Carta a los negacionistas del ¡®autotune¡¯
Qui¨¦n lo invent¨®, cu¨¢l es el motivo para que se odie tanto y por qu¨¦ esta t¨¦cnica omnipresente en la m¨²sica de hoy es el mejor ejemplo para delimitar la brecha generacional
Todos tenemos en casa un disco en nuestra estanter¨ªa de los favoritos de un artista que no canta bien. Quiz¨¢ sea incluso un vinilo. No pasa nada: su voz nos transmite aunque su t¨¦cnica no sea la can¨®nica. La interpretaci¨®n vocal de Neil Young en Mellow My Mind es imperfecta. Su voz no alcanza los registros por los que camina la composici¨®n, lo que no impide que sea una barbaridad de canci¨®n. Precisamente esas imprecisiones a?aden emoci¨®n a la pieza. Es una voz con car¨¢cter.
Estos d¨ªas se ha vuelto a hablar del autotune, un procesador de audio que hace que la voz suene rob¨®tica y que ha derivado en el demonio que fractura generacionalmente a la sociedad. Pongan de un lado a los defensores del aparatejo y a los detractores: ah¨ª est¨¢ todo, la brecha generacional visualizada en caras, gestos, tatuajes, vestimenta. Los bandos siguen latentes, que la especie humana es muy tenaz, aunque parec¨ªa superado el concepto. Pero no. La prohibici¨®n de utilizar autotune en Eurovisi¨®n oblig¨® a una de las concursantes, la cubano-barcelonesa Luna Ki, a retirarse del Benidorm Fest, donde se selecciona al representante espa?ol para el festival. ?Lo ven? Brecha generacional: Luna Ki tiene 22 a?os; los que pusieron esa norma, qui¨¦n sabe¡
Pero hablemos del concepto. Se localiza en la frase recurrente ante la noticia de Luna Ki: ¡°Claro, es que los que utilizan autotune lo hacen porque no saben cantar¡±. No es exactamente as¨ª: los chavales recurren a este programa porque les apetece, porque lo consideran un recurso para su m¨²sica y porque esa tecnolog¨ªa les representa. Algunos cantan mejor que otros, como los de los discos sagrados de nuestra colecci¨®n. Rosal¨ªa, por ejemplo, sabe cantar y alguna vez utiliza autotune. Tanto ella como otros artistas j¨®venes lo hacen a conciencia, sin trampas. La mayor¨ªa de los cantantes de todos las ¨¦pocas (los intocables tambi¨¦n) echa mano para las grabaciones y el directo de tecnolog¨ªa para que su voz suene sin distorsiones, brillante, mejor de lo que realmente es.
Pero vayamos al origen del error: solo lo utilizan los que cantan mal. Hay una serie documental estrenada en 2021 en Netflix muy recomendable llamada This Is Pop. Analiza diferentes hitos en la cultura pop: la irrupci¨®n de las boy bands, el fen¨®meno del brit-pop en los noventa, el impacto de los festivales¡ y el autotune. No se preocupen los negacionistas: la serie derrocha dinamismo, sentido del humor y complicidad. La pueden ver, no se arrepentir¨¢n. Aparece en la pantalla T-Pain, un rapero estadounidense que populariz¨® el autotune y tuvo en los a?os dos mil un gran ¨¦xito en Estados Unidos y en varios pa¨ªses europeos. T-Pain cuenta, compungido, un incidente con su amigo el cantante Usher en un viaje en avi¨®n en 2013 que los trasladaba a una entrega de premios: ¡°Estaba durmiendo y se me acerc¨® Usher para despertarme. ¡®T¨ªo, quiero decirte algo¡¯. Y yo: ¡®Claro, amigo, dime¡¯. ¡®Te has cargado la m¨²sica. T¨ªo, le has jodido la vida a los cantantes de verdad¡±. T-Pain afirma que no entendi¨® nada. Luego, lo entendi¨® y se cogi¨® una depresi¨®n que le dur¨® cuatro a?os.
El autotune lo cre¨® en 1996 el ingeniero el¨¦ctrico californiano Andy Hildebrand, hoy podrido de dinero. Se encontraba en una comida con un amigo y su pareja. Ella era cantante y le pidi¨® un aparato para afinar bien. Hildebrand se puso manos a la obra con las ecuaciones y las cuentas. En cuatro meses lo ten¨ªa. ¡°Antes el artista se pasaba en el estudio una semana, el autotune lo redujo a medio d¨ªa. La mayor¨ªa necesita correcciones de tono. Los productores me lo quitaban de las manos¡±, afirma el afortunado inventor en This Is Pop. En el documental se cita a David Bowie como uno de los pocos que no necesitaba el cacharro. Los dem¨¢s¡
Los productores que requer¨ªan para sus grabaciones el autotute se callaban ya que era casi indetectable para el o¨ªdo. Lo que lo cambi¨® todo fue un selector que se le a?adi¨® para cambiar el tono de la voz: puedes pasar de una canci¨®n r¨¢pida a una balada, o acelerar la canci¨®n y el tono. Y aqu¨ª s¨ª se notaba y creaba el sonido rob¨®tico que hoy invade la m¨²sica. Hildebrand asegura que nunca crey¨® que alguien utilizar¨ªa su afinador de ese modo. La primera fue Cher con Believe, en 1998. El sonido alien¨ªgena hab¨ªa nacido. En los dos mil irrumpi¨® el citado T-Pain con canciones como I¡¯m Spung. Al p¨²blico le encantaba ya que bailaba los temas del rapero, pero la mayor¨ªa de los m¨²sicos y los medios le desprestigiaban por utilizar esa t¨¦cnica. Cuenta Hildebrand, el inventor, que un d¨ªa le par¨® por la calle un productor muy famoso y le dijo: ¡°Andy, me has cambiado la vida. Mi trabajo era encontrar a gente que cantara bien. Ahora me basta con encontrar a gente atractiva¡±.
Hasta que lleg¨® Kanye West en 2008 y edit¨® el disco 808s Heartbreak, con inflaci¨®n de autotune. Conviene recordar que por entonces Kanye era considerado un faro para detectar la m¨²sica m¨¢s moderna del momento. As¨ª que si Dios lo dice ser¨¢ que el autotune es bueno. Miles de cantantes lo empezaron a utilizar no como un corrector de una mala voz, sino como una herramienta que se adapta a la canci¨®n. Hasta que se ha convertido en el utensilio musical m¨¢s importante del siglo XXI. Se calcula que un 60% de las canciones m¨¢s escuchadas en la actualidad utiliza el famoso sonido rob¨®tico. Buscando antecedente al autotune se encuentran t¨¦cnicas como el vocoder o el talk-box. Los dos surgidos a finales de los setenta y utilizados por bandas apasionadas de la tecnolog¨ªa como Kraftwerk o The Alan Parson Project, pero tambi¨¦n por rockeros como Neil Young (en su disco Trans, de 1982), Peter Frampton o Bon Jovi, estos dos ¨²ltimos empleando el talk box para sus grandes ¨¦xitos: Show Me the Way y Livin On A Prayer, respectivamente.
Que la tecnolog¨ªa puede transmitir sentimientos es algo que ya pocos discuten. Lo importante es que se utilice para buenas composiciones y textos relevantes. ?Cantan mal los m¨²sicos que abanderan el autotune? No necesariamente. T-Pain realiz¨® una actuaci¨®n en el famoso Tiny Desk de la NPR y fue sin el cachivache. Result¨® que entonaba perfectamente. ?Cantan bien todos los m¨²sicos que no utilizan autotune? Claro que no. Los detractores argumentan que esta tecnolog¨ªa unifica la voz, que no se puede distinguir una de otra, que se pierde la personalidad. Quiz¨¢ fuera as¨ª. O a lo mejor es que est¨¢n acostumbrados a lo otro y no aciertan a apreciar las diferencias, los ritmos. Los hinchas del autotune apuntan que es cuesti¨®n de prejuicios y lo que realmente no les gusta no es tanto el sonido (que tambi¨¦n), sino el mensaje de unas canciones que no encajan con su forma de pensar y que lo relacionan con estilos que desprecian, como el reguet¨®n o el trap.
Cuando surge una nueva tecnolog¨ªa la reacci¨®n natural es de rechazo. La brecha generacional: los mayores negando los referentes culturales de los j¨®venes. Con las cartas sobre la mesa, parece m¨¢s honesto utilizar el autotune a las bravas, como un instrumento m¨¢s, que usarlo para corregir problemas de afinaci¨®n, como han hecho cientos de estrellas que tenemos en un pedestal.
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