Ochenta a?os de Wannsee: cuando los nazis planificaron el exterminio de los jud¨ªos
La reuni¨®n, que se celebr¨® el 20 de enero de 1942, ten¨ªa un ¨²nico punto en el orden del d¨ªa: discutir y formalizar el Holocausto. Las condiciones de posibilidad de aquel genocidio nos siguen acechando.
¡°Coge tu ba?ador y v¨¢monos a Wannsee¡±. As¨ª reza el estribillo de Pack die Badehose ein, una pegadiza canci¨®n alemana de la d¨¦cada de 1950 sobre los alegres veranos en el popular balneario en el suroeste de Berl¨ªn. Pero el lago Wannsee tambi¨¦n es el testigo mudo de un acontecimiento ominoso sin precedentes. En sus orillas est¨¢ la mansi¨®n en la cual se celebr¨® el 20 de enero de 1942 la Conferencia de Wannsee, una reuni¨®...
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¡°Coge tu ba?ador y v¨¢monos a Wannsee¡±. As¨ª reza el estribillo de Pack die Badehose ein, una pegadiza canci¨®n alemana de la d¨¦cada de 1950 sobre los alegres veranos en el popular balneario en el suroeste de Berl¨ªn. Pero el lago Wannsee tambi¨¦n es el testigo mudo de un acontecimiento ominoso sin precedentes. En sus orillas est¨¢ la mansi¨®n en la cual se celebr¨® el 20 de enero de 1942 la Conferencia de Wannsee, una reuni¨®n de trabajo que ten¨ªa un ¨²nico punto en el orden del d¨ªa: discutir y formalizar la implementaci¨®n de la llamada ¡°Soluci¨®n final de la cuesti¨®n jud¨ªa¡±, la deportaci¨®n y asesinato de la poblaci¨®n jud¨ªa de Europa. La reuni¨®n fue convocada por el jefe de la Oficina de Seguridad del Reich, Reinhard Heydrich, y acudieron oficiales y funcionarios de alto rango del Partido Nazi, las SS, la canciller¨ªa y de diferentes ministerios del gobierno alem¨¢n y las administraciones de los territorios ocupados en el Este de Europa.
Entender el significado de la Conferencia de Wannsee requiere situarla en un continuum de medidas graduales de estigmatizaci¨®n, exclusi¨®n y violencia contra la poblaci¨®n jud¨ªa, que se remontan a los primeros a?os del r¨¦gimen nacionalsocialista en Alemania. En 1935 se adoptan las leyes raciales de N¨²remberg, las cuales distinguen entre ¡°jud¨ªo¡±, ¡°mestizo¡± (Mischling) y ¡°de sangre alemana o af¨ªn¡± en funci¨®n de un criterio geneal¨®gico. Se establecen ya aqu¨ª los marcadores espec¨ªficos de clasificaci¨®n grupal que permitieron la discriminaci¨®n y precedieron a la acci¨®n propiamente genocida. En noviembre de 1938, el r¨¦gimen nazi orquesta un pogromo cuyo balance es la destrucci¨®n de cientos de sinagogas, saqueos, asesinatos, arrestos y trasladados a campos de concentraci¨®n (todav¨ªa no existen los campos de exterminio). Con el comienzo de la guerra mundial diez meses mas tarde, Hitler no solo pretende expandir territorio sino tambi¨¦n establecer un nuevo orden racial en Europa. En 1941, durante la invasi¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, las Einsatzgruppen, las unidades m¨®viles de ejecuci¨®n, empiezan a fusilar en masa a las poblaciones jud¨ªas que encuentran en su avance. Cuando se produce la Conferencia de Wannsee, m¨¢s de medio mill¨®n de jud¨ªos ya hab¨ªan sido asesinados. Los historiadores del Holocausto coinciden en que la decisi¨®n de asesinar a la totalidad de los jud¨ªos de Europa hab¨ªa sido tomada pocos meses antes por parte de Hitler y el Reichsf¨¹hrer de las SS Heinrich Himmler, aunque no existe un documento que lo pruebe de forma expl¨ªcita.
En Wannsee, Heydrich inform¨® de esta decisi¨®n, se pon¨ªa al mando e invit¨® a los participantes a resolver diferencias competenciales con el fin de sistematizar y extender el genocidio hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de Europa. Se dirimen aspectos jur¨ªdicos ¡ªc¨®mo tratar a jud¨ªos y Mischlinge de primer y segundo grado, as¨ª como a los ¡°matrimonios mixtos¡±, c¨®mo confiscar sus bienes¡ª y se formularon propuestas concretas de ¡°soluciones¡± al problema, es decir, la eficiencia de los distintos m¨¦todos de asesinato. Entre los 15 participantes estaba tambi¨¦n el oficial de las SS Adolf Eichmann, quien luego se ocupar¨¢ de la log¨ªstica de la deportaci¨®n de comunidades enteras a los campos de exterminio en la Polonia ocupada. Tras la reuni¨®n, que dur¨® 90 minutos, se sirvieron bebidas y los comensales compartieron un almuerzo.
La Conferencia Wannsee tambi¨¦n tiene una lectura que trasciende a la historia espec¨ªfica del genocidio jud¨ªo durante la Segunda Guerra Mundial. El soci¨®logo Zygmunt Bauman, fallecido hace cinco a?os por estas fechas, se?al¨® que el Holocausto ha descubierto una cara de la misma sociedad moderna cuya otra cara m¨¢s familiar admiramos tanto. En Modernidad y Holocausto (1989) Bauman desarrolla una tesis que el fil¨®sofo Walter Benjamin (1892-1940) hab¨ªa planteado antes del Holocausto casi como una premonici¨®n: ¡°No hay documento de civilizaci¨®n que no sea al mismo tiempo un documento de barbarie¡±. Y las actas de la conferencia de Wannsee, redactadas puntillosamente por Eichmann, no dejan lugar a dudas. Estas reflejan la planificaci¨®n met¨®dica, la tecnolog¨ªa disponible, el c¨¢lculo de costes y la log¨ªstica de evacuaci¨®n y transporte. En definitiva, la ¡°Soluci¨®n final¡± es emprendida como tal, con la mentalidad de resoluci¨®n de un problema. Bauman remite en su argumento a un cl¨¢sico de la sociolog¨ªa, Max Weber (1864-1920), quien predijo un proceso cada vez mayor de racionalizaci¨®n burocr¨¢tica en la vida social moderna, una ¡°jaula de hierro¡± de la que no habr¨ªa escapatoria. ¡°La burocratizaci¨®n ofrece la posibilidad ¨®ptima de llevar a cabo el principio de especializaci¨®n de las funciones administrativas¡±, escribe Weber, ¡°seg¨²n consideraciones puramente objetivas y reglas calculables y sin consideraci¨®n a personas¡±.
En una de las entrevistas realizadas por Claude Lanzmann para el documental Shoah (1985), Franz Suchomel, oficial de las SS destinado al campo de exterminio de Treblinka, describe con precisi¨®n y frialdad escalofriantes el procedimiento de llegada al campo y ¡°tratamiento¡± de las v¨ªctimas (un eufemismo que tambi¨¦n se emplea en las actas de la Conferencia de Wannsee). Auschwitz era ¡°una f¨¢brica¡±, dice Suchomel, con capacidad de ¡°acabar con 3.000 personas en dos horas¡±. ¡°?Y Treblinka?¡±, pregunta Lanzmann. ¡°Treblinka era una cadena de producci¨®n de la muerte peque?a pero eficiente¡±, responde Suchomel. El procedimiento de exterminio reproduc¨ªa la l¨®gica de la productividad del moderno sistema fabril. Solo que aqu¨ª no se produc¨ªan bienes, sino cad¨¢veres.
Bauman reconoce que la civilizaci¨®n moderna no fue condici¨®n suficiente para el Holocausto, pero s¨ª fue su condici¨®n indispensable. Nos dej¨® por tanto una lecci¨®n inquietante ya que sac¨® los cr¨ªmenes nazis del ¨¢mbito de lo excepcional. En l¨ªnea con las ideas de Hannah Arendt en el libro Eichmann en Jerusal¨¦n, los perpetradores de estos cr¨ªmenes no son necesariamente s¨¢dicos o fan¨¢ticos cegados por el odio, sino meros funcionarios con af¨¢n de ascender en la escala administrativa, t¨¦cnicos y especialistas que ejecutan ¨®rdenes en sociedades con una poblaci¨®n obediente e indiferente.
El Holocausto no debe ser entendido como la ant¨ªtesis de la civilizaci¨®n moderna o una desviaci¨®n del camino del progreso, nos plantea Bauman, sino una de sus posibilidades ocultas. Auschwitz, por tanto, no desapareci¨® de la faz de la tierra con la destrucci¨®n del nazismo en 1945. Permanece como una amenaza en un mundo en el que se han multiplicado los medios y tecnolog¨ªas para el tipo de dominaci¨®n que los nazis llevaron a su expresi¨®n m¨¢s extrema.
Actualmente, la mansi¨®n en las orillas del Wannsee es un memorial y centro educativo. Quien lo visita se asoma a un abismo. Por la magnitud del crimen que all¨ª se concibi¨® y porque las condiciones de posibilidad de aquel genocidio nos siguen acechando.