonista de un documental, Paco Loco: viva el noise, y ha sido ampliamente reconocido por todos. Premios y reconocimientos que llegan de todo tipo de m¨²sicos, de distintas generaciones. Sin embargo, nada como los dos libros que firma en la editorial Hurtado & Ortega: Loco (2016) y Loco 2 (2020).

Publicado la pasada primavera -aunque este escribiente lo leyese este verano-, Loco 2 ha venido a complementar a un primer libro que nos mostraba a un productor inteligente y con gran sentido del humor que nos dec¨ªa c¨®mo no llevar un estudio de grabaci¨®n. En Loco, a decir verdad, hab¨ªa toda una filosof¨ªa de trabajo de este m¨²sico y productor que odia las maquetas, ama el sonido anal¨®gico, entiende su papel de productor como alguien que puede sacar a los m¨²sicos de su ¡°bucle¡± de canciones o explica qu¨¦ problemas hay con las estrofas y los estribillos o la letra ¡°s¡± en las grabaciones. Tambi¨¦n daba todo tipo de buenos consejos: por ejemplo, que lo vintage no es sin¨®nimo de bueno.

Ahora con Loco 2, en una cuidad¨ªsima edici¨®n de Hurtado & Ortega con fotos desplegables y c¨®digos QR con m¨²sica, se ampl¨ªa la paleta de an¨¦cdotas. Todo un reguero de curiosidades mientras se aborda qu¨¦ cosas no hacer ni decir en una grabaci¨®n, nos ofrece un manual de producci¨®n de la grabaci¨®n a distancia, trucos con los cacharritos de ¨²ltima tecnolog¨ªa o detalles incre¨ªbles sobre las mesas de mezclas o los amplificadores. Vuelve a ser un testimonio muy did¨¢ctico y con mucho humor, que supera el tratado nerd.

Porque los libros de Paco Loco, al que como m¨²sico se le puede admirar en proyectos como Los Juagares de la Bah¨ªa o The Ships, son algo m¨¢s que documentos para entendidos, repletos de asuntos t¨¦cnicos. Son una visi¨®n personal de un mundo, el sonoro, el musical, el art¨ªstico, lleno de posibilidades y complejidades. Un mundo que se nutre del instinto, el talento, la experiencia e incluso la fortuna. Un mundo que, en Espa?a, le debe mucho a Paco Loco, a su estudio m¨ªtico del Puerto de Santa Mar¨ªa, a ese espacio con aire legendario que ha empujado a la m¨²sica independiente espa?ola a nuevos horizontes.